Imagínate si tu coche estuviera equipado con un enigmático botón cuya mera pulsación pudiera otorgarte de forma automática un ahorro del 30% en el consumo de gasolina o diésel. Suena demasiado bueno para ser real, ¿cierto?

En los últimos días hemos sido bombardeados con muchos artículos que muestran las supuestas maravillas del botón de recirculación del aire, presente en todos los coches modernos y vinculado al sistema de climatización y aire acondicionado. Se ha afirmado que activar este botón podría generar un ahorro de combustible de hasta un 30%. Sin duda, una afirmación exagerada y, sinceramente, inalcanzable incluso en las peores circunstancias.

Ahora bien, ¿Qué exactamente es ese botón de recirculación de aire en un coche? ¿Cómo opera? ¿En qué medida puede contribuir al ahorro de combustible? Pues, quédate, que de eso precisamente es que hablaremos hoy.

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Primeramente, ¿Qué es el botón de recirculación de aire del coche?

Ahorra combustible con la opción de recirculación del aire

El botón de recirculación de aire en los coches es una función disponible en los sistemas de climatización y aire acondicionado. Cuando se activa, bloquea la entrada de aire exterior al habitáculo del vehículo. En su lugar, el sistema utiliza el aire del interior para regular la temperatura.

El botón de recirculación de aire está diseñado para que lo actives según consideres necesario. No obstante, muchos sistemas de climatización modernos disponen de funciones automáticas que activan o desactivan la recirculación de aire en ciertas situaciones.

Como es de esperar, existen circunstancias en las que resulta de utilidad bloquear la entrada de aire exterior, como para evitar olores desagradables dentro del coche. Por otro lado, también hay momentos en los que deseamos renovar el aire del interior y, por lo tanto, desactivamos la recirculación, como para evitar que se acumule una atmósfera viciada o que las ventanas se empañen.

¿Hay algo extra que debería saber del botón de recirculación de aire del coche? Algunos consejos

Los fabricantes de coches usualmente desaconsejan activar la recirculación de aire cuando la temperatura exterior es muy baja. En comparación con el sistema de aire acondicionado, que puede calentar el aire exterior de manera independiente, el sistema de calefacción utiliza el calor generado por el motor y no requiere una carga significativa. Su capacidad para alcanzar una temperatura confortable dentro del coche depende de que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento.

No obstante, si se activa la recirculación de aire durante un breve período de tiempo, puede acelerar el proceso, siempre y cuando se tenga en cuenta un factor importante: la recirculación de aire con una temperatura exterior muy baja puede provocar que los cristales se empañen.

Siguiendo con este importante consejo anteriormente dado, es muy fundamental destacar que la recirculación de aire aumenta la condensación en el interior del coche, lo que puede resultar en el empañamiento de los cristales. Por ende, se desaconseja su uso cuando la temperatura exterior es muy baja. De hecho, si la recirculación de aire está activada, suele desactivarse automáticamente al pulsar el botón de descongelación del parabrisas.

Adicionalmente, los sistemas de climatización suelen desactivar automáticamente la recirculación de aire después de un período de tiempo determinado o en circunstancias específicas, como una temperatura exterior muy baja.

Incluso, ciertos sistemas de climatización también activan automáticamente la recirculación de aire cuando se pone el coche en marcha atrás, con la finalidad de evitar que el humo y gases nocivos ingresen dentro del vehículo.

Los climatizadores modernos disponen de excelentes funciones avanzadas de automatización, como la activación de la recirculación de aire cuando la calidad del aire exterior es baja, o la desactivación cuando el ambiente dentro del coche está demasiado viciado. De todas maneras, no suelen ser capaces de detectar olores desagradables.

Entre los consejos curiosos que se encuentran en algunos manuales de servicio, se destaca el de no fumar en el coche con la recirculación de aire activada, ya que esto provocaría la acumulación de humo dentro del mismo. En cualquier caso, nuestro consejo general es evitar fumar dentro del vehículo en cualquier circunstancia.

¿El utilizar la recirculación de aire en el coche ahorra combustible?

Si se utiliza la recirculación de aire para ayudar al sistema de aire acondicionado a enfriar el coche en condiciones de alta temperatura exterior, efectivamente se podrá lograr un ahorro de combustible. No obstante, su contribución es limitada tanto en temas de duración como de efectividad.

Asimismo, como se mencionó anteriormente, el uso de la recirculación de aire se recomienda solo en ciertas situaciones y no se recomienda su uso constante, ya que esto puede incluso ser peligroso. Es por eso, que el ahorro de combustible que se puede obtener mediante su uso se limita a unos pocos minutos y solo en condiciones de temperatura exterior muy alta.

Lo que podemos afirmar con serenidad es que nunca lograremos un ahorro del 30% en el consumo de gasolina o diésel. Incluso al desconectar completamente el aire acondicionado en condiciones de alta temperatura exterior, no alcanzaremos tales niveles de ahorro. Debemos tener en cuenta que incluso prescindiendo del aire acondicionado, no lograremos ahorros tan significativos.

Tanto las estimaciones dadas por los fabricantes, que sitúan el aumento en el consumo de combustible debido al uso del aire acondicionado en un rango del 5% al 20%, lo cual ya parece bastante alto, como nuestra experiencia práctica, nos llevan a descartar la posibilidad de lograr un ahorro de combustible del 30%, es más, utilizando la recirculación de aire o desconectando por completo el aire acondicionado. Debemos tener en cuenta que esta estimación exagerada implicaría, en el caso de un coche diésel con un consumo real aceptable, reducir el consumo de combustible de alrededor de 4,5 litros/100 kilómetros a 3,15 litros/100 kilómetros.


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