Aquaplaning

En este artículo vamos a hablar sobre uno de los peligros que nos acechan en la carretera cuando circulamos con nuestros vehículos, y es que como imaginaréis son más de uno los riesgos de conducir, pero cuando hablamos de un contexto de lluvia, seguro que muchos os aparece una palabra en mente. Aquaplaning. ¿No sabes que es el aquaplaning ni porqué es tan peligro? ¡Veámoslo más en profundidad!

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Qué es el aquaplaning

Lo primero que debemos saber es que hay tras este concepto que ya deja entrever que hace referencia directa o indirectamente con el agua. El aquaplaning es una situación en la cual mientras conducimos bajo la lluvia y el asfalto se encuentra mojado, nuestros neumáticos pierden contacto directo y por ello adherencia sobre dicho asfalto.

Aquaplaning con nieve

No sólo podemos encontrar los efectos de aquaplaning en lluvia, si bien sería lo más común, en un entorno nevado también se puede dar esta casuística pues en zonas donde la nieve ha dejado de cuajar o simplemente por el paso de otros vehículos o aumento de temperaturas la nieve empieza a derretirse, también genera esa capa de agua que genera el efecto aquaplaning.

Aquaplaning en motos

Las motos son igualmente propensas a sufrir, incluso en mayor medida, los problemas del aquaplaning y es que la pérdida de adherencia del neumático delantero es prácticamente insalvable para un piloto y por ello en estos casos suele terminar en caída. Es por ello que más adelante veremos más detalladamente que puede ocasionar que seamos más vulnerables ante esta situación con el fin de evitar en la medida de lo posible que nos pueda suceder.

Aquaplaning en camiones

Los camiones cierto es que disponen de un mayor número de neumáticos, un peso superior y a su vez su velocidad media en un trayecto suele ser menor a la de un turismo o motocicleta, no obstante no por ello dejan de ser potenciales víctimas del aquaplaning. En estos casos  será igualmente importante tener en cuenta los consejos que a continuación iremos viendo.

Qué efecto produce el aquaplaning

Vamos a ver más en detalle que puede ocasionar este efecto y sobre todo como podemos minimizar las posibilidades de sufrir las consecuencias del aquaplaning.

Por qué es un gran peligro

Lo primero que hemos de recalcar es el porqué del peligro del aquaplaning o porque decimos que es un riesgo que nos acecha a todos en la carretera. Como hemos avanzado anteriormente, el aquaplaning supone una pérdida de contacto directo de nuestro o nuestros neumáticos con el asfalto. En esta situación lo que se sitúa entre dicho neumático y el asfalto es agua por tanto una substancia líquida y que hará que dicho neumático o neumáticos pierdan la adherencia. En esta situación el vehículo en cierto modo pierde el control y si se da en circunstancias como curvas cercanas, proceso de frenado o con el volante girado puede acabar en un accidente de tráfico al no poder mantener la trayectoria de nuestro vehículo como deseábamos.

Factores que favorecen su aparición

Pero vamos a ver más en profundidad cuales son los factores que pueden favorecer que este efecto se haga realidad y por tanto, por nuestra parte hacer las contrapartidas necesarias para que ello no suceda. ¡Tomar apuntes, puede ser pequeños gestos que os salven de un accidente!

Amortiguadores

Los amortiguadores de nuestro vehículo pueden ayudar a evitar o favorecer el efecto aquaplaning. Estos componentes encargados entre otros de permitirnos conducir de una forma más plácida aún y con terreno irregular pueden ayudar a que nuestros neumáticos acumulen agua en su parte delantera y posteriormente inferior al no gestionar correctamente la fuerza que emplea el amortiguador en esa zona. Por ello un mantenimiento preventivo de amortiguadores siempre es recomendable, sea o no por aquaplaning.

Ancho y presión de los neumáticos

Los neumáticos con un estado adecuado y con las medidas recomendadas por el fabricante ayudarán a evitar que suceda este efecto, no obstante llevar por ejemplo los neumáticos con una presión inferior a la necesaria puede favorecer que se acumule agua bajo el neumático creando pues esa capa de agua que denominamos aquaplaning y perdiendo con ello el control de nuestro vehículo. Revisar la presión de los neumáticos antes de que se haga evidente a la vista es otro trámite a realizar cada x tiempo para una conducción segura.

Comportamiento al volante

Otro aspecto fundamental será nuestra forma de conducir. Una variable importante en la aparición del aquaplaning es la velocidad a la que circulamos, siendo especialmente peligroso a altas velocidades. Si deseamos evitar esta situación deberemos circular a una velocidad inferior a los 80 km/h.

Dibujo del neumático

Un neumático no sólo ha de ser de la medida y con la presión correcta, su dibujo también ha de estar en buenas condiciones, para como en este caso, conseguir expulsar el agua que se va encontrando en su camino. Un neumático con el dibujo desgastado tiene mayor dificultad para hacerlo y mayor probabilidad de acumular agua.

Estado de la carretera

Si la carretera también se encuentra en mal estado y favorece la baja desaparición del agua de la misma. Esto favorecerá que los vehículos tengan que realizar mayor esfuerzo para conseguir evitar la acumulación del agua en sus neumáticos.

Meteorología

Una tempestad importante puede ocasionar que la acumulación de agua en las carreteras sea algo inevitable y por ello altamente peligroso para los conductores que por ella circulan. En estos casos deberemos actuar con precaución llegando incluso a parar hasta que la tormenta amaine.

Qué se debe hacer en caso de aquaplaning

Para evitar que el aquaplaning llegue a nuestras vidas, deberemos seguir una serie de consejos como los siguientes:

• Mantén tu coche en un estado correcto a través de revisiones periódicas
• Con lluvias fuertes recuerda reducir la velocidad durante el trayecto
• No conduzcas con neumáticos en mal estado, ello es peligroso con lluvia pero también sin ella
• Las carreteras son importantes por ello si bajo malas condiciones atmosféricas circulas por una vía en mal estado, es recomendable parar la marcha o aminorar aún más la velocidad