

Clasificación contable: Un contrato con opción a compra se considera leasing financiero, no renting operativo, ya que incluye la intención de adquirir el bien al final.
Registro del activo: El bien se registra en el balance como activo de la empresa, reflejando que podría pasar a ser propiedad.
Distribución de cuotas: Las cuotas se desglosan en amortización del bien y en intereses, en lugar de registrarse solo como gasto de alquiler.
Amortización del bien: El activo se amortiza a lo largo del contrato, mostrando su uso en la contabilidad.
Flexibilidad de adquisición: Al finalizar el contrato, existe la opción de comprar el bien y mantenerlo en los activos de la empresa.
Diferencia entre leasing y renting en contabilidad
Gasto deducible: Las cuotas de renting son un gasto deducible, lo que permite reducir la carga fiscal en el impuesto de sociedades.
No inmoviliza activos: Al tratarse de un arrendamiento operativo, el bien no se refleja en el balance, liberando capital y mejorando la capacidad de endeudamiento.
Mantenimiento incluido: En la mayoría de los contratos, el mantenimiento y seguro del bien están incluidos, facilitando la gestión y reduciendo gastos adicionales.
Flexibilidad de renovación: Al finalizar el contrato, es fácil cambiar el bien por uno nuevo, adaptándose mejor a necesidades cambiantes.
Requiere inmovilización de activos: El bien se registra en el balance como activo, lo que afecta la capacidad de endeudamiento y exige mayor capital.
Gastos de mantenimiento y seguros adicionales: En el leasing, los gastos de mantenimiento, seguros y reparaciones corren a cargo de la empresa arrendataria.
Amortización en contabilidad: Dado que se considera activo, requiere amortización en la contabilidad, lo que implica un seguimiento contable más detallado.
Obligación de compra: Generalmente, al finalizar el contrato, existe una obligación o fuerte incentivo de compra, lo que limita la flexibilidad de renovación del bien.








