Cambiar de nombre un coche de padre a hijo puede realizarse de diferentes formas, dependiendo del contexto y las circunstancias específicas. Existen varios métodos para llevar a cabo este proceso, que incluyen la tramitación en línea a través de la sede electrónica de la DGT, la realización del trámite de manera presencial en las oficinas de la Jefatura de Tráfico, o mediante gestorías especializadas que se encargan de todo el procedimiento. Además, el cambio de titularidad puede realizarse mediante una venta o una donación, según las circunstancias y el acuerdo entre ambas partes. Cada una de estas opciones tiene sus propios requisitos y costes asociados, y es importante tener en cuenta los documentos necesarios para facilitar el proceso de cambio de titularidad del vehículo.

Conoce el precio de cambiar la titularidad del coche de padre a hijo

Cambiar la titularidad de un coche de padre a hijo puede parecer sencillo, pero tiene algunas particularidades importantes. Este trámite puede ser necesario por diferentes razones, como la donación del coche o su falta de uso por parte del padre.

El proceso tiene un coste asociado que dependerá del tipo de transacción: donación o compraventa simbólica. La tasa de Tráfico para el cambio de titularidad es de 54,60 € (27,30 € para ciclomotores), y también hay que pagar impuestos según la transacción.

En el caso de donación, se abona el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, cuya cuantía varía según la Comunidad Autónoma y puede tener bonificaciones. Si se realiza una compraventa simbólica, se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que suele rondar el 4% del valor del vehículo.

¿Cómo transferir el coche entre familiares?

Cuando se trata de transferir un coche entre familiares, existen dos principales opciones: donación y compraventa simbólica. Cada una conlleva implicaciones fiscales diferentes y requiere ciertos trámites. Decidir entre ambas dependerá, sobre todo, del coste de los impuestos que deban pagarse.

La donación permite que el hijo reciba el coche sin necesidad de pagar al padre, pero implica abonar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Esta opción puede ser muy ventajosa en algunas Comunidades Autónomas, donde existen importantes bonificaciones para donaciones entre familiares directos.

En cambio, la compraventa simbólica consiste en simular una venta sin que exista un pago real. Aquí se paga el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que suele ser menor que el de Sucesiones y Donaciones, lo cual puede hacer esta alternativa más atractiva económicamente.


Documentación necesaria

  • DNI: Tanto del donante (padre) como del beneficiario (hijo). Es importante llevar el original y una copia.
  • Contrato de compraventa: En caso de que se haya optado por la vía de la compraventa simbólica, es necesario contar con un contrato de compraventa firmado por ambas partes. Este contrato debe reflejar claramente los datos del vehículo y de las personas involucradas en la transacción.
  • Impuesto de Donaciones: Si se realiza una donación, se debe presentar el justificante de pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, o bien la documentación que acredite la exención o bonificación aplicable en la Comunidad Autónoma correspondiente.

¿Cómo se hace la venta de coches entre familiares?


La venta de coches entre familiares se realiza siguiendo un proceso similar al de cualquier compraventa de vehículos, pero con algunas particularidades. Primero, se debe firmar un contrato de compraventa que incluya datos del vehículo y de ambas partes. Luego, es necesario acudir a la Jefatura de Tráfico para realizar el cambio de titularidad.

Para ello, se deben presentar documentos como el contrato firmado, el permiso de circulación y la ficha técnica del vehículo. Además, hay que pagar la tasa de cambio de nombre y, en algunos casos, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que varía según la Comunidad Autónoma. Finalmente, es recomendable solicitar un informe de matrícula para asegurarse de que todo se haya procesado correctamente.

¿Se puede comprar un coche y ponerlo a nombre del hijo o hija?

Una pregunta frecuente es si se puede comprar un coche y ponerlo directamente a nombre del hijo o hija. La respuesta es sí, se puede hacer, pero es necesario cumplir con ciertos requisitos y trámites. En este caso, el padre actúa como comprador del coche, pero en lugar de ponerlo a su nombre, lo inscribe directamente a nombre del hijo. Este tipo de operación es posible, siempre y cuando el hijo tenga la edad legal y los requisitos necesarios para ser titular de un vehículo.

En cuanto a los impuestos, si el padre decide comprar un coche nuevo y ponerlo a nombre del hijo, deberá pagar el Impuesto de Matriculación y el IVA correspondiente. Si se trata de un coche de segunda mano, se debe abonar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, como en cualquier otra operación de compraventa. Además, es importante tener en cuenta que, a efectos fiscales, el hijo será considerado el propietario del coche, por lo que deberá cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes, como el pago del Impuesto de Circulación anual.

En cualquier caso, es recomendable valorar todas las opciones antes de decidir cómo realizar la transferencia de un coche entre familiares. La donación y la compraventa simbólica son las opciones más comunes, pero cada una tiene sus particularidades y costes asociados, por lo que es fundamental analizar cuál es la más adecuada según las circunstancias personales y la Comunidad Autónoma en la que se realice la operación.

¿Se puede hacer online?

Sí, el cambio de titularidad de un coche se puede realizar online a través de la página web de la Dirección General de Tráfico (DGT), utilizando el sistema Cl@ve o un certificado digital. Se deben subir los documentos requeridos y abonar las tasas correspondientes para completar el proceso de forma digital.

Es posible comprar un coche y ponerlo a nombre del hijo o hija, siempre que se cumplan los requisitos legales y se realicen los trámites correspondientes. Sin embargo, es fundamental considerar los impuestos y las obligaciones fiscales asociadas, así como valorar las diferentes opciones disponibles, como la donación o la compraventa simbólica, para determinar cuál es la mejor alternativa según cada situación.