¿Qué es el rodaje de un coche y por qué sigue siendo importante?
El rodaje de un coche es el período inicial de funcionamiento en el que las piezas mecánicas, especialmente las internas del motor, terminan de ajustarse entre sí. Durante esta fase, componentes como los pistones, segmentos, válvulas, cigüeñal, árbol de levas y sistema de lubricación trabajan por primera vez en condiciones reales de uso, lo que genera un desgaste controlado necesario para optimizar la fricción y sellado.
Este proceso también aplica, en menor medida, a otras partes mecánicas como la caja de cambios, la dirección o los frenos. Si se realiza de forma correcta, el rodaje reduce el riesgo de averías prematuras, mejora el consumo de combustible a medio plazo y favorece una vida útil más larga para el conjunto del vehículo.

- Evitar aceleraciones bruscas o pisar el acelerador a fondo.
- No superar un régimen de revoluciones elevado: en gasolina, no pasar de 3.500 a 4.500 rpm; en diésel, mantenerse por debajo de 2.500 o 3.000 rpm.
- Variar la carga y la velocidad del motor, evitando circular largos periodos a un mismo régimen o velocidad constante.
- Calentar el motor suavemente al arrancar, sin exigir potencia hasta que alcance su temperatura óptima de trabajo.
- No remolcar ni cargar el vehículo en exceso durante los primeros kilómetros.
- Evitar trayectos excesivamente cortos en frío.
¿Hay que hacer rodaje a un coche nuevo?
A pesar de que la tecnología de fabricación ha evolucionado, no todos los fabricantes renuncian a este período inicial. Algunos incluso especifican recomendaciones concretas en el manual del usuario. Mientras que ciertas marcas ajustan sus motores en banco de pruebas antes de salir de fábrica, otras consideran que el asentamiento final debe realizarse en condiciones reales, bajo la conducción del propietario.
En vehículos con motor térmico, ya sean gasolina, diésel o híbridos, se mantiene la necesidad de conducir con suavidad al inicio. En cambio, en los vehículos 100% eléctricos no existe rodaje del motor como tal, ya que la propulsión se basa en sistemas eléctricos sin fricción mecánica interna. Sin embargo, siguen siendo aplicables los consejos relativos a frenos, neumáticos o suspensiones.





