Mientras conducimos podemos encontrarnos ante situaciones inesperadas que pueden llegar a colocarnos en contextos para los cuales no estamos preparados o simplemente no nos hemos visto previamente. Es por ello que estos casos, especialmente los más comunes dentro de su particularidad, son interesantes conocer, pues como dicen el saber no ocupa lugar y este conocimiento puede sacarnos de alguna que otra complicación.
En el artículo de hoy vamos a centrarnos en una de esas casuísticas inesperadas, nos referimos a cuando circulamos por un lugar con barro y nuestro vehículo queda atrapado en el mismo. ¿Te interesa? Perfecto, ¡te lo explicamos!
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Cómo sacar un coche del barro
A continuación vamos a detallar cada uno de los pasos que deberemos seguir si queremos salir de este barro que nos tiene atrapados. Recordar que si bien esta puede ser una buena alternativa en la mayoría de casos, si algo de lo aquí explicado no acabara de dar la respuesta esperada, deberemos llamar al servicio de grúas que tengamos vinculado a nuestro seguro de coche con el fin de que nos remolque hasta un lugar con terreno firme donde podamos proseguir la marcha.
No pises más a fondo el pedal del acelerador
En primer lugar, y contra lo que muchos piensan y hacen en un primer momento, cuando nos encontramos con nuestro coche atrapado en el barro, el acelerar más fuerte con el fin de salir de allí es, lejos de ser una buena idea, un modo de enterrar aún más las ruedas de nuestro vehículo. Por tanto y como primer paso, deberemos de parar de realizar esta acción si la estamos llevando a cabo. Como decíamos, al acelerar en un lugar sin adherencia, lo que estamos haciendo es retirar fango o barro que hay bajo nuestros neumáticos pero no nos movemos, con lo cual lo que hacemos es simplemente hacer más profundo el agujero en el que se encuentran nuestras ruedas.
No intentes empujar el coche por detrás
Otro aspecto que en un inicio podría parecer tener lógica es empujar el coche por detrás. En estos casos, al margen de la poca eficacia de la acción, corremos peligro nosotros mismos pues nuestras piernas pueden verse igualmente atrapadas y con un peso cada vez mayor que provocará un incremento de nuestro hundimiento en el barro.
Examina qué rueda o ruedas han perdido tracción
Lo que si deberíamos hacer desde dentro del coche a ser posible, es identificar cuales son las ruedas o en caso de ser únicamente una de ellas, la rueda, que ha perdido la tracción y que por tanto nos impide salir del barro. Conocer donde tenemos el problema nos permitirá poner una solución más concreta y efectiva.
Prueba a dar marcha atrás
Una opción que podemos intentar antes de realizar medidas de mayor complejidad será la de poner marcha atrás y acelerar de un modo suave. En ocasiones al cambiar el sentido de la marcha el neumático al empezar a circular en una dirección contraria puede situar una parte de neumático limpio y seco sobre el barro y que esta coja la suficiente adherencia como para permitir empezar a mover el coche hasta un lugar con mayor firmeza. Si eso se da, podremos salir del lugar a través de este método.
Gira la dirección del coche y acelera con suavidad
Otra de las opciones que podemos llevar a cabo es la de girar nuestra dirección y acelerar, nuevamente con suavidad. En esta ocasión si bien la parte del neumático que toca el barro es la misma, la zona de barro que pisaremos será ligeramente distinta. Si tenemos la suerte de que esa parte sea más firme, podremos llegar a desplazar el coche hacia una parte del barro menos húmeda y blanda.
Utiliza la palanca reductora
Si nuestro vehículo dispone de palanca reductora, podremos emplearla con el fin de intentar de allí gracias al a tracción del vehículo. Esta opción por motivos obvios no estará disponible para todo el mundo pero en caso de disponer de ella deberemos tenerla muy presente no sólo en estas situaciones sino en otras de terrenos complejos o subidas y descensos pronunciadas.
Examina las inmediaciones en busca de piedras, madera o maleza seca
Cuando todo lo anterior a fallado, deberemos intentar buscar métodos alternativos para obtener adherencia en nuestros neumáticos y poder salir de allí, es por ello que una alternativa puede ser la de buscar elementos que nos puedan aportar ese extra de firmeza. Maleza, piedras, palos, etc., pueden ser opciones interesantes, si son muy pesados puede darse el caso que también acaben hundidos en el barro, pero en caso de elegir un buen tamaño y peso, lo situaremos tras nuestras ruedas e intentaremos salir marcha atrás esperando que las ruedas encuentren en dichos elementos adherencia y nos permita ir desplazándonos lentamente hacia afuera.
Reduce la presión de los neumáticos
Otra opción la cual deberemos realizar con cuidado y como última medida, será la reducción de la presión de nuestros neumáticos. No sólo reduciremos peso sino que modificaremos la zona de contacto con el barro ampliando la misma. El neumático dispondrá de más zona en la cual apoyarse para desplazarse y será una alternativa para conseguir esa adherencia extra que tanto precisamos en esos momentos.
Esperamos que este artículo os haya gustado y os haya permitido conocer algunos tips que puedan llegar a seros de utilidad si en alguna ocasión llegáis a encontraros en esa tesitura al volante. Recordar que los nervios siempre juegan en contra y que comúnmente con una o varias de estas técnicas se consigue salir del barro.