¿Qué bombilla lleva mi coche?

Los coches poseen muchos componentes, equipamientos y características específicas que los hacen ser lo que son y además son elementos esenciales para una buena conducción. He aquí que la iluminación es un factor fundamental pues la mayoría de las cosas que los conductores son capaces de percibir lo hacen a través de la vista, por esto es preciso que se les preste atención a las bombillas de nuestro coche para que al momento de que estas ameriten un cambio se lo concedamos a tiempo. Al momento del cambio de bombilla pueden surgir unas cuantas dudas o confusiones sobre cuál es la que el coche utiliza por lo que será necesario fijarse muy bien en las que se tienen actualmente, las posibilidades que existen y cuál le va mejor a mi coche dependiendo de las características y ajustes con los que debe cumplir. Para hacer eso es importante saber lo más exacto posible qué tipo de bombilla es la que utiliza, por lo que te invitamos a leer el artículo siguiente, donde desarrollamos y mostramos todo lo que necesitas saber al respecto.

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Lo primero que hay que saber es que existen dos juegos o grupos de luces con las que un coche debe contar: las que sirven para iluminar el trayecto o camino, propio del conductor, por el que se circula y las que sirven para alertar al resto de los usuarios o conductores en la vía. Asimismo, es posible encontrar un conjunto de bombillas que corresponden más a los componentes que poseen, de lo que están hechas, de lo cual, independientemente es necesario poner atención a cuando las mismas ameritan un cambio pues es allí cuándo tendremos que saber con exactitud qué tipo de bombillas lleva el coche.

Tipos de bombillas de los coches

Las bombillas de un coche son un aspecto que no puede pasar desapercibido. Es muy notable percibir cuando las que se tienen ya no funcionan, bien sea a través de la intensidad de la luz que emiten, su color, etc. La cuestión es que una vez que esta situación se comience a suscitar lo ideal será cambiarlas por unas nuevas, esto con el fin de preservar la seguridad y la estabilidad a la hora de la conducción.

Para elegir las bombillas correctas para nuestro vehículo lo primero en lo que hay que fijarse es en las prestaciones de las mismas y cuáles se pueden o no instalar, esto también dependerá del tipo de coche y sus características. Lo que sí es que hay cuatro tipos de bombillas:

LED

Una de las más grandes y resaltantes ventajas de las bombillas LED es su vida útil, la cual puede alcanzar hasta las 10.000 horas, además de que a pesar de que suponen un gran reflejo de luz en realidad su consumo energético es significativamente bajo. Muchos piensan que este tipo de bombillas solo pueden ser instaladas en coches que vengan con faros LED de fábrica, pero en realidad esto no tiene que ser necesariamente así, ya que se puede hacer su instalación en coches que no las traigan de fábrica pero precisarán de una homologación.

Halógenas

Las bombillas halógenas son las más simples de fabricar, por lo que son las más habituales y comunes. La iluminación que ésta provee es muy parecida a la que podemos encontrar en nuestros hogares. Asimismo, se puede percibir que brinda una iluminación más potente de lo normal lo que se debe a que están formadas de tungsteno cubierto de un vidrio lleno de gas, el cual tiene un resultado multiplicador de la amplitud lumínica.

Láser

Las bombillas láser son las más jóvenes del mercado, son la última disposición en iluminación. Son muy innovadoras y cómodas, ya que permiten una presentación y ajuste mucho más pequeño y de varias formas, consumen menos energía logrando un nivel de hasta 30% menos que las anteriores y pueden llegar a iluminar incluso más que las luces LED.

Xenón

Es muy normal encontrar instaladas las bombillas de xenon en coches de alta gama. Emite una luz blanca gracias al gas llamado xenon y es muy similar a la luz diurna. Proporciona un alto nivel de iluminación con un consumo bajo y a pesar de que poseen un precio considerado elevado su vida útil es hasta tres veces mayor que las convencionales halógenas, lo que las hacen más rentables.

Las bombillas que lleva el coche

Un coche debe contar con dos categorías de luces denominadas comúnmente como exteriores e interiores. Entre las luces exteriores se encuentran las cortas o de cruce, las largas o de carretera, las intermitentes y las antiniebla, las cuales son para alumbrar el camino al conductor; y, entre las luces internas se encuentran las de posición, las intermitentes, las de frenado y las de marcha hacia atrás, las cuales son para prevenir a los demás conductores y usuarios de la vía. Estas luces corresponden al tipo de labor que ejecutan, su propósito dentro del conjunto vehicular; dependiendo el momento, se debe decidir cuál es la ideal para usarse.

Posición

Las luces de posición se encuentran ubicadas tanto en la parte delantera como en la parte trasera del vehículo. Estas son unas de las más importantes pues cuando los faros están encendidos funcionan como luces de seguridad auxiliares y que el resto de los conductores pueden ver, además son las básicas pues siempre deben ir encendidas cuando alguna de las demás está activada.

Antinieblas

Las luces antiniebla, tal y como su nombre lo indica, tienen el propósito de brindar mayor iluminación y visibilidad en la carretera cuando puede que esté cubierta de niebla, nube de polvo, nevada, tormenta u otros escenarios similares donde las condiciones meteorológicas sean adversas.

Frenado

Las luces de frenado son de carácter obligatorio y las mismas se encienden inmediatamente cuando el conductor pisa el pedal del freno, lo que les indica al resto de los conductores de la vía esta acción. Estas lucen son normalmente de color rojo.

Intermitentes

Las luces intermitentes son aquellas que tienen el propósito de indicar al resto de los vehículos que se tiene el deseo de cambiar la dirección, efectuar un cambio en la misma, de entrar o de salir del tráfico, etc. Pero, por ejemplo, si todas estas se encienden al mismo tiempo significa que hay una emergencia.

Marcha atrás

Las luces de marcha atrás son aquellas que se activan inmediatamente cuando el conductor realiza la maniobra específica de ir hacia atrás con el vehículo, es decir, en reversa o retroceso.