Los coches con cambio automático han ido ganando terreno a lo largo de los últimos años. Desde unos orígenes donde no eran especialmente populares, pasando por una racha en la cuales se asociaba más a personas que buscaban un modo de conducir “más sencillo” al evitar el uso del embrague y la palanca de cambio, se ha dado pasado a una imagen actual donde los cambios automáticos son sinónimo de comodidad pero también en muchas ocasiones de cierto prestigio, y es que marcas de todo tipo, incluyendo marcas de lujo como Ferrari o Rolls Royce incluyen este tipo de cambios en sus modelos actuales.
Con todo esto y con el cambio de paradigma que hemos visto, el interés por este tipo de cambio ha aumentado hasta el punto de ser una variable más a tener muy presente y ahí es donde entra este artículo, en el análisis de la tipología de cambios automáticos y es que dentro de ellos existe disparidad de opciones. ¿Te interesa? ¡Veámoslas!
Ver todas las ofertas de renting disponibles
¿Qué hace bueno a un cambio automático?
En primer lugar, vamos a ver qué es lo que hace “bueno” a un cambio de marcha automático. Se considera que para que un cambio automático sea correcto debe cumplir tres premisas, en primer lugar, que este sea fiable y que por tanto no nos de problemas durante la conducción. Si bien este punto puede sonar bastante obvio, lo cierto es que existen determinados sistemas de cambio automático que han demostrado dar más problemas que otros. Por otro lado, será importante su uso fluido y suave. Esto permitirá que el conductor y pasajeros no noten molestos tirones, sino que los cambios entre marcha se realicen de un modo poco identificable. Por último, será un punto a tener en cuenta sus resultados, entiendo como tal el rendimiento que ofrece.
Objetivos de un buen cambio automático
Nuestro cambio de marcha y siguiendo con lo indicado anteriormente, ha de poder ofrecernos una conducción cómoda, ágil y sin apenas notar acciones abruptas. Cierto es que en determinados momentos como cuestas muy pronunciadas o aceleraciones bruscas, esto no será tan fácil de gestionar, no obstante en una conducción habitual y tranquila sí será el objetivo del cambio. A ello y como hemos indicado anteriormente, la fiabilidad será sin duda un añadido imprescindible.
Cambio automático vs cambio manual
Los cambios automáticos distan en cierto modo del cambio manual pero sobre todo en lo que se refiere a la intervención del conductor. De un modo más interno y sin bajar al detalle pues cada tipología de cambio se diferencia de otras, serían sistemas similares si bien existe una centralita encargada de tomar las decisiones sobre cuando subir o bajar de marcha.
Tipos de cambio automático
Como hemos indicado al inicio de este artículo, existen diferentes tipos de cambio de marcha automáticos, veamos brevemente algunos de los más utilizados actualmente.
Cajas de cambio CVT o de variador continuo – Ideal para la ciudad
Este tipo de cambio denominado CVT es capaz de modificar la relación de su transmisión de forma repetida con el fin de ser lo más eficiente posible. Es por ello que muchos lo identifican como una opción muy recomendable para su uso en ciudad, donde las necesidades van variando según el contexto que de por sí es muy cambiante.
Convertidor par – Ideal si buscas confort
Es el, para muchos, primer cambio automático. Este tipo de cambio permite al conductor obviar totalmente el cambio de marchas, el coche es capaz de gestionar según sus necesidades el cambio y por ello genera en el conductor un confort al estar pendiente únicamente de volante, gas y freno.
Cambio de doble embrague (DSG) – Ideal para compactos
A grandes rasgos podríamos decir que el cambio DSG popularizado por Volkswagen, es una caja doble de cambios, de ahí el doble embrague, que permite que el cambio entre marchas se pueda realizar de un modo más eficaz y rápido y de este modo ganamos velocidad en la conducción. Para muchos uno de los mejores cambios de marcha que existen actualmente en el mercado.
Caja de cambios robotizada – Ideal para deportivos
Sistema de dos embragues, cada uno de ellos se encarga de una serie de marchas, por un lado las marchas pares y por otro las marchas impares. Algo que le permite, similar a como sucede con el DSG, ayuda a mejorar la velocidad del coche, algo que le ha ayudado a ser empleado especialmente en coches deportivos donde este aspecto resulta primordial.
Variador continuo o continuamente variable
También llamada CVT es una tipología de cambio donde se puede modificar la relación de cambio dentro de un rango determinado, de ahí su nombre de continuamente variable. Según las necesidades existentes en ese momento por la marcha, dicha relación se verá modificada.
Híbrida – Cada híbrido emplea la suya
El tipo de cambio híbrida o híbrido no es otra cosa que una manera de denominar a aquellos cambios que unen más de una tipología de las anteriormente vistas.
Esperamos que este artículo os haya ayudado a conocer mejor estos diferentes tipos de cambio automático. Como decíamos al inicio, este tipo de cambios están cogiendo más y más popularidad a la vez que más modelos van estableciéndolos como opcionales e incluso como único tipo de cambio disponible, es por ello que no está de más conocer sus diferencias y particularidades pues es bastante probable que en nuestra próxima elección de coches, nos encontremos con alguna de las opciones que disponga de cambio automático y tras este artículo podamos entender mejor de cual se trata y ello que implica.