Renting Fiat 500 C

La versión cabrio acentúa ese aire desenfadado y juvenil, ideal para disfrutar de un día soleado. La capota se abre y cierra de forma automática, una comodidad que no todos los descapotables ofrecen. La maniobra puede realizarse en marcha y eso, sin duda, es un punto a favor para los que no quieren perder ni un segundo de disfrute al volante.

En el interior, los acabados son coherentes con la estética exterior: elegantes paneles de grafito satinado y asientos confortables que garantizan una buena sujeción. Además, el sistema de infoentretenimiento es intuitivo y permite conectar fácilmente tu smartphone, algo esencial en un coche moderno. La música nunca falta gracias al sistema de sonido Beats, que con sus 400 vatios, ofrece una experiencia acústica muy satisfactoria.

A pesar de lo mucho que me ha gustado, hay aspectos que creo podrían mejorar. Por ejemplo, el espacio en las plazas traseras es algo limitado y la capacidad del maletero no es la más generosa del segmento. Aunque, en justicia, hay que mencionar que su tamaño compacto es idóneo para la ciudad. Además, la lista de deseos incluiría una regulación más versátil del volante y una mejor distribución de la altura de la banqueta.

En cuanto a la conducción, aquí entra mi lado más crítico pero también comprensivo. El motor, pequeño y eficiente, muestra un carácter perezoso en bajas revoluciones, algo que se nota en recuperaciones y arranques. No obstante, una vez que el motor está en su régimen óptimo, la vivacidad aparece y con ella el disfrute. La dinámica del coche es buena, especialmente en carreteras de montaña donde se muestra ágil y divertido.