En esta ocasión vamos a hablar sobre un tema que sin duda aún tiene mucho recorrido en el sector de la automoción pues no ha hecho más que empezar, nos referimos a la conducción autónoma, una tecnología utilizada cada vez más por marcas que apuestas por este tipo de evolución hacia una conducción con cada vez menor necesidad de interacción humana y mayor utilización de sensores, cámaras, etc. ¿Te interesa este apasionante y a la vez controvertido tema? ¡Pues vamos a conocer que se enconde tras él!
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¿Qué es la conducción autónoma?
En primer lugar, habría que definir a que nos estamos refiriendo al hablar de conducción autónoma, conducción autónoma es la capacidad de un vehículo mediante el uso de tecnología, de circular con mayor o menor interacción humana, a través de la información que este mismo vehículo recoge de su entorno. Esto abre por tanto una nueva forma de conducción, pero a su vez afecta a todo el ecosistema de circulación en general donde en un futuro pueden encontrarse en una misma carretera vehículos autónomos, semiautónomos o tradicionales.
De 0 a 5: cuáles son los diferentes niveles de conducción autónoma
Y como decíamos, existen varios tipos de vehículos ya en la actualidad, por ello resulta interesante conocerlos más a fondo para valorar tanto el punto en el que nos encontramos en la actualidad como al nivel que podremos llegar a encontrar en un futuro en nuestras carreteras.
Nivel 0: sin automatización de la conducción
En el nivel 0 encontraríamos los coches “actuales” sin ningún tipo de tecnología vinculada a la conducción autónoma. Este tipo de vehículos precisan 100% de la interacción humana para ser utilizados y circular.
Nivel 1: Asistencia al conductor
Un nivel por encima del anterior nos encontramos vehículos con tecnología denominada de asistencia al conductor, este tipo de vehículos cuentan con sistemas como los que se encargan de ajustar la velocidad de nuestro vehículo según la distancia vs el coche que nos precede en la carretera.
Nivel 2: Automatización parcial de la conducción
Siguiendo hacia la automatización del vehículos, encontramos el nivel 2 donde los vehículos ya disponen de nuevas tecnologías de ayuda a la conducción como el control de carril, donde el vehículo en detectar una salida o desviación vs el centro del carril por donde se circula, es capaz de virar con el fin de mantener el vehículo centrado.
Nivel 3: Automatización condicionada de la conducción
En el nivel 3 de automatización es el gran salto en la circulación autónoma, en este nivel los vehículos cuentan con la tecnología suficiente para en caso de activarse la misma, se pueda circular sin necesidad de interacción humana. Aquí el vehículo es capaz de circular sin que el conductor gestione volante ni pedales si bien siempre puede desactivar dicho sistema de un modo rápido con el fin de volver a una conducción pilotada por el conductor.
Nivel 4: Automatización elevada de la conducción
Un nivel al cual aún no hemos llegado y cuanto menos no será posible encontrarlo en nuestras carreteras en medio o largo plazo, ya que este nivel denominado automatización elevada de la conducción, permite la “distracción” del conductor sin peligro de accidente pues el coche se encarga de gestionar todo lo necesario para que el vehículo se mantenga en circulación y dirigiéndose a su destino.
Nivel 5: Automatización completa de la conducción
En cuanto al nivel máximo de conducción, el nivel 5, sería similar al 4 con la diferencia que literalmente podríamos dormir en el coche mientras viajamos por cualquier lugar desde un punto A a un punto B.
Ejemplos de coches según su nivel de automatización
Ejemplos de coches con los diferentes niveles de conducción autónoma serían:
Nivel 0: Dacia Duster.
Nivel 1: Mercedes Clase E.
Nivel 2: Peugeot 208.
Nivel 3: Mercedes Clase S.
Nivel 4: no disponible actualmente.
Nivel 5: no disponible actualmente.
Tecnología necesaria para la conducción autónoma
Los sistemas de conducción autónoma lejos de ser una tecnología que se basan en una centralita, etc., precisan de variedad de componentes que ayudan a proveer al sistema de información con la cual ejecutar correctamente cada orden para seguir circulando. Veamos algunos de estos componentes.
Sensores ultrasónicos.
Los sensores por ultrasonido serán los encargados de ir detectando que se encuentra alrededor del coche con el fin de evitar colisiones. Esta información sería similar a la que envían estos mismos sensores cuando son utilizados para ayuda al aparcamiento.
Posicionamiento y navegación por satélite.
Los sistemas de GPS serán imprescindibles a partir de ciertos niveles de automatización para poder situar al vehículo en todo momento con la máxima precisión. Ello permitirá conocer carreteras y trayectos a seguir para llegar al punto de destino. También ayudará a detectar problemas que puedan darse más adelante en el trayecto con el fin de cambiar de ruta de ser necesario.
Sistemas de navegación inercial.
Este tipo de sistemas de navegación permiten obtener tanto posición como velocidad, dirección, orientación, etc., de un elemento en movimiento en este caso nuestro coche así como lo que le rodea.
Sensores infrarrojos.
Los sensores infrarrojos también serán de importancia para recibir la información de los alrededores pues en definitiva el vehículo autónomo ha de estar informado de la misma manera o mejor de la que lo haría el conductor mediante su sentido de la vista.
Sistema de cámaras.
Las cámaras pondrán imagen a todo aquello que los sensores no pueden definir. No sólo es cuestión de saber a que distancia hay un elemento que puede hacernos colisionar, también ver que se está acercando por la derecha, que distancia tenemos en cada ángulo del coche vs otros elementos y ello sería demasiado complejo para hacerlo a través de sensores.
Radar.
Mediante ondas laser permite saber la situación de elementos así como su distancia.
Tecnología Lidar.
Mediante lanzamiento de señales láser se puede medir, con esta tecnología, las distancias de todos los objetos de nuestro alrededor de forma precisa.