En la ciudad de Oslo, capital de Noruega, su ayuntamiento ha subido en gran medida el precio de las recargas públicas y actualmente recargar un vehículo eléctrico es más caro que el repostaje de gasolina.
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El caso del país noruego
El país del norte de Europa de Noruega, es un pequeño lugar situado en el norte de Europa que se ha convertido en el país preferido para las personas que son grandes aficionados de la tecnología y para las personas que prefieren utilizar vehículos eléctricos. Pero los últimos acontecimientos, pueden hacer que la carga de un vehículo eléctrico tenga unos mayores costes que repostar gasolina.
Ventajas del vehículo eléctrico
Históricamente, el vehículo eléctrico tiene una gran cantidad de ventajas en el país de Noruega que ofrecen una explicación del motivo por el que se venden vehículos eléctricos, aunque tenga unas grandes reservas de petróleo. Las ventajas estaban relacionadas con la carga de batería gratis, peajes gratis o la exención del pago del 25% del impuesto de valor añadido y del impuesto de matriculación. Al producirse esta situación, era normal que el vehículo eléctrico tuviera una gran aceptación en el país del norte de Europa, pero poco a poco algunas de esas medidas se han visto reducidas o eliminadas.
Recorte de las ayudas al vehículo eléctrico
Las nuevas medidas adoptadas a partir del 1 de enero de 2023, harán que en el país noruego se produzca un recorte de las ayudas al vehículo eléctrico, por lo que no se producirán nuevas subvenciones lo que se traducirá en un aumento de forma generalizada de los precios de los vehículos.
Además, se producirá un aumento de forma significativa del precio de las recargas municipales en la capital de Noruega, Oslo, haciendo que el precio de la recarga de un vehículo eléctrico sea más caro que poder repostar gasolina. El ayuntamiento de la capital de Noruega, Oslo, ha decidido subir las tarifas de las recargas de forma exponencial, pasando a crecer el precio de (2,66 euros a 4,66 euros) en las horas de recarga durante el día, en el caso de la recarga nocturna el precio pasó de (1,24 euros a 3,33 euros).
La carga de una batería ha ido subiendo su precio desde el año 2019, aunque nunca había sido una subida tan abrupta como la actual, provocando una gran cantidad de críticas por parte de los consumidores. El vehículo eléctrico puede modificar la situación actual de compra en el país de Noruega, sobre todo en la capital, Oslo, por lo que cargar un coche eléctrico puede llegar a ser el doble de caro que poder llegar a repostar gasolina.
Situación de Europa
El caso de Noruega con el vehículo eléctrico, es una situación que puede llegar a extender al resto de Europa, ya que durante muchos años, el gobierno de Noruega incentivó la compra de vehículos a batería, formando en el año 2021, un 15, 9% del parque automovilístico estaría compuesto por los vehículos eléctricos. El país noruego es el que más energía hidroeléctrica cuenta y el 21,7% procede de fuentes fósiles, la mezcla energética producida una subida del precio de las recargas a nivel municipal.
El incentivo de vehículos eléctricos también tiene sus particularidades, ya que el estado ha recaudado menos dinero a través de los impuestos y el precio de la energía ha subido de forma considerable en Europa. Aunque Noruega es el país con más energía hidroeléctrica del mundo, el 21,7% de su electricidad procede de fuentes fósiles, según datos de 2021. Y ese mix energético explica la subida del precio de las recargas municipales.
Compra de un vehículo de gasolina o eléctrico
Existen diferencias en las ganancias de poder contar con un coche eléctrico o con un vehículo de diésel o de gasolina. Los coches eléctricos son el futuro durante los próximos años y serán los principales vehículos en las carreteras de España. El precio de la electricidad ha alcanzado durante el 2022, sus máximos históricos, pudiendo afectar de forma significativa a la posterior implantación del vehículo eléctrico a corto plazo, aunque la Organización de Consumidores y Usuarios considera que continúa siendo más rentable contar con un vehículo eléctrico que un coche de gasolina o diésel.
Recarga de un vehículo eléctrico
La venta de vehículos eléctricos no acaba de iniciarse de la mejor forma, siendo solamente vendidos en España un 5% de coches que sean eléctricos de forma puro en la totalidad del mercado. Durante los últimos meses, el precio de la electricidad ha aumentado y eso hace que muchos usuarios duden si deben pasarse a la movilidad eléctrica. En la actualidad, los principales inconvenientes del vehículo eléctrico son los precios más elevados que los modelos que sean de combustión tradicional, el tiempo de carga y la autonomía que consiguen ofrecer.
Para cargar los vehículos eléctricos, existen las llamadas electrolineras, unas estaciones que cuentan con varios puntos de recarga para los vehículos eléctricos, lugar en el que los usuarios conectan su vehículo para poder recarga la batería. El almacenamiento del vehículo, dependiendo de la capacidad del coche en concreto y del tipo de punto de carga, puede llenarse en menos de una hora en los puntos de carga más rápida y en unos veinte minutos se puede contar con una autonomía para cerca de cien kilómetros. Además, se puede pagar con aplicaciones móviles o con cualquier método permitiendo reservar, pagar y localizar las recargas con cierta antelación.
Precio del diésel y de la gasolina
Actualmente el precio del diésel y la gasolina se mantiene estable, aunque la media continúa a la baja, estableciéndose una brecha entre el precio de la gasolina y del diésel alrededor de los 8 céntimos el litro en favor de la gasolina. En España los efectos producidos por el recorte de cerca de dos millones de barriles de forma diaria en la producción de la OPEP producida durante el mes de noviembre no se ha traducido en una subida de forma notable del precio de los carburantes y del petróleo.
El elevado precio del diésel que estuvo por encima de la gasolina durante meses, se debe a la existencia de muy poca capacidad de refino a nivel europeo de forma combinada a la dependencia europea del diésel del país ruso que se han visto detenidas sus importaciones desde el comienzo de la guerra con Ucrania.