Saber dónde se encuentra tu coche es algo fundamental para su seguridad y eso lo puedes saber a través de diferentes métodos. Por ejemplo, los GPS son uno de los sistemas de localización de vehículos más básicos, aunque también existen otros tipos de equipos. Algunos de ellos son los rastreadores de GSM / GPRS, las etiquetas RFID, los marcadores o ya si vamos más allá las apps para el móvil. En el caso de que quieras localizarlo en un mapa, lo que tienes que saber es que vas a necesitar varios elementos para poder seguirlo.

En este caso, necesitas de un rastreador/transmisor en el vehículo para poder localizarlo, a la par que una red que te ayude a establecer las coordenadas geográficas. Sin olvidarnos tampoco de que es necesaria una plataforma para la recepción de los datos. Esto se consigue a través de un software de mapas que te ayuden a visualizar la ubicación del vehículo en un mapa. Si quieres saber más sobre la geolocalización de tu vehículo, sólo tienes que seguir leyendo este artículo.

¿Cuál es la base de la geolocalización de vehículos?

Antes de nada, debes saber que el GPS se creó inicialmente por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y que sus siglas quieren decir Global Positioning System, lo que viene a ser sistema de posicionamiento global. Por lo que, podemos decir que es un sistema de guiado por satélite. A partir de los años 90, se extendió a los ciudadanos de todo el mundo y es la base de los vehículos profesionales de geolocalización. Siempre que un coche, sea cual sea, tenga equipado un receptor GPS, se puede conocer en todo momento su ubicación. En este sentido, en tiempo real la posición se calcula continua y directamente, y para controlar en cualquier momento los movimientos del coche, los sistemas de seguimiento son el método más usado.

Si se quiere saber la ubicación en diferido, el GPS tiene en cuenta todos los datos de localización, para un posterior análisis. Si ya es bajo demanda, en caso de robo se tiene la opción de activar el geoetiquetado del coche. Viendo todo esto, podemos decir que el GPS tradicional es el sistema de seguimiento más típico. Este aparato se configura como un pequeño transmisor que logra geolocalizar el vehículo, con una precisión de 10 a 15 metros. Siempre tiene en su interior un chip electrónico y es capaz de captar señales por satélite que le hacen conocer la ubicación exacta del coche.

¿Qué tipos de GPS hay?

En primer lugar, podemos nombrar al GPS con pantalla. Este incluye un software de mapas para la visualización de la posición del vehículo en un mapa. Lo cierto es que se usan con mucha frecuencia para ayudar a la hora de conducir por carretera. En contraposición a este, se encuentra también el GPS sin pantalla, el cual es usado sobre todo para asegurar el seguimiento del vehículo. Este elemento es muy fácil de ocultar, algo que hace que casi no se pueda robar. Pese a esto, también puede ser utilizado como una ayuda a la navegación en caso de que tenga un comando de voz.

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Por su parte, las cajas de GPS pueden funcionar gracias a una batería y es que algunos modelos tienen la capacidad de hasta poder conectarse al encendedor de cigarrillos del coche. Debido al alto consumo de energía de estos dispositivos de seguimiento, se debe prestar atención a la potencia elegida.

Las cajas de GSM / GPRS

A diferencia de cómo funciona el GPS, el GSM/GPRS no usa ningún tipo de señales de satélite para geolocalizar el coche. Lo que usa son antenas GSM, las cuales son similares a las que puede utilizar un móvil. Este sistema GSM / GPRS se encuentra equipado por un módem, el cual logra enviar comunicaciones de voz. Además de estar equipado con una tarjeta SIM, el cual posee un paquete de datos adecuado. Dicho tipo de sistema GPS es conocido por ser bastante barato, pero necesita que el coche siempre se mueva por áreas donde haya red móvil.

En caso contrario, no podría geolocalizarlo, algo que no lo hace adecuado para viajar a zonas montañosas y zonas rurales con poca cobertura. También debes tener en cuenta que, cuando viajes al extranjero, la red GSM / GPRS pasa a itinerancia, lo que puede hacer que tenga un coste adicional.

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¿Con qué otros tipos de sistemas de seguimiento puedes geolocalizar tu coche?

Además de los sistemas anteriormente nombrados, también tienes otras opciones a tu disposición. En este caso, destacan la etiqueta RFID, la cual supone un pequeño dispositivo que contiene una etiqueta RFID. Cuando se usa esta etiqueta, se aconseja que se haga en áreas hostiles. Es decir, donde haya paredes gruesas, de metal o cerca del agua porque puede hacerlo.

El rastreador es otro de estos sistemas y es que se usa principalmente como prevención contra el robo. De hecho, algunos que son más sofisticados incluyen sistemas de alerta. Con ellos, se realiza el envío de un SMS cuando el coche se empieza a mover y a partir de ahí, se conoce cuál es su ubicación.

Geolocalización a través de las apps del móvil

El iPhone se lanzó en 2007 y a partir de ese momento, los móviles han ganado mucho terreno en el ámbito tecnológico. Hasta el punto de que ahora es posible localizar tu coche a través de ellos. Para ello, debes implementar un sistema de seguimiento mediante el smartphone, utilizando una app de geolocalización. Eso sí, es cierto que estas apps están algo más limitadas, pero también se pueden utilizar.

Esto que te comentamos hace que con ellas el vehículo no sea localizable de forma permanente. Es decir, sólo se va a poder saber cuando el conductor se encuentre a bordo. Por lo que, si te roban el coche, no sería posible saber dónde está con estas apps. Si hablamos de más desventajas, podemos decir que la batería y la autonomía son limitadas y sus costes son más altos ya que necesitan Internet para ello. Tampoco es posible que se recuperen los datos relacionados con el motor o conducción.