La historia de los coches clásicos de Rusia

En el país ruso, los diferentes automóviles creados vivieron en el exilio y siendo desconocidos para muchas personas durante décadas pero hoy en día siguen vigentes algunas marcas que nacieron durante la época soviética y alguna incluso ha llegado a España.

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Durante la época soviética se crearon diferentes marcas que no tuvieron que rivalizar con las extranjeras, siendo las principales marcas vendedoras  en ese momento concreto en la antigua URSS. Durante décadas se disfrutó de gran prestigio y popularidad aunque durante muchos años tener un automóvil fue un lujo que muy pocas personas podían permitirse, destacando principalmente los modelos que se destinaron a las clases dirigentes.

En las grandes ocasiones aparecían en la prensa occidental viajando a bordo de limusinas cuya apariencia no podía negar una clara inspiración estadounidense. El fabricante GAZ, ha vuelto a llamarse Nijni Novgorod nombre que acuñó durante la etapa soviética y que actualmente ha vuelto a utilizar, se centra en la producción de autobuses y camiones, al igual que a la fabricación de turismos que son destinados al mercado interior, siendo un claro ejemplo del tipo de mercado que existe actualmente en el país gobernado por Vladímir Putin.

Asia en el centro

Desde la apertura comercial de Rusia han transcurrido una serie de años, pero las grandes marcas nacionales siguen manteniéndose entre las primeras en el número de ventas. Pero sobre todo algunos modelos coreanos y europeos se han desarrollado de forma exponencial consiguiendo que se haya configurado un nuevo panorama en el mundo automovilístico dentro de las carreteras del país ruso. De hecho, son muchas las compañías foráneas que tienen presencia industrial en Rusia y producen allí gran parte de los coches que demanda el mercado nacional.

El caso concreto de marcas como Nissan, Renault, Toyota, Volkswagen, BMW, Kia, Citroën, Mazda, Hyundai, Mercedes y Mitsubishi producen y ensamblan piezas en terreno ruso al igual que su fabricación final tanto de su gama desarrollada a nivel internacional como de algunos más específicos para el mercado del norte de Europa.

Los coches que encabezan las diferentes matriculaciones son los llamados Vesta y los Lada Granta seguidos por los Volkswagen Polo, Kia Rio, Skoda Rapid, Lada Largus o el Hyundai Creta y Solaris.

Triunfo de Lada en España 

El importante grupo Auto Vaz que tiene su sede principal en Rusia, es conocido como Lada en España, siendo la única marca rusa que se ha asentado en el sector automovilístico español.

El modelo Niva 1600, llegó a España a mediados de los años 60 con un modelo innovador que pronto tuvo un gran éxito en los sectores de la España rural, gracias a su economía de mantenimiento, su aspecto robusto y su asequible precio. Actualmente el modelo todavía existe y se ha actualizado manteniéndose como uno de los coches con más ventas en Rusia. En España, ha vuelto a comercializarse durante diferentes períodos gracias a un importador.

Caída del telón de acero

Un evento histórico marca la historia del sector automovilístico, el 11 de septiembre de 1989 caía el Muro de Berlín y con ello se rompía la barrera física y psicológica que se había mantenido en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

La perspectiva automovilística de Rusia cambió de forma radical posteriormente. A principios del siglo XXI, el Gobierno de Moscú autorizó la entrada de marcas del sector automovilístico de origen extranjero provocando la llega de coches de gran popularidad como es el caso de los Kia Rio, los Ford Focus o el Hyundai Solaris que pronto alcanzaron un gran éxito y multiplicaron de forma exponencial sus ventas en el mercado.

Pocos supervivientes

Una de las marcas que sobrevivió a la Unión Soviética es UAZ, una empresa que se dedica a fabricar todoterrenos militares. Actualmente el fabricante es uno de los potenciales vendedores en el mercado con modelos diseñados hace más de 60 años que fabricaba durante los tiempos de la URSS, con un precio de mercado de más de 100.000 euros. El retraso tecnológico que tiene la marca UAZ, hace que no pueda vender en mercados en los que podría obtener unos mayores márgenes de beneficios, en el caso concreto de mercados como Europa, Australia o Norteamérica.

La marca número uno de ventas en Rusia es Lada con una tecnología similar a la de Dacia. También es peculiar el caso de Skoda, comprada por el grupo Volskwagen y el caso de Dacia que se encuentra bajo la supervisión de Renault siendo dos de las marcas más punturas en el mercado ruso.

Los coches clásicos de Rusia que estuvieron de moda en los años 60

Marcas caídas

Todos los acontecimientos que marcaron el siglo XX en Rusia, hicieron que ciertas marcas de gran prestigio queridas por la población,  como el caso concreto de GAZ que comenzó fabricando modelos de Ford bajo licencia pero que terminó desapareciendo finalmente.

Tras la caída de la Unión Soviética, GAZ intentó modernizar sus diseños, con el GAZ-31113 Volga, pero con un marketing y una difusión poco adecuada se quedó lejos de poder llegar a ser rentable. Una marca soviética icónica, es Moskvitch, creada a petición de Stalin como una marca de coche para el pueblo que durante décadas pobló las calles de la Unión Soviética. En el año 2006 se declaró en quiebra después de más de setenta y cinco años en el mercado, después de sacar su último vehículo en el año 2001.

Los dirigentes soviéticos confiaban en la fiabilidad de los Moskvitch y en los años 50 del siglo pasado intentaron exportarlos al mercado estadounidense, ya que la guerra fría que mantenían ambos países hacía que fuera mucho más complicado introducir un coche soviético en territorio estadounidense considerándose un auténtico triunfo para el país. Las altas exigencias y aduanas establecidas por Estados Unidos hizo imposible su inclusión en el mercado.

En los años 90, Moskvitch intentó diversificar sus versiones y para ello consigue un acuerdo con Renault. Para intentar exportar este tipo de coches, su principal argumento es su relación calidad-precio, pero las ventas acaban cayendo en picado. En el año 2006, la empresa acaba cayendo en bancarrota, siendo Renault la empresa que se queda con la antigua fábrica de Moskvitch. Actualmente, Renault ha devuelto la fábrica de Moskvitch a Moscú.