¡El CEO está de vacaciones! Hemos decidido REGALARTE 250€ si firmas con nosotros ANTES DE FIN DE AÑO (o cuando vuelva)
El ZIL 114 es un símbolo de opulencia soviética. Lanzado en 1967, este vehículo de lujo era exclusivo de la élite política. Su diseño ostentoso y su elegante interior lo posicionaban como un coche presidencial, alejado del alcance del ciudadano medio. Con un motor potente y prestaciones técnicas destacadas para la época, representaba la cumbre de la ingeniería automotriz soviética, siendo no solo un medio de transporte, sino también un símbolo de estatus y poder.
Cuando se trata de exclusividad, el ZIL 114 no tiene comparación. Conozca sus variantes de carrocería, concebidas para satisfacer las más altas demandas:
Cada variante del ZIL 114 es un tributo al lujo y la potencia, no solo un vehículo, sino una experiencia incomparable de supremacía y confort.
El año 1967 marcó el debut del ZIL 114, sucesor del prestigioso ZIL 111. Esta máquina del tiempo transporta a un periodo de grandeza automotriz soviética. Con una producción limitada y una vida útil hasta los años ’70, el ZIL 114 fue exclusivo de altos cargos del gobierno. Este automóvil no solo representaba avances tecnológicos significativos, sino también una era de sofisticación y poder. Los afortunados dueños de un ZIL 114 poseían una pieza clave de la historia automotriz, un verdadero clásico que trasciende décadas.
El ZIL 114 llegó con diferentes sabores de exclusividad. Aquí tienes las versiones más destacadas:
Imagina desplazarte por las calles con esa pieza de historia rodante. ¡Un viaje en el tiempo garantizado!
El ZIL 114 (1967) destila características técnicas sobresalientes. Aquí algunas de ellas:
El ZIL 114 es una obra maestra de la técnica, diseñado no solo para ser visto, sino para ser experimentado en cada kilómetro recorrido.
Comodidad9,6
Seguridad8,8
Calidad/Precio8,9
Diseño8,8
Si bien es difícil determinar un precio exacto por su exclusividad, poseer un ZIL 114 es entrar en un club de élite de coleccionistas y admiradores de la historia automotriz soviética.
La ficha técnica del ZIL 114 revela dimensiones generosas y un enfoque en el lujo y la comodidad. Los acabados interiores eran de primera, con materiales nobles y detalles artesanales. Sus medidas aseguraban un espacio interior amplio, digno de los dignatarios que lo disfrutaban.
El ZIL 114 se distinguía por su paleta de colores, que podían ir desde el sobrio negro hasta tonos más personalizados para reflejar el estatus del ocupante.
Las llantas del ZIL 114, robustas y elegantes, no solo complementaban el aspecto formidable del vehículo, sino que también aseguraban un desplazamiento suave y estable.
Imagínate acomodándote en los asientos del ZIL 114, un cacharro que rebosa lujo soviético por los cuatro costados. Aunque no esperes encontrar la ergonomía de un spa, la tapicería se te va a hacer bien confortable. Estamos hablando de piel auténtica, amigos, y madera que le da ese toque de distinción. El espacio, claro está, es más que generoso, porque estos rusos hacían las cosas a lo grande. La comodidad era sinónimo de estatus, ¡y vaya si lo conseguían!
Cuando el ZIL 114 salió a rodar, lo que importaba era la robustez. No te esperes mil airbags, pero sí una estructura que parece un tanque. Atrás quedaron esos tiempos, pero este coloso era sinónimo de seguridad en su era.
En el 67, ¿conectividad? Que va, pero tenía su radio para no viajar en silencio. Eso sí, una radio que hoy sería un objeto de coleccionista. Imagina sintonizar esas estaciones de onda larga mientras conduces este pedazo de historia.
Ponle unas llantas que impongan, sumándole faros antiniebla para esa niebla moscovita. ¿Un color exclusivo? Claro, aunque el negro era el rey. Cada detalle podía ser personalizado, pero siempre guardando la esencia del ZIL.
Desde maderas nobles hasta incrustaciones de lujo, los interiores del ZIL 114 podían ser tan personalizados como un sastre de Savile Row te hace un traje. Eso sí, con el sello inconfundible de la opulencia soviética.
Quien se hacía con un ZIL 114 en aquellos tiempos, seguro que no escatimaba en extras. Un paquete podía incluir desde acabados premium en los asientos hasta probablemente, si te movías en esos círculos, algún que otro gadget de esos que no están en el catálogo oficial. Un blindaje ligero, ¿quizás? O un sistema de comunicación que ni James Bond. Claro que sí, la customización era parte del juego con este vehículo.
No te cortes, si quieres algo especial, el ZIL 114 lo tenía en su lista de opcionales. Desde tapicería de diseño hasta sistemas de sonido que, aunque no eran de última tecnología, daban el pego. Imagínate ese toque personal que le podrías dar a un coche ya de por sí único.
El ZIL 114 (1967) viene equipado con un motor V8 que produce un rango de potencia de aproximadamente 300 caballos de vapor (CV).
La cilindrada del motor V8 del ZIL 114 es de 6.959 cc (6.9 litros aproximadamente).
El ZIL 114 ofrece una capacidad para 5 o 6 pasajeros, incluyendo al conductor, dependiendo de la configuración del interior.
El ZIL 114 tiene una velocidad máxima estimada en el rango de 190 a 200 km/h.
El ZIL 114 está equipado con una transmisión automática de 3 velocidades.
Sí, el ZIL 114 fue principalmente diseñado como un vehículo de lujo para altos funcionarios soviéticos y como limusina para desfiles oficiales.
El ZIL 114 tuvo algunas variantes, incluyendo la versión blindada y versiones convertibles utilizadas en desfiles.