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El ZAZ 968, lanzado en 1973, puede describirse como un vehículo compacto de tracción trasera diseñado para ofrecer una solución de movilidad accesible en la era soviética. Fabricado por Zaporozhets en Ucrania, contaba con un motor trasero, cuatro cilindros refrigerado por aire, y se preciaba de ser robusto y sencillo, pensado para el mantenimiento en condiciones de uso intensivo y climas fríos.
El ZAZ 968 no era el coche más glamuroso del mercado, pero vaya que tenía sus encantos. La versión básica tenía ese look cuadrado típico de los 70, pero si querías algo con más chispa, podías optar por el 968A, que venía con un motor más potente. También estaba el 968M, que era una especie de híbrido entre las dos anteriores. Eso sí, todos compartían ese aire de coche sencillo pero cumplidor que te llevaba a todas partes sin quejas.
En 1973, el ZAZ 968 hizo su debut con la promesa de movilidad democrática. Era un coche que, sin pretensiones de lujo, ofrecía lo básico para transportarse eficientemente. A lo largo de su historia, sufrió modificaciones y mejoras, adaptándose a los requerimientos de su tiempo y dejando huella en el sector automotriz. La producción del ZAZ 968 continuó, mostrando la capacidad de un modelo de mantenerse relevante a pesar del paso de los años.
Versión | Motorización | Particularidades |
ZAZ 968 | 1.2L | El modelo estándar |
ZAZ 968A | 1.2L Mejorado | Versión con mayor potencia |
ZAZ 968M | 1.2L | Mejoras en confort y diseño |
Descubre las versiones del ZAZ 968 que te permiten disfrutar de una experiencia de conducción auténticamente soviética, con la robustez y simplicidad que definen a este clásico.
El ZAZ 968 (1973) ofrecía una experiencia de conducción única con su motor trasero de 40 cv y una velocidad máxima de 120 km/h. Su diseño funcional, típico de la era soviética, reflejaba un compromiso con la durabilidad y la eficiencia, ofreciendo una opción económica para la movilidad personal y familiar.
Comodidad9,2
Seguridad9,3
Calidad/Precio8,7
Diseño9,5
En la década de 1970, el ZAZ 968 se presentó como una opción económica y accesible, especialmente diseñado para cumplir con las necesidades básicas de transporte personal y familiar. Sus precios, acordes con su perfil de mercado, lo posicionaron como una alternativa viable para aquellos que buscaban movilidad sin grandes desembolsos. La filosofía de diseño y fabricación perseguía la reducción de costes, lo que permitía a los consumidores adquirir un vehículo nuevo sin exceder su presupuesto, manteniendo el costo total de propiedad bajo, incluso en mantenimiento y reparaciones.
La ficha técnica del ZAZ 968 refleja su simplicidad: un motor de 1.2 litros con 40 CV, carrocería de dos puertas, y capacidad para cuatro ocupantes. Sus medidas compactas lo hacían ideal para la ciudad. Los acabados eran básicos pero funcionales, cumpliendo con los requisitos mínimos de confort y seguridad de la época. A pesar de su enfoque económico, ofrecía una robustez sorprendente, capaz de soportar las rigurosas condiciones climáticas y de carretera.
El ZAZ 968 (1973) no destacaba por una amplia paleta de colores, pero sí ofrecía opciones sólidas y atemporales para su carrocería. Los colores disponibles reflejaban la preferencia por la sobriedad y la funcionalidad más que por la expresión personal o tendencias de moda.
Las llantas del ZAZ 968 eran tan prácticas como el resto del coche, diseñadas para ser duraderas y fiables en todo tipo de carreteras. Simples pero efectivas, las llantas estaban pensadas para complementar la eficiencia y funcionalidad general del vehículo.
El ZAZ 968 se distinguía por un enfoque pragmático en su interior, adaptado a las necesidades y al poder adquisitivo de la época. Los asientos, aunque básicos, eran funcionales y ofrecían un confort relativo para los estándares de 1973. La tapicería, sencilla y resistente, estaba hecha para soportar el uso intensivo y las condiciones climáticas variables. Los detalles técnicos, como ajustes manuales de los asientos y una tapicería de vinilo fácil de limpiar, demostraban su propósito utilitario más que el lujo o la estética avanzada.
La seguridad en el ZAZ 968 era un concepto muy diferente al que conocemos hoy. Los equipamientos eran básicos, sin airbags o sistemas electrónicos de asistencia al conductor. La carrocería del vehículo proporcionaba una protección elemental, con una estructura rígida y zonas de deformación, diseñadas para absorber el impacto en situaciones de colisión. Sin embargo, para aquella época, detalles como el cinturón de seguridad —que comenzaba a ser un estándar de seguridad obligatorio en muchos países— eran un paso importante hacia la protección de los ocupantes del automóvil.
A mediados de los años 70, la conectividad y el audio en un ZAZ 968 se limitaban a lo más básico. Un radio AM, posiblemente con opción a FM, era todo el entretenimiento que se ofrecía. Los altavoces ofrecían una calidad de sonido modesta, pero suficiente para disfrutar de la música o las noticias durante el viaje. Lógicamente, no se disponía de opciones como conexión Bluetooth, puertos USB o sistemas de navegación integrados, características hoy día imprescindibles.
En términos de paquetes opcionales, el ZAZ 968 no contaba con la variedad que ofrecen los fabricantes modernos. Las opciones se centraban en mejoras prácticas, como un kit de herramientas para reparaciones sencillas o paquetes de mantenimiento prolongado, que incluían repuestos esenciales y consumibles. También era posible adquirir accesorios de invierno para los climas fríos, como calentadores adicionales o cadenas para la nieve, enfatizando su capacidad de adaptación a entornos difíciles.
Los opcionales para el ZAZ 968 eran bastante limitados. Se podía esperar una pequeña lista que incluiría mejoras funcionales más que estéticas o de confort. Por ejemplo, neumáticos de mayor duración, luces antiniebla para mejorar la visibilidad, o incluso forros para los asientos que ofrezcan una mayor durabilidad ante el desgaste. No obstante, el enfoque estaba puesto en mantener bajos los costos de producción y, por ende, el precio final para el consumidor, lo que limitaba significativamente la oferta de opcionales.
Calcular el seguro del ZAZ 968 implica tener en cuenta su antigüedad y su categorización como vehículo clásico. Esto puede influir en la prima de seguro debido a su valor histórico y a las piezas potencialmente difíciles de encontrar. Además, su tecnología de seguridad limitada puede incrementar los riesgos y, por tanto, el costo del seguro.
La potencia del motor del ZAZ 968 de 1973 varía entre 27 y 40 cv, dependiendo de la versión específica del modelo.
El motor del ZAZ 968 cuenta con una cilindrada de aproximadamente 1.2 litros.
El ZAZ 968 está diseñado para acomodar hasta 4 pasajeros.
La velocidad máxima del ZAZ 968 se sitúa en el rango de los 120 a 130 km/h.
El consumo medio del ZAZ 968 se estima en torno a 7-8 litros cada 100 km, variando según las condiciones de conducción.
El ZAZ 968 cuenta con tracción trasera.
El diseño interior del ZAZ 968 es bastante espartano y funcional, con un enfoque en la simplicidad y la utilidad más que en el lujo. El confort es básico, acorde a los estándares de los años 70.