El Volkswagen Taro de 1989 representa un hito singular en la historia de la marca alemana, pues es fruto de una colaboración con Toyota. Este vehículo de trabajo, básicamente una versión reestilizada del Toyota Hilux, fue diseñado para ofrecer una alternativa robusta y fiable en el segmento de las pick-up. Con una configuración de tracción trasera o tracción integral, el Taro aseguraba un desempeño sólido tanto en carretera como en terrenos difíciles. Su motorización y construcción eran sinónimos de durabilidad, y su cabina diseñada para ofrecer un nivel de confort adecuado para largas jornadas de trabajo.
El Volkswagen Taro ofrecía variantes de carrocería para adaptarse a las necesidades específicas de sus usuarios. Disponible en versión de cabina simple o doble, el Taro brindaba una solución flexible tanto para el transporte de pasajeros como de carga. La capacidad de carga variaba según la versión, al igual que las dimensiones de la caja. Técnicamente, el Taro compartía con el Hilux su reconocida fiabilidad mecánica, motores de cuatro cilindros y opciones de transmisión manual o automática, demostrando la versatilidad de esta colaboración germano-japonesa.
marcó el lanzamiento del Volkswagen Taro, un año significativo que vio cómo Volkswagen se aventuraba en el sector de las pick-up medianas con un modelo que prometía combinar la eficiencia alemana con la resistencia japonesa. Durante su producción, el Taro se mantuvo fiel a sus principios de robustez y funcionalidad, sin grandes cambios en su diseño o mecánica, destacando por su fiabilidad a lo largo del tiempo.
El Taro se presentó en distintas , cada una pensada para responder a las exigencias del mercado y de los profesionales. A continuación, se presenta una tabla con las versiones más destacadas:
Versión | Motorización | Tracción |
---|---|---|
2.4D | Diésel 2.4L | Trasera/4×4 |
2.4 | Gasolina 2.4L | Trasera/4×4 |
El Volkswagen Taro destacaba por su versatilidad y capacidad de adaptación a diferentes escenarios laborales. Con una cabina diseñada para la comodidad y un espacio de carga amplio y accesible, este vehículo era ideal para profesionales que requerían de una herramienta de trabajo fiable y eficiente. Además, la calidad de los materiales y el compromiso con la seguridad, reflejados en su construcción, hacían del Taro una opción segura y durable.
Comodidad8,5
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,6
Diseño9,5
En su época, el Volkswagen Taro ofrecía una relación calidad-precio competitiva, posicionándose como una opción atractiva para aquellos que buscaban una pick-up de rendimiento sólido sin el coste elevado de algunas alternativas. Aunque el precio variaba en función de la versión y configuración elegida, el Taro se mantenía accesible para pequeñas y medianas empresas, así como para autónomos que necesitaban un vehículo de carga confiable.
Las fichas técnicas del Volkswagen Taro reflejaban su funcionalidad y robustez. Los acabados eran prácticos y pensados para el trabajo diario, con medidas que permitían un fácil acceso a la carga y una maniobrabilidad adecuada, tanto en ciudad como en entornos rurales o de construcción.
La paleta de colores y pinturas del Volkswagen Taro era variada, ofreciendo opciones que iban desde tonos sólidos hasta algunos más vivos, permitiendo así personalizar el vehículo a gusto del cliente o necesidades corporativas. La calidad de la pintura garantizaba una buena resistencia a las condiciones laborales y ambientales.
Las llantas del Volkswagen Taro estaban diseñadas para soportar el peso y el uso intensivo característicos del trabajo diario. Robustas y duraderas, ofrecían una buena tracción y un comportamiento estable tanto en carretera como fuera de ella.
El Volkswagen Taro de 1989 ofrecía una cabina funcionaria que primaba la durabilidad y el uso práctico. Los asientos estaban diseñados para proporcionar comodidad incluso en largas jornadas de trabajo. La tapicería, aunque sencilla, estaba pensada para resistir el desgaste del tiempo y el uso intensivo. Los materiales utilizados eran resistentes y de fácil mantenimiento, lo que reflejaba la filosofía de Volkswagen de combinar utilidad con calidad.
Aunque la seguridad automovilística en 1989 no contaba con los avances tecnológicos de hoy, el Volkswagen Taro incorporaba las medidas de seguridad básicas de su época. Tenía cinturones de seguridad para todos los pasajeros y un diseño robusto que ofrecía una protección decente en caso de impacto. Los frenos eran eficientes para la época y proporcionaban la confianza necesaria para la conducción diaria. La visibilidad alrededor del vehículo era amplia, lo que contribuía a una conducción más segura. La estructura del Taro estaba diseñada para ser resistente, característica fundamental en un vehículo de trabajo.
La conectividad y el sistema de audio en el Volkswagen Taro eran modestos, reflejando la era y la finalidad del vehículo. Un radio AM/FM era el estándar de entretenimiento, adecuado para las necesidades básicas de sus usuarios.
Los paquetes opcionales estaban limitados, pero ofrecían mejoras en comodidad y funcionalidad, adaptándose a las necesidades específicas de cada cliente.
El Volkswagen Taro se presentaba como un vehículo versátil y adaptable a las exigencias del usuario. Por eso, incluía opcionales como llantas de aleación, faros antiniebla y elementos de personalización para la carrocería. En el interior, era posible optar por mejoras en los asientos y añadir un revestimiento más resistente. Además, Volkswagen ofrecía sistemas de almacenamiento personalizados, que permitían una organización más eficiente del espacio de carga. Todo esto facilitaba el ajuste del vehículo a las necesidades particulares de cada propietario, ya fuera para el trabajo o para actividades de ocio.
Calcular el seguro del Volkswagen Taro de 1989 implica considerar su clasificación como vehículo comercial y su edad. Las aseguradoras tienden a evaluar el riesgo en función del uso intensivo típico de estos vehículos y la disponibilidad de piezas. Además, la antigüedad del modelo puede influir en la prima al ser considerado un vehículo clásico. Es importante contar con coberturas adecuadas para responsabilidad civil, así como para daños terceros o propios, en función del tipo de uso que se le dé al vehículo.
El Volkswagen Taro 1989 ofrecía motores con un rango de potencia que variaba aproximadamente desde los 75 CV hasta los 105 CV, dependiendo de la versión y el tipo de motor escogido.
El Volkswagen Taro estaba disponible en varias configuraciones de carrocería, incluyendo variantes de cabina simple y doble, así como diferentes opciones de longitud para la caja de carga.
La capacidad de carga del Volkswagen Taro variaba entre 1.000 y 1.100 kg, dependiendo de la variante específica del modelo.
El Volkswagen Taro estaba disponible principalmente con tracción trasera, aunque algunas versiones podían contar con tracción en las cuatro ruedas.
El Taro contaba con opciones de motores que iban desde diésel hasta gasolina, con cilindradas que oscilaban entre 2.0 y 2.4 litros.
Sí, dependiendo de la versión del Volkswagen Taro, se podían encontrar configuraciones de dos asientos para la cabina simple y hasta cinco asientos para la cabina doble.
La velocidad máxima del Volkswagen Taro podía variar según el motor y la configuración del vehículo, pero en general, se encontraba en un rango de 140 a 160 km/h.