Con el fin de ayudar al pueblo valenciano, donaremos 150€ a Cáritas por cada renting contratado por alguien nacido o residente en Valencia/Albacete o afectado por la DANA.
El Volkswagen Brasilia, surgido en la década de los 70, fue un guiño a la modernidad manteniendo la esencia de la marca. Con un diseño compacto y funcional, ofrecía:
Su mecánica sencilla y robusta garantizaba una experiencia de conducción única, que muchos aún recuerdan con nostalgia.
Volkswagen lanzó el Brasilia en distintas variantes para ajustarse a las necesidades del mercado. Las diferencias se centraban principalmente en la cantidad de puertas y acabados, ofreciendo:
El Volkswagen Brasilia debutó en 1973, marcando una era en la industria automotriz brasileña. Durante su producción que se extendió hasta 1982, este vehículo evolucionó incorporando sutiles mejoras en diseño y mecánica. Se destacaban por:
A pesar de su cese de producción, el Brasilia sigue siendo un ícono de la cultura automotriz.
El Brasilia se presentó en múltiples versiones a lo largo de su vida útil. Cada modelo se diferenciaba por:
Estos aspectos hacían que cada Volkswagen Brasilia ofreciera una experiencia única al volante.
El Volkswagen Brasilia destacaba por su simplicidad mecánica y su eficiente aprovechamiento del espacio.
Comodidad9,3
Seguridad9,3
Calidad/Precio9,0
Diseño9,4
En su lanzamiento, el Volkswagen Brasilia se posicionó como una opción asequible y confiable. Aunque los precios variaban según el mercado y la inflación de la época, el Brasilia se mantuvo competitivo. Hoy en día, los precios para un Brasilia de colección pueden variar significativamente dependiendo del estado de conservación, la originalidad de sus piezas y la historia del vehículo. Los entusiastas del modelo pueden esperar pagar desde unos pocos miles de euros por un ejemplar necesitado de restauración hasta cifras considerablemente más altas por unidades en estado de concurso.
Las fichas técnicas del Volkswagen Brasilia resumen su robustez y funcionalidad, con medidas compactas y un aprovechamiento óptimo del espacio.
El Brasilia se ofrecía en una paleta de colores que reflejaba el espíritu de los años 70, con tonos vibrantes y acabados que han resistido el paso del tiempo.
Las llantas del Volkswagen Brasilia eran sencillas pero robustas, diseñadas para soportar las carreteras de la época y contribuir a la estética general del vehículo.
Dale, te cuento que el Volkswagen Brasilia del ’73 es todo un viaje retro. Imagínate acomodándote en esos asientos que, aunque no son el colmo de la tecnología moderna, tienen su aquel. Fabricados con materiales sencillos pero resilientes, ofrecen ese soporte que necesitabas en un viajecito por las calles empedradas. La tapicería, típica de la época, tiene esa vibra que te hace sentir en un capítulo de “Cuéntame”. No esperes ajustes electrónicos ni memorias programables, aquí lo que manda es la autenticidad y la nostalgia. Y oye, si te gustan las reliquias, te vas a sentir como pez en el agua con el interior de este clásico.
Si hablamos de seguridad en el Volkswagen Brasilia, tenemos que calzarnos las gafas de la época. Por aquellos tiempos, los airbags y los sistemas de ayuda al conductor eran ciencia ficción. Aquí, la seguridad era más básica, con cinturones de seguridad delanteros, una estructura razonablemente resistente y… poco más. Era una era en la que se confiaba en la destreza del conductor y en la robustez alemana para salir de los apuros. No obstante, para los estándares actuales, es un vehículo clásico y coleccionable, más que un parangón de seguridad.
Ahora bien, el sistema de audio del Volkswagen Brasilia se ajustaba al estándar de su tiempo: una radio AM/FM, con o sin casetera, que emanaba melodías y noticias a través de altavoces que jamás oyeron hablar de Bluetooth o USB. Olvídate de la conectividad y las pantallas táctiles; aquí, la conexión la hacías tú, sintonizando manualmente la rueda y ajustando el volumen con un mando que se sentía en los dedos. Era la banda sonora de una época, pura y sin filtros.
Entre los opcionales, el Volkswagen Brasilia permitía cierto margen de personalización. Los paquetes opcionales incluían mejoras estéticas y de comodidad, como revestimientos especiales o accesorios cromados, que permitían a cada propietario añadir un toque personalizado. Eran tiempos en que la individualización del vehículo no alcanzaba las sofisticaciones de hoy, pero aun así, el Brasilia ofrecía su pequeño repertorio para hacer de cada modelo algo único.
Para el Volkswagen Brasilia, los opcionales eran una forma de añadir un toque de distinción o mejorar la funcionalidad. Podías optar por neumáticos de diferente perfil, luces antiniebla para esos días con poca visibilidad, y hasta un techo solar para disfrutar del sol carioca mientras conducías por la ciudad de Río. No faltaban opciones de portaequipajes, fundamentales para los que querían llevarse la casa a cuestas en una escapada de fin de semana. Y en el interior, podías pedir accesorios como radios de mayor fidelidad o volantes deportivos, que daban un aire más contemporáneo a tu Brasilia. Todo para que pudieras dejar tu sello personal en un carro que ya de por sí era toda una declaración de estilo.
Determinar el coste del seguro para un Volkswagen Brasilia de 1973 implica considerar su condición de clásico. Las aseguradoras especializadas en vehículos históricos ofrecen pólizas que reconocen el valor singular de estos modelos. Se sugiere una evaluación detallada del estado del vehículo, sus piezas originales y su uso previsto para obtener una cotización precisa. Se recomienda asesorarse con expertos para garantizar una cobertura adecuada y ajustada a las necesidades del propietario y del coche.
El Volkswagen Brasilia ofrecía una potencia que variaba entre aproximadamente 44 y 60 CV (caballos de vapor), dependiendo de la versión y el año de fabricación.
Los motores del Volkswagen Brasilia disponían de una cilindrada que oscilaba entre 1.300 y 1.600 cc (centímetros cúbicos).
El Volkswagen Brasilia estaba diseñado para albergar hasta 5 pasajeros, incluyendo al conductor, con dos asientos delanteros y un asiento trasero para tres personas.
La velocidad máxima del Volkswagen Brasilia variaba según el modelo, pero se situaba en un rango aproximado de 120 a 140 km/h.
El Volkswagen Brasilia utilizaba gasolina como fuente de combustible, acorde a la tecnología de motores de su época.
Sí, el Volkswagen Brasilia contaba con diferentes variantes a lo largo de su producción, incluyendo diferencias en acabados interiores, opciones de motorización y elementos exteriores como faros y parachoques.
A pesar de ser un modelo clásico, existe un mercado de repuestos para el Volkswagen Brasilia, tanto nuevos como usados, a través de tiendas especializadas en repuestos de vehículos clásicos y plataformas de venta en línea.