El TVR Griffith es un clásico deportivo británico que no deja indiferente. Con su estilo agresivo y potentes motores, encarna la esencia purista del automovilismo. Es un coche que fue diseñado para emocionar, con una relación peso-potencia que garantiza una aceleración vertiginosa y un manejo que reta las habilidades del conductor. En resumen, un juguete para adultos con alma de competición.
El TVR Griffith ha pasado por varias etapas, cada una con su propia identidad. Desde su nacimiento en los 60 hasta su renacimiento en los 90, las variantes de carrocería han evolucionado, ofreciendo siempre un diseño distintivo y una experiencia de conducción visceral.
Desde su debut en 1963, el Griffith ha sido sinónimo de potencia y rendimiento. La serie original se mantuvo en producción hasta 1967, dejando un legado imborrable. Pero fue en 1991 cuando la marca decidió revivir el mito con una versión moderna, el Griffith 500, que mantuvo la producción en marcha hasta 2002. Esta reencarnación del Griffith combinaba tradición y modernidad, ofreciendo un rendimiento sorprendente que podía rivalizar con los superdeportivos de la época. El siglo XXI promete más con la prometida versión más actualizada y sofisticada del Griffith.
Desde el modelo inicial 200 hasta el poderoso 400 de los años 60, el Griffith ha ofrecido distintas versiones para satisfacer a los entusiastas. Más tarde, el Griffith 500, con su V8 de 5 litros, se convirtió en la referencia de la marca en los 90, y ahora se espera con ansias la última versión, que promete continuar el legado.
– Motor: V8 (diferentes cilindradas según versión)
– Tracción: Trasera
– Carrocería: Fibra de vidrio sobre bastidor tubular
– Transmisión: Manual
– Diseño: Deportivo de dos plazas
Estos son los rasgos que han definido al TVR Griffith a lo largo de los años.
Comodidad8,9
Seguridad9,4
Calidad/Precio8,8
Diseño9,2
La exclusividad y rendimiento del TVR Griffith se reflejan en su precio. Los modelos clásicos, en buen estado, pueden alcanzar cifras elevadas en subastas y ventas privadas. Por otro lado, se prevé que el nuevo Griffith no será para bolsillos modestos, siguiendo la tradición de la marca de ofrecer automóviles premium para un nicho de mercado que valora la singularidad y la emoción de conducir una máquina única.
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Los colores del TVR Griffith siempre han sido una declaración de intenciones. Con opciones que van desde el clásico British Racing Green hasta vibrantes rojos y azules, el Griffith se ha destacado por su paleta de colores tan potente como su motor.
Las llantas del TVR Griffith no son solo un componente más, sino una declaración de estilo y rendimiento. En los modelos de los 60, las llantas de acero o aluminio eran más sencillas, pero robustas y funcionales. Con la llegada del Griffith 500 en los 90, se introdujeron diseños más complejos y ligeros, buscando optimizar el rendimiento sin sacrificar la estética. Hoy en día, se espera que las llantas del nuevo Griffith sean obras de arte tecnológico, combinando materiales avanzados como el carbono y diseños que mejoren la aerodinámica y la disipación de calor, para mantener el control incluso en las condiciones más extremas.
El interior del TVR Griffith es un escaparate de artesanía y diseño británico, donde los asientos deportivos no solo brindan un soporte excepcional en las curvas más cerradas, sino que también ofrecen una comodidad excepcional incluso en los viajes más largos. La tapicería, disponible en una variedad de cueros finos y personalizables, refleja el lujo y la exclusividad que son sinónimos de la marca TVR. Cada detalle, desde las costuras hasta la ergonomía de los asientos, está meticulosamente concebido para crear una experiencia de conducción que es tanto refinada como emocionante.
TVR ha equipado al Griffith con una gama de características de seguridad que garantizan la tranquilidad mientras se disfruta del rendimiento del vehículo. Con un chasis ligero pero extremadamente rígido, el Griffith ofrece una protección óptima en caso de impacto. Además, los sistemas de control de tracción y estabilidad están calibrados para proporcionar un equilibrio perfecto entre seguridad y placer de conducción, permitiendo a los conductores explorar los límites del coche con confianza.
La experiencia sonora en el TVR Griffith se complementa con un sistema de audio de alta fidelidad, diseñado para entregar una calidad de sonido excepcional que se ajusta a la potencia y rendimiento del coche.
Elija entre una gama de acabados interiores para personalizar su TVR Griffith, añadiendo un toque personal y exclusivo que resalte aún más su individualidad.
Para aquellos que buscan aún más exclusividad, TVR ofrece paquetes opcionales que mejoran tanto la estética como el rendimiento del Griffith. Estos paquetes incluyen desde mejoras aerodinámicas hasta opciones de personalización del tren motriz, asegurando que su coche sea verdaderamente único.
Personalice su TVR Griffith con una selección de opcionales que realzan su carácter deportivo y su lujo. Desde sistemas de escape mejorados hasta soluciones de almacenamiento inteligentes, cada opción está diseñada para complementar la experiencia de conducción dinámica de este coche excepcional.
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Los modelos TVR Griffith ofrecen un rango de potencia que varía desde aproximadamente 240 hasta 500 cv (CV), dependiendo de la versión y las modificaciones aplicadas.
Los TVR Griffith suelen estar equipados con motores V8 y la cilindrada de estos propulsores puede oscilar entre 4.0 y 5.0 litros, en función del modelo específico y el año de fabricación.
El TVR Griffith es un deportivo biplaza, lo que significa que tiene dos asientos.
La velocidad máxima del TVR Griffith varía según el modelo, pero generalmente se sitúa en un rango que va desde los 250 hasta más de 300 km/h.
El TVR Griffith típicamente viene con una transmisión manual de cinco o seis velocidades.
El TVR Griffith es conocido por su excelente rendimiento en aceleración, pudiendo pasar de 0 a 100 km/h en un rango de tiempo que oscila entre 4 y menos de 5 segundos.
Los TVR Griffith están equipados con características de seguridad que incluyen frenos de disco ventilados, chasis rígido para protección en caso de vuelco y barras de protección laterales, aunque varían según el año de fabricación y las especificaciones del modelo.