El Toyota Tercel de 1990 es un testimonio de la ingeniería japonesa, centrada en la fiabilidad y eficiencia. Este vehículo, perteneciente a la cuarta generación, ofrecía:
La combinación de estas características aseguraba que el Toyota Tercel se mantuviera como una opción sólida y asequible en el mercado de coches compactos.
El Toyota Tercel 1990 se ofrecía en diferentes variantes de carrocería, cada una diseñada para satisfacer necesidades específicas del mercado:
La cuarta generación del Toyota Tercel fue lanzada en 1990 y se mantuvo en producción hasta 1994. Durante estos años, el vehículo se consolidó como una opción fiable y económica en su segmento, especialmente valorado por su durabilidad y bajo costo de mantenimiento.
Las versiones disponibles del Toyota Tercel 1990 incluían:
Cada modelo proporcionaba un equilibrio único de precio y características.
El Toyota Tercel 1990 se distinguía por:
Estas cualidades lo convertían en un vehículo atractivo para una amplia gama de consumidores.
Comodidad9,0
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,3
Diseño9,2
En el momento de su lanzamiento, el Toyota Tercel 1990 se posicionó como un coche accesible, con un precio inicial competitivo que variaba según el nivel de equipamiento y la versión escogida. Su valor de reventa se mantuvo estable gracias a la reputación de durabilidad de la marca.
Las fichas técnicas del Toyota Tercel 1990 revelaban un coche compacto pero bien aprovechado, con acabados que reflejaban la sencillez y funcionalidad japonesa, y unas medidas que facilitaban la maniobra en ciudad y el estacionamiento.
La gama de pinturas y colores disponibles para el Toyota Tercel 1990 era variada, permitiendo una personalización modesta pero adecuada a los gustos y preferencias de los consumidores de la época.
Las llantas del Toyota Tercel 1990 estaban diseñadas para equilibrar durabilidad y estilo. Se ofrecían distintas opciones de tamaño y diseño, dependiendo del modelo y versión, complementando la estética del vehículo y mejorando su comportamiento en carretera.
El Toyota Tercel de 1990 ofrecía un interior funcional y pensado para la comodidad del día a día. La tapicería y los asientos fueron diseñados con la sencillez característica de la época, pero sin descuidar el confort. Entre sus características se destacan:
El Tercel contaba con cinturones de seguridad delanteros y traseros, así como con apoyacabezas ajustables, enfocados en la protección de los ocupantes.
Para su época, el Tercel 1990 ofrecía una radio AM/FM básica, con la posibilidad de incluir un reproductor de casetes y altavoces de fábrica.
Los opcionales exteriores para el Toyota Tercel 1990 fueron limitados pero funcionales, incluyendo:
En cuanto a los opcionales interiores, se podía optar por:
Los paquetes opcionales para el Toyota Tercel incluían combinaciones de confort y aspecto, tales como el paquete deportivo con mejoras en la suspensión y el acabado exterior.
Ofrecía igualmente opciones de personalización en cuanto a color de carrocería y accesorios internos como fundas para los asientos.
Coberturas | Detalles técnicos |
Responsabilidad Civil | Asegura frente a daños a terceros |
Daños Propios | Protección para tu Tercel en caso de accidente |
Robo e Incendio | Cobertura ante sustracción o fuego |
Asistencia en Viaje | Apoyo inmediato en caso de avería |
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El Toyota Tercel de 1990 contaba con varias motorizaciones de gasolina, incluyendo versiones de 1.3 a 1.5 litros, con potencias que variaban aproximadamente desde los 70 hasta los 100 cv.
La velocidad máxima del Toyota Tercel de 1990 podía oscilar entre los 160 km/h y los 180 km/h dependiendo de la motorización y de la configuración específica del modelo.
El Toyota Tercel de 1990 tiene un total de cinco asientos, configurados en dos filas, siendo una berlina compacta diseñada para transportar cómodamente a pequeños grupos o familias.
El Toyota Tercel de 1990 se ofrecía con transmisiones manuales de 4 o 5 velocidades y con una automática de 3 o 4 velocidades, variando según la versión y el mercado.
El Toyota Tercel de 1990 se fabricó con varias opciones de carrocería, incluyendo versión coupé de dos puertas, sedán de cuatro puertas y en algunos mercados, una variante hatchback.
El consumo del Toyota Tercel de 1990 variaba, pero modelos típicos podían promediar entre los 6 y los 8 litros por 100 kilómetros, dependiendo de la motorización, el tipo de transmisión y las condiciones de conducción.
El Toyota Tercel de 1990 es conocido por ser un coche relativamente fiable y duradero, con un alto grado de satisfacción entre sus usuarios en términos de mantenimiento y funcionamiento a largo plazo.