Marca | Toyota |
Modelo | Starlet |
Año | 1990 |
Generación | 4ª (EP80/82/91) |
Disponibilidad | Internacional |
Estilo | Compacto urbano |
El Toyota Starlet de 1990 es un vehículo que destaca por su fiabilidad y eficiencia. Un coche compacto, ideal para la ciudad, con un diseño sencillo pero funcional. Esta generación supuso una evolución en términos de comodidad y prestaciones.
El Toyota Starlet de 1990 ofrecía diferentes variantes de carrocería, que incluían el hatchback de tres y cinco puertas. Estas opciones brindaban la posibilidad de elegir entre una mayor deportividad o practicidad, según las necesidades del conductor.
En 1990, el Toyota Starlet ya llevaba varios años en el mercado, ofreciendo a sus usuarios confiabilidad y buen rendimiento. Este año se mantuvo fiel a sus principios, con mejoras sutiles que continuaron su legado de eficiencia y durabilidad.
El Toyota Starlet de 1990 era reconocido por su motor de cuatro cilindros, que ofrecía un rendimiento adecuado con una eficiencia de combustible destacable. Además, su tamaño compacto facilitaba el manejo y aparcamiento en la ciudad. Los interiores, aunque no lujosos, eran cómodos y funcionales, con una disposición clara y sencilla del tablero y los controles.
Comodidad9,2
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,0
Diseño8,8
Los precios del Toyota Starlet de 1990 variaban según la versión y el mercado. Aunque era un coche accesible, su valor se mantenía gracias a la reputación de durabilidad y bajo mantenimiento de la marca. Este modelo se situaba como una opción atractiva para aquellos que buscaban un vehículo fiable y económico tanto en precio como en consumo y cuidados.
Las fichas técnicas del Toyota Starlet de 1990 detallaban las especificaciones de motorización, dimensiones y capacidades. Los acabados variaban desde básicos hasta más completos en las versiones superiores, con opciones que satisfacían diferentes gustos y necesidades.
La gama de colores del Toyota Starlet de 1990 incluía opciones clásicas y sobrias, con la posibilidad de elegir tonos más vivos para aquellos que buscaban destacar.
Las llantas del Toyota Starlet de 1990 eran sencillas, acordes con el carácter práctico y funcional del coche. Diseñadas para ofrecer un buen rendimiento y durabilidad, las opciones de llantas podían variar en diseño y tamaño, dependiendo de la versión del vehículo. Los usuarios podían optar por llantas de acero con tapacubos o, en versiones más equipadas, por aleaciones de ligereza y estética mejorada. La selección adecuada de llantas contribuía a la eficiencia de combustible y al comportamiento general del coche.
El Toyota Starlet (1990) destaca por su interior práctico y sin pretensiones, pero que ofrece confort y durabilidad. Los asientos del Starlet están diseñados para proporcionar soporte durante los viajes, y su tapicería, aunque básica, es resistente al desgaste diario. El modelo de 1990 mantuvo una estética sencilla pero funcional, con un habitáculo centrado en la ergonomía y la facilidad de uso. No se buscaba el lujo, sino la eficiencia y la confiabilidad, rasgos que han definido a este compacto a lo largo de los años.
A pesar de que los estándares de seguridad de los años 90 no eran tan exigentes como los actuales, el Toyota Starlet (1990) incluía características básicas de seguridad. Contaba con cinturones de seguridad para todos los pasajeros y una estructura que buscaba disipar el impacto en caso de colisiones.
Aunque la tecnología de conectividad de hoy en día no era una realidad en 1990, el Toyota Starlet ofrecía un sistema de audio funcional para la época. Con una radio AM/FM y un casetera, los usuarios podían disfrutar de su música preferida mientras conducían. Para aquellos que deseaban más, existía la opción de actualizar el sistema de sonido o instalar uno aftermarket. El enfoque de Toyota con el Starlet siempre fue ofrecer una base sólida con la posibilidad de personalización según las preferencias y necesidades del cliente.
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El Toyota Starlet (1990) permite una personalización a medida con una gama de opcionales. Puedes elegir entre diferentes tipos de tapicería para mejorar la estética interior, sistemas de audio avanzados para los amantes de la música o incluso elementos de confort como el aire acondicionado, que no siempre era estándar en los modelos de esta época. En cuanto a rendimiento, hay disponible una selección de piezas que pueden optimizar la conducción y la eficiencia del combustible. Toyota ofrecía estos opcionales para que cada conductor pudiera adaptar su Starlet a sus necesidades y gustos personales, manteniendo siempre un equilibrio entre calidad y precio.
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Compañía | Cobertura | Precio |
---|---|---|
Seguros Pepito | Todo riesgo | 300€/año |
AseguraYa | Terceros ampliado | 150€/año |
ConduceSeguro | Terceros | 100€/año |
El Toyota Starlet (1990) ofrecía motores con cilindradas que variaban generalmente de 1.0 a 1.3 litros, con potencias entre 54 y 105 CV, dependiendo de la versión y el mercado.
Los modelos de Toyota Starlet (1990) podían venir equipados con transmisiones manuales de 4 o 5 velocidades, o bien con una automática de 3 velocidades.
En función de la variante del motor, un Toyota Starlet (1990) podría alcanzar una velocidad máxima en el rango de 150 a 180 km/h.
El Toyota Starlet (1990) es un coche compacto que generalmente tiene 5 asientos, configuración típica para un vehículo de su tamaño en esa época.
El Toyota Starlet (1990) se fabricó con varias opciones de carrocería, incluyendo hatchback de tres y cinco puertas.
El consumo de combustible del Toyota Starlet (1990) podía variar, pero de manera general, se estimaba entre 5 y 7 litros por 100 km, dependiendo de la versión del motor y las condiciones de conducción.
El Toyota Starlet (1990) incluía características básicas de seguridad para su época, como cinturones de seguridad y una estructura reforzada en carrocería, pero carecía de opciones más avanzadas como airbags o sistemas de control de tracción.