El Toyota Celica de 1990 es un ícono deportivo de la era, que se distingue por su diseño aerodinámico y prestaciones que conquistaron a los aficionados de los coches deportivos. Con una gama de motores que ofrecen un equilibrio entre eficiencia y potencia, este modelo es reconocido por su fiabilidad y su capacidad para ofrecer una experiencia de conducción emocionante. La versión de 1990 forma parte de la quinta generación, la cual introdujo notables mejoras en rendimiento y comodidad, manteniendo la esencia de un vehículo que apuesta tanto por el estilo como por la funcionalidad.
Coupé | Cabriolet | 4WD Turbo |
El Toyota Celica de 1990 representa la quinta generación, lanzada en 1989 y producida hasta 1993. Este año en particular, se destacó por continuar la innovación y el legado de sus predecesores.
El Toyota Celica de 1990 ofrecía distintas versiones para satisfacer a una amplia gama de entusiastas del automovilismo:
– ST
– GT
– GT-S
– All-Trac Turbo (conocido en algunos mercados como GT-Four)
Cada una de estas versiones presentaba diferentes niveles de equipamiento y rendimiento.
Comodidad9,4
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,3
Diseño9,1
En 1990, el Toyota Celica se posicionaba en el mercado como un vehículo deportivo con una excelente relación calidad-precio. Los precios variaban según la versión y el nivel de equipamiento, pero en general, se consideraba accesible para aquellos que buscaban un coche con prestaciones deportivas sin el coste elevado de un superdeportivo.
Las fichas técnicas del Toyota Celica de 1990 ofrecían información detallada sobre las especificaciones de cada versión. Los acabados interiores y exteriores se podían personalizar con diferentes paquetes de opciones, mejorando así la funcionalidad y la estética según las preferencias de cada cliente.
La paleta de colores del Toyota Celica de 1990 incluía opciones que realzaban su diseño deportivo. Desde colores sólidos hasta metálicos, cada tono estaba pensado para complementar las líneas aerodinámicas y la imagen joven del vehículo. Los colores más populares de la época eran el Rojo Super Red y el Azul Dark Blue Pearl.
Las llantas del Toyota Celica de 1990 eran un elemento clave en su diseño. Disponibles en diferentes tamaños y diseños según la versión, contribuían a la estética y al rendimiento del coche. Las opciones iban desde llantas de aleación ligera hasta diseños más robustos para la versión All-Trac Turbo, todas ellas diseñadas para soportar las altas demandas de un vehículo deportivo y mejorar su agarre y estabilidad en carretera.
El Toyota Celica de 1990 ofrecía un habitáculo deportivo y confortable, con asientos que brindaban un soporte lateral excepcional, esencial en la conducción deportiva. La tapicería, disponible en materiales de alta calidad, presentaba un diseño distintivo que enfatizaba su carácter deportivo. Los detalles en la costura y los acabados eran un claro reflejo del cuidado y la precisión japonesa. La ergonomía del puesto de conducción estaba pensada para mantener todo al alcance del conductor, haciendo que la experiencia de manejo fuera tanto placentera como segura.
El Toyota Celica de 1990 incorporaba varias características de seguridad que eran avanzadas para su tiempo. Destacaban el sistema de frenos antibloqueo (ABS) y los cinturones de seguridad con pretensionadores, que reducían el riesgo de lesiones en caso de un impacto. La estructura del vehículo estaba diseñada para disipar la energía de los choques, protegiendo así el habitáculo. Además, la visibilidad era un punto fuerte gracias a su amplia superficie acristalada y al diseño delgado de los pilares.
La unidad de audio del Toyota Celica de 1990 era avanzada para su época, con una radio AM/FM y reproductor de casete, además de ofrecer la posibilidad de instalar un CD.
Llantas de aleación exclusivas |
Spoiler trasero aerodinámico |
Faros escamoteables |
Techo solar eléctrico |
Control de crucero |
Asientos con ajuste eléctrico |
Sistema de audio premium |
Aire acondicionado automático |
El Toyota Celica de 1990 podía equiparse con diversos paquetes opcionales, como el paquete deportivo, que incluía mejoras en la suspensión y el sistema de escape para un rendimiento superior.
El Toyota Celica de 1990 ofrecía una amplia gama de opcionales que permitían personalizar el vehículo a gusto del consumidor. Entre estos, destacaban elementos como un sistema de sonido de calidad superior con ecualizador gráfico, techo solar eléctrico y un pack de luces de niebla para mejorar la visibilidad. Asimismo, se podía optar por un paquete aerodinámico que incluía faldones laterales y un spoiler trasero más pronunciado para realzar la estética y la funcionalidad. Para el interior, los asientos de cuero y los ajustes eléctricos para el conductor añadían un toque extra de comodidad y lujo. Los amantes de la conducción deportiva podían elegir el paquete de suspensión deportiva, que ofrecía una experiencia de manejo más firme y precisa.
Para calcular el seguro del Toyota Celica de 1990, es importante tener en cuenta factores como la edad y el historial de conducción del asegurado, el uso que se le dará al vehículo y la cobertura deseada. Las opciones incluyen desde la responsabilidad civil obligatoria hasta seguros a todo riesgo con o sin franquicia. Es recomendable comparar presupuestos de diferentes compañías para encontrar la mejor relación calidad-precio. Además, la instalación de sistemas antirrobo puede reducir la prima del seguro.
El Toyota Celica de 1990 ofrecía varias motorizaciones que iban desde los 1.6 litros con 105 CV hasta los 2.0 litros GT con hasta 204 CV en su versión turbo.
El Toyota Celica de 1990 estaba disponible en dos tipos de carrocería: coupé y liftback, ofreciendo un diseño deportivo y diferenciado para cada versión.
El Toyota Celica de 1990 contaba con una capacidad estándar para 4 pasajeros, incluyendo al conductor.
El consumo de combustible del Toyota Celica de 1990 variaba en función de la motorización, pero generalmente se consideraba moderado para los estándares de su época, especialmente en las versiones de menor potencia.
El Toyota Celica de 1990 disponía tanto de transmisiones manuales de 5 velocidades como automáticas de 4 velocidades, dependiendo del modelo y las preferencias del comprador.
El Toyota Celica de 1990 incluía características de seguridad como barras de protección lateral en las puertas y cinturones de seguridad delanteros y traseros, pero no contaba con las tecnologías avanzadas de seguridad actuales.
La velocidad máxima del Toyota Celica de 1990 variaba según la motorización, oscilando entre 190 km/h en las variantes de entrada de gama y superando los 230 km/h en las versiones más potentes turbo.