El Toyota Celica de 1987 es una joya de la ingeniería japonesa que encarna la mezcla perfecta entre deportividad y fiabilidad. Diseñado para los entusiastas del automovilismo, el Celica destaca por su llamativo diseño aerodinámico y su comportamiento equilibrado en carretera. La versión de 1987, parte de la cuarta generación, trae consigo un interior más espacioso y un aspecto más moderno, consolidándose como un vehículo que despierta pasión tanto en conductores jóvenes como en coleccionistas.
El Toyota Celica de 1987 se presentó en diversas variantes de carrocería, permitiendo a los compradores elegir la que mejor se adaptara a sus preferencias y necesidades. Estaban disponibles tanto en versiones coupé como liftback, cada una con su propia distinción estética y aerodinámica. La variante descapotable, aunque menos común, ofrecía una experiencia de conducción al aire libre para aquellos que buscaban una dosis extra de libertad y emoción. Cada modelo mantenía la esencia deportiva del Celica, pero con particularidades que lo hacían único.
El año 1987 fue significativo para Toyota, ya que marcó la consolidación del Celica como un referente en su segmento. La cuarta generación, introducida en 1985, continuó su evolución con mejoras en rendimiento y confort, haciendo que el modelo de 1987 se destacara por su madurez técnica y su diseño adaptado a los estándares de la época.
El Toyota Celica de 1987 se ofrecía en distintas versiones, cada una enfocada en satisfacer diversas expectativas del mercado:
El Toyota Celica de 1987 es reconocido por su construcción robusta y su diseño orientado a la performance. Ofrecía una gama de motores que iban desde un confiable 1.6 litros hasta un más potente 2.0 litros, algunos incluso con tecnología de doble árbol de levas en cabeza (DOHC). Su tracción delantera era complementada con una suspensión que equilibraba confort y deportividad. El interior estaba bien equipado, con un diseño ergonómico que ponía al alcance del conductor todos los mandos necesarios para una conducción placentera.
Comodidad9,0
Seguridad9,1
Calidad/Precio8,9
Diseño9,5
En su año de lanzamiento, el Toyota Celica de 1987 ofrecía un rango de precios competitivo, reflejando su diversidad de versiones y equipamiento. Los precios variaban dependiendo de la motorización, el nivel de acabado y los extras seleccionados, permitiendo una buena relación calidad-precio dentro del segmento de coupés deportivos.
Las fichas técnicas del Toyota Celica de 1987 ofrecían información detallada sobre sus especificaciones. Los acabados disponibles iban desde los básicos hasta los más lujosos, con medidas que garantizaban un buen equilibrio entre espacio interior y dimensiones deportivas.
La gama de pinturas del Toyota Celica de 1987 era extensa, ofreciendo colores que iban desde los clásicos blancos y negros hasta tonalidades más atrevidas y vibrantes. La calidad de la pintura era alta, proporcionando una durabilidad y brillo que realzaba las líneas deportivas del vehículo. La elección de color se convertía así en una declaración personal del dueño, reflejando su estilo y gusto por la estética automotriz.
Las llantas del Toyota Celica de 1987 eran un componente clave en su estética y rendimiento. Estaban diseñadas para complementar la agresividad y elegancia del coche, con opciones que variaban en tamaño y diseño, incluyendo aleaciones ligeras que optimizaban la dinámica de conducción. La selección de llantas era amplia, permitiendo a los propietarios personalizar su vehículo para destacar tanto en la ciudad como en la pista.
El Toyota Celica de 1987 ofrecía un interior que combinaba comodidad y un diseño deportivo. Los asientos estaban diseñados para proporcionar soporte y confort durante la conducción. Disponibles con tapicerías de distintos materiales, incluyendo opciones de tela y cuero, se adaptaban a las preferencias de cada conductor. La ergonomía era una característica destacada, con ajustes manuales o eléctricos para encontrar la posición de manejo ideal. Los detalles como costuras contrastadas y el logo de Celica bordado aportaban un toque de exclusividad y deportividad al habitáculo.
En términos de seguridad, el Toyota Celica de 1987 estaba equipado con características que buscaban proteger a sus ocupantes. Aunque los estándares de seguridad han evolucionado considerablemente desde entonces, el Celica contaba con estructura reforzada en puntos críticos, cinturones de seguridad y un sistema básico de frenos antibloqueo (ABS) en algunas versiones. A pesar de no tener los avanzados sistemas de seguridad actuales, el Celica era un vehículo sólido para su época.
La experiencia de audio en el Toyota Celica de 1987 estaba marcada por la tecnología de la época. Contaba con un sistema de sonido AM/FM y, en algunos casos, reproductor de casetes con controles accesibles desde el panel central. La conectividad moderna no era una característica presente en esos años, pero el Celica ofrecía una experiencia auditiva adecuada para disfrutar de la música durante el viaje.
Los opcionales exteriores para el Toyota Celica de 1987 incluían elementos como llantas de aleación de diseño exclusivo, spoilers traseros para mejorar la aerodinámica y techo solar eléctrico, que aportaban un carácter más deportivo y personalizado al vehículo.
Entre los opcionales interiores, se podían seleccionar detalles de acabado en madera o metal y sistemas de sonido mejorados para una experiencia de conducción más placentera y personalizada.
Los paquetes opcionales ofrecían combinaciones de equipamiento para el Toyota Celica de 1987, que permitían a los compradores optimizar el rendimiento o mejorar la comodidad y el estilo del vehículo de manera integral.
Algunos opcionales destacados incluían el control de crucero para viajes largos y la dirección asistida para una maniobrabilidad mejorada.
Para calcular el seguro del Toyota Celica de 1987 es importante considerar factores como la antigüedad del vehículo, el uso que se le dará, y el perfil del conductor. Compañías aseguradoras ofrecen diferentes tipos de cobertura, desde la responsabilidad civil básica hasta seguros a todo riesgo, dependiendo de las necesidades específicas.
El Toyota Celica de 1987 venía con una gama de motorizaciones de cuatro cilindros que iban desde los 1.6 litros en las versiones de entrada hasta los 2.0 litros en las variantes más potentes, con potencias que oscilaban entre los 90 y 190 cv aproximadamente.
La velocidad máxima del Toyota Celica de 1987 variaba según la motorización y configuración del vehículo, pero en general podía situarse en un rango de 180 a 230 km/h.
Sí, el Toyota Celica de 1987 estaba disponible en varias carrocerías, incluyendo el coupe de dos puertas y el liftback, ofreciendo así opciones para diferentes gustos y necesidades.
El Toyota Celica de 1987 podía estar equipado tanto con transmisiones manuales de cinco velocidades como con transmisiones automáticas de cuatro velocidades, dependiendo de la versión y las preferencias del consumidor.
El Toyota Celica de 1987 era un vehículo deportivo que normalmente contaba con 4 asientos, ofreciendo un habitáculo orientado a la ergonomía y al confort de los pasajeros, aunque con un espacio trasero más ajustado en comparación con vehículos familiares.
Para la época, el Toyota Celica incluía algunas características de seguridad consideradas avanzadas, como frenos de disco, un chasis más rígido y, en algunas versiones, frenos ABS; sin embargo, no contaba con la tecnología de seguridad pasiva y activa que es estándar en los vehículos modernos.
El Toyota Celica de 1987 ofrecía varias opciones de personalización que incluían distintos colores de carrocería, accesorios como aletas y alerones, y en algunos mercados, paquetes deportivos con mejoras en suspensión y rendimiento del motor.