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El Tata Sierra de 1991 fue un adelantado a su época. ¡Vamos a hablar de su robustez y diseño único! Este coche destacaba por su espacio interior y ventana trasera fija que era toda una novedad. Tenemos que mencionar su tracción trasera, ideal para esos terrenos complicados, y el motor diésel que prometía durabilidad. ¡Un verdadero tanque indio!
El Sierra originalmente llegó en una única variante de carrocería: un SUV de tres puertas bastante futurista para su época.
El 1991 fue clave para Tata Motors: presentaron su primer SUV, ¡y dejó huella! Se trataba de un vehículo robusto, adaptado a las duras condiciones de la India. Su lanzamiento marcó el inicio de una nueva era para Tata, y aún hoy, el Sierra sigue siendo un icono.
El Tata Sierra se ofrecía básicamente en una versión con ciertas amenidades opcionales. Lo que tenía en común eran:
– Motor Diésel atmosférico de 2.0 litros
– Tracción trasera
– Sencillez mecánica
Claro, había diferencias mínimas en equipamiento, pero seguía siendo ese clásico indio sin pretensiones.
Motor | Diésel 2.0L |
Potencia | 68 CV |
Tracción | Trasera |
Carrocería | SUV de 3 puertas |
Transmisión | Manual de 5 velocidades |
La comodidad era decente y su equipamiento de serie estaba correcto para la época.
Comodidad8,9
Seguridad8,9
Calidad/Precio9,3
Diseño9,3
Hablando de pasta, el Tata Sierra era bastante asequible en comparación con otros SUVs de su era. Tenía un gran balance entre costo y durabilidad, posicionándolo como una opción económica para aquellos que querían un vehículo robusto sin desembolsar una fortuna. Claro, los precios variaban según el mercado y los accesorios adicionales, pero siempre se mantuvo como una opción accesible.
El Sierra contaba con una ficha técnica que reflejaba su practicidad. Sus dimensiones generosas ofrecían buen espacio interior y su acabado, aunque sencillo, era resistente y funcional.
La paleta de colores del Tata Sierra era bastante estándar para la época, con opciones que iban desde el blanco clásico hasta un verde oscuro que resaltaba su perfil aventurero. Esos colores, con el tiempo, se convirtieron casi en una seña de identidad del modelo.
Las llantas del Sierra no apostaban por la espectacularidad. Fuesen de acero o las opcionales de aleación, estaban diseñadas para soportar el trote diario sin complicaciones. Eran duraderas, como el resto del vehículo, y perfectas para su propósito.
El Tata Sierra de 1991 ofreció un interior distintivo con asientos diseñados para maximizar la comodidad durante los viajes largos. La tapicería se presentaba en materiales resistentes, capaces de soportar el desgaste diario. La configuración de los asientos permitía una experiencia de viaje relajante, gracias a la amplia habitabilidad y a los respaldos ajustables que proporcionaban un buen soporte lumbar.
Pese a su época, el Tata Sierra incorporaba características de seguridad que incluían cinturones de seguridad robustos y un chasis reforzado. La visibilidad era un punto fuerte, gracias a su amplia superficie acristalada y a los espejos retrovisores de buena dimensión.
La tecnología de conectividad y audio en el Tata Sierra era básica para los estándares actuales, pero cumplía con las expectativas de la época. El sistema de sonido ofrecía una recepción clara de radio AM/FM y la posibilidad de reproducir cassettes, con altavoces distribuidos estratégicamente para una experiencia auditiva envolvente.
En el catálogo de opcionales exteriores, el Tata Sierra proponía añadidos como rines de aleación de diseño exclusivo, neumáticos de mayor rendimiento y accesorios de protección como defensas y barras de techo, que no solo mejoraban la estética sino que también incrementaban la funcionalidad del vehículo.
Los opcionales interiores incluían mejoras en la tapicería, como revestimientos de mayor calidad y detalles estéticos en madera o metal. Los sistemas de aire acondicionado y calefacción mejorados también estaban disponibles para aumentar el confort en todas las condiciones climáticas.
Los paquetes opcionales ofrecían una combinación de mejoras tanto estéticas como de rendimiento, permitiendo a los propietarios personalizar su Tata Sierra según sus preferencias y necesidades de conducción.
Entre los opcionales se encontraban sistemas de seguridad avanzados para la época, como frenos ABS y airbags para el conductor. También se podía optar por sistemas de entretenimiento mejorados, con componentes de audio de alta fidelidad y la introducción de reproductores de CD.
Al calcular el seguro para un Tata Sierra de 1991 es importante considerar factores como la edad del vehículo, el historial de siniestralidad y el tipo de cobertura deseada. Las opciones típicas incluyen seguro a terceros, terceros ampliado y todo riesgo. Es recomendable comparar presupuestos de diferentes aseguradoras para encontrar la mejor relación calidad-precio.
El Tata Sierra de 1991 ofrecía un rango de potencia que variaba aproximadamente entre 68 y 90 CV, dependiendo de la variante del motor y del año de fabricación.
Los motores disponibles para el Tata Sierra tenían una cilindrada que oscilaba entre los 1.9 y los 2.0 litros.
El Tata Sierra es un vehículo utilitario que típicamente ofrecía un total de 5 asientos, incluyendo el del conductor.
El Tata Sierra podía alcanzar una velocidad máxima que variaba entre los 135 y los 150 km/h, según las especificaciones del motor y otros factores.
El Tata Sierra venía equipado con una transmisión manual de 5 velocidades.
El consumo de combustible del Tata Sierra podía variar significativamente, pero en general se esperaba que estuviera en un rango de 8 a 12 litros por cada 100 kilómetros, dependiendo del tipo de conducción y de la motorización específica.
El Tata Sierra estaba disponible con motores tanto diésel como de gasolina, para adecuarse a las necesidades y preferencias de diferentes consumidores.