¡El CEO está de vacaciones! Hemos decidido REGALARTE 250€ si firmas con nosotros ANTES DE FIN DE AÑO (o cuando vuelva)
El Tata Estate irrumpió en el mercado automotriz en 1992, como respuesta a la creciente demanda de vehículos familiares en India. Este coche destacó por su diseño tipo station wagon, ofreciendo una capacidad notable para pasajeros y carga. Entre sus características se incluyen:
Concebido principalmente para el mercado interno, su oferta interesó por su valor práctico y económico.
El Tata Estate se ofreció básicamente en una única variante de carrocería, la station wagon. Sin embargo, durante su ciclo de vida, experimentó algunas actualizaciones menores en detalles técnicos, como mejoras en el sistema de suspensión y en componentes internos del motor.
El Tata Estate fue lanzado al mercado en 1992, posicionándose como una opción asequible y robusta para el segmento de station wagons durante la década de los 90.
Si bien el Tata Estate no contaba con una gama amplia de versiones, se ofrecieron distintas configuraciones, principalmente ajustándose a los niveles de acabado y equipamiento:
Cada versión buscaba adaptarse a las diferentes necesidades y presupuestos de los consumidores.
El Tata Estate es conocido por su sencillez y su enfoque utilitario, sin dejar de ofrecer una experiencia de conducción cumplidora.
En cuanto al equipamiento de serie, el Tata Estate contaba con lo básico para ofrecer una experiencia de conducción digna sin lujos superfluos.
Comodidad8,7
Seguridad9,8
Calidad/Precio9,8
Diseño8,5
Con un precio de entrada competitivo, el Tata Estate se posicionó como un coche accesible. La estrategia de ofrecer un modelo económico blindó su popularidad en un mercado sensibles al coste como el indio.
Las fichas técnicas del Tata Estate revelan un enfoque práctico, con acabados correctos y medidas generosas que destacan su capacidad como station wagon. La funcionalidad fue un eje central en su diseño.
La gama de colores del Tata Estate era acorde con la sobriedad del modelo, ofreciendo tonos que enfatizaban su diseño práctico y su vocación familiar.
Las llantas del Tata Estate reflejaban su carácter utilitario. Con opciones que priorizaban la durabilidad sobre la estética, el coche mantenía un perfil bajo, pero confiable en el ámbito de la movilidad.
Vaya, entrar al Tata Estate es como un viaje en el tiempo. Los asientos son de ese tipo robusto, que evoca resistencia más que mimos al trasero. La tapicería, con su diseño a lo retro, no es precisamente lo que diríamos de alta gama, pero tiene su encanto, ¿sabes? Con espacio para toda la familia, este carro te deja claro que sus diseñadores pensaron en largos viajes por carretera, aunque sin mucha pomposidad.
En cuanto a la seguridad, el Tata Estate de esos años no venía precisamente repleto de tecnología punta. Pero oye, tenía lo básico para que te sintieras seguro: cinturones, frenos aceptables y una carrocería que parecía aguantar lo suyo.
Si esperas encontrar conectividad Bluetooth o puertos USB en un coche de los 90, vas listo. Pero el Tata Estate no decepciona en su esencia con una radio que, aunque básica, cumple con su función de amenizar el viaje con esas cintas de cassette que tanto nos gustaban.
Los extras en el exterior eran escasos pero significativos. Podías optar por cosas como llantas de aleación, que le daban otro toque al vehículo, o barras en el techo para el equipaje extra, algo super útil para los aventureros.
Dentro, la cosa cambia. Podías elegir detalles como un aire acondicionado para no deshidratarte, elevalunas eléctricos para no desencajarte el hombro, y hasta un mejor revestimiento de los asientos para subir un poquito la categoría.
Aunque era un modelo sencillo, el Tata Estate ofrecía algunos paquetes para personalizar tu experiencia. Estos incluían mejoras en el sistema de audio, con altavoces de mayor calidad, o paquetes de seguridad con faros antiniebla y un sistema de frenado más avanzado. Eran detalles que hacían que el coche se sintiera un poco menos “básico”.
En la lista de opcionales, podías agregarle al Tata Estate un poco de sabor con cosas como pintura metalizada, distintos diseños de tapacubos, y hasta un alerón trasero para darle un aire deportivo y moderno para la época.
Tipo de cobertura | Detalles a considerar |
A terceros | Opción básica y económica |
Todo riesgo | Máxima protección para tu coche |
Terceros ampliado | Cubre más que la opción básica |
Para calcular el seguro del Tata Estate, es importante considerar el tipo de cobertura deseada. Las opciones varían desde la básica “a terceros” hasta la completa “todo riesgo”. Cada una ofrece distintos niveles de protección y precio, adecuados a las necesidades y presupuesto del propietario.
El Tata Estate de 1992 venía equipado con un motor diésel de 1.9 litros que ofrecía un rango de potencia que podría variar entre aproximadamente 65 y 75 CV, dependiendo de la versión específica del modelo.
El Tata Estate ofrece una configuración de asientos para cinco pasajeros, brindando así un espacio cómodo tanto para el conductor como para los ocupantes.
El Tata Estate de 1992 puede alcanzar una velocidad máxima en un rango de 140 a 155 km/h, dependiendo del estado del vehículo y las condiciones específicas de la variante del motor.
El Tata Estate se caracteriza por un maletero espacioso, con una capacidad que puede oscilar entre 450 y 500 litros, lo cual lo hace adecuado para transportar equipaje o carga voluminosa.
El Tata Estate estándar venía equipado con una transmisión manual de 5 velocidades, proporcionando una experiencia de conducción directa y controlada. No se ofrecieron variantes automáticas en ese momento.
El Tata Estate de 1992 incluía opciones de seguridad básicas para su época, como cinturones de seguridad y barras de protección en las puertas, pero carecía de las tecnologías avanzadas de seguridad que se encuentran comúnmente en los vehículos modernos.
El consumo de combustible del Tata Estate de 1992 varía, pero en general se puede esperar un rango de consumo de entre 7 y 10 litros cada 100 km, dependiendo del tipo de conducción y las condiciones del vehículo.