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El Rover MGF es un roadster que se destaca por su combinación de estética clásica y modernidad mecánica. Incorpora un motor de gasolina que ofrece una experiencia de conducción ágil y divertida, gracias en parte a su tracción trasera y su configuración de motor central. Las suspensiones de tipo Hydragas contribuyen a un manejo equilibrado y confortable. Disponible inicialmente con una gama de propulsores 1.8i de 120 CV y la versión VVC de 145 CV, ofrece un rendimiento dinámico que armoniza con su diseño distintivo.
El Rover MGF se lanzó en 1995 y se mantuvo en producción hasta 2002. A lo largo de su vida, presentó diversas versiones, siendo el 1.8i y el más potente VVC los más destacados. Además, se ofrecieron variantes especiales como el MGF Trophy 160, que contaba con un motor afinado para mayor potencia y mejoras en la suspensión y los frenos.
Hablemos de lo que trae el MGF de serie: un motor de 1.8 litros, disponible en sabores de 120CV y 145CV en la versión VVC. Incorpora un sistema de suspensión Hydragas ajustable. Además, es un coche con un lote de buenas sensaciones al volante y claro, ese look roadster que tanto gusta.
Comodidad9,6
Seguridad9,6
Calidad/Precio9,3
Diseño8,9
Cuando el MGF era nuevo, su precio de salida era competitivo para su segmento de roadster medianos. Hoy en día, un MGF de segunda mano puede variar considerablemente en precio dependiendo de su estado y kilometraje. Los modelos bien conservados con pocas millas pueden alcanzar precios sorprendentemente altos para coleccionistas y entusiastas, mientras que las unidades que requieren algún tipo de restauración se encuentran en el mercado a precios accesibles.
Las fichas técnicas del Rover MGF gasolina revelan una variedad de acabados que podían incluir detalles de lujo, como asientos de cuero y sistemas de sonido avanzados. Las medidas del MGF lo definen como un coche compacto, con suficiente espacio para ofrecer comodidad a sus dos ocupantes y un maletero que, sin ser excesivamente amplio, es adecuado para la categoría de los roadsters.
El MGF se ofreció con una gama de colores que iba desde los clásicos y elegantes hasta los más atrevidos y deportivos, permitiendo cierto grado de personalización para los compradores.
El diseño de las llantas es un componente clave en la estética del MGF. Inicialmente, venían con opciones de 15 pulgadas, pero podían montar hasta 16 pulgadas en versiones más deportivas como el Trophy 160. Las llantas no solo complementan el aspecto visual del vehículo sino que también influyen en la dinámica de conducción, proporcionando un agarre y respuesta acorde a la naturaleza deportiva del MGF.
El Rover MGF Gasolina ofrece un habitáculo con un diseño que busca combinar comodidad y refinamiento.
El Rover MGF fue diseñado teniendo en cuenta la seguridad del conductor y los pasajeros.
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Pese a su lanzamiento en los años noventa, el Rover MGF incluye opciones de conectividad actualizadas en modelos posteriores como radios con capacidad para CD y MP3.
Entre los opcionales exteriores destacados, el Rover MGF proponía una gama personalizable con elementos como llantas de aleación de distintos diseños, capotas de lona de variados colores y kits de carrocería deportivos.
Para personalizar el interior, los clientes podían optar por distintos acabados del panel de instrumentos, inserciones de madera o aluminio y sistemas de iluminación ambiente.
Los paquetes opcionales del Rover MGF permitían mejorar la experiencia de conducción a través de conjuntos de mejoras en suspensión, frenos y sistemas de escape deportivos.
Además, se ofrecían distintos accesorios como fundas de coche a medida y sistemas de alarma mejorados.
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Los motores del Rover MGF Gasolina pueden variar en potencia, con rangos aproximados de 120 a 160 CV, dependiendo del año de fabricación y de la versión específica del modelo.
La cilindrada de los motores del Rover MGF puede oscilar entre 1.6 y 1.8 litros, lo cual permite equilibrar eficiencia y rendimiento del vehículo.
El Rover MGF es un vehículo deportivo biplaza, por lo tanto, cuenta con dos asientos.
La velocidad máxima del Rover MGF se sitúa en una horquilla aproximada de 190 a 225 km/h, dependiendo de la versión y las especificaciones del motor.
El Rover MGF generalmente está equipado con una transmisión manual de 5 velocidades, aunque también existen versiones que incorporan transmisión automática de tipo CVT.
El Rover MGF tiene tracción trasera, lo cual es común en vehículos deportivos para mejorar el manejo y la distribución del peso.
El Rover MGF utiliza gasolina como combustible y su consumo medio puede variar entre 7 y 9 litros a los 100 km, dependiendo del estilo de conducción y de la versión específica del modelo.