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El Rover 800, lanzado en 1988, fue un ambicioso intento de la marca británica de consolidarse en el segmento de los ejecutivos de lujo. Era un vehículo que destacaba por su refinada comodidad, su elegante diseño y una gama de motores que buscaban el equilibrio entre rendimiento y eficiencia. Algunas de sus características más notorias incluían:
La serie 800 era sinónimo de prestigio y confort, apuntando a un público selectivo y exigente.
El Rover 800 destacó por ofrecer distintas variantes de carrocería, incluyendo sedanes y coupés. Cada una presentaba líneas distintivas y un enfoque específico: los sedanes priorizaban el confort mientras que los coupés buscaban un perfil más deportivo.
El año 1988 marcó el lanzamiento del Rover 800, un momento significativo en la trayectoria de la marca británica. Este modelo simbolizaba una nueva era de lujo y prestaciones que buscaban rivalizar con la competencia europea.
El Rover 800 (1988) se ofreció en múltiples versiones, diferenciadas principalmente por sus motores y niveles de equipamiento. Aquí presentamos una tabla con las versiones más destacadas y sus características técnicas:
El Rover 800 se presentó con una serie de características generales que reforzaban su imagen de berlina premium:
Comodidad9,1
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,1
Diseño8,6
En su lanzamiento, el Rover 800 se posicionó en un rango de precios competitivo dentro del segmento premium, buscando atraer a clientes que deseaban lujo y exclusividad sin pagar excesivamente. Su valor reflejaba tanto la calidad de su ingeniería británica como su sofisticado diseño. Los precios variaban en función del nivel de equipamiento, motorización y acabados, asegurando opciones para diversos presupuestos y preferencias. A día de hoy, el Rover 800 de 1988 puede encontrarse en el mercado de coches clásicos, donde su valor puede fluctuar considerablemente dependiendo de su estado y originalidad.
La ficha técnica del Rover 800 (1988) revela una berlina con medidas equilibradas, acabados de calidad y especificaciones detalladas para satisfacer al usuario más exigente.
La gama cromática del Rover 800 reflejaba la sobriedad y elegancia de la marca, ofreciendo colores que iban desde los clásicos tonos metálicos hasta las variantes más atrevidas. La calidad del acabado final aseguraba una durabilidad y un brillo que realzaban sus líneas distintivas, aportando ese extra de clase que los propietarios valoraban enormemente.
Las llantas del Rover 800 eran una declaración de estilo y dinamismo. Diseñadas tanto para complementar la estética general del vehículo como para ofrecer un rendimiento óptimo, estaban disponibles en diversas dimensiones y diseños, incluyendo opciones de aleación ligera que reducían el peso no suspendido mejorando así la manejabilidad y la comodidad de conducción.
El Rover 800, lanzado al mercado en 1988, ofrecía un interior enfocado en el confort y la elegancia. Los asientos venían con una variedad de tapicerías que incluían desde telas de alta calidad hasta opciones de cuero fino. El diseño ergonómico y la posibilidad de ajustes eléctricos para el conductor y el acompañante subrayaban el enfoque de la marca en proporcionar una experiencia de conducción lujosa y cómoda. La atención al detalle era evidente en las costuras y en la selección de materiales, que transmitían una sensación de lujo y calidad superior.
El Rover 800 no solo destacaba por su estética, sino también por su compromiso con la seguridad. Incorporaba características avanzadas para la época, como sistemas de frenos mejorados, cinturones de seguridad con pretensores y barras de protección en las puertas, mejorando la seguridad pasiva del vehículo.
A pesar de las limitaciones tecnológicas de la época, el Rover 800 estaba equipado con un sistema de audio de calidad, ofreciendo sonido estéreo y, en algunos modelos, la posibilidad de incluir un reproductor de cassettes. Aunque carecía de conectividad moderna, proporcionaba entretenimiento y comodidad acorde con los estándares de los años 80.
El Rover 800 podía personalizarse con una serie de opcionales exteriores para realzar su ya distinguido diseño.
En el interior, los clientes podían elegir entre varias mejoras para incrementar el confort y el lujo.
Los paquetes opcionales disponibles para el Rover 800 permitían a los propietarios personalizar su vehículo para adecuarlo a sus necesidades y gustos. Estos paquetes podían incluir desde mejoras estéticas como kits de carrocería deportivos y distintivos de acabado, hasta mejoras de rendimiento como suspensiones deportivas y sistemas de escape premium. También se ofrecían paquetes de lujo con acabados interiores mejorados, sistemas de sonido de alto rendimiento y asistencia al conductor.
Para aquellos deseosos de mejorar aún más sus Rover 800, existían opcionales que aumentaban su funcionalidad y comodidad.
Realizar el cálculo del seguro para un Rover 800 implica considerar ciertas peculiaridades que lo diferencian de otros vehículos. Su construcción robusta, el enfoque en la calidad y lujo de sus acabados, y el prestigio de ser un modelo emblemático de finales de los años 80, son factores determinantes en la valoración del seguro.
El Rover 800 (1988) se ofrecía con una variedad de motorizaciones que incluían opciones de 4 cilindros en línea hasta motores V6, con cilindradas que iban desde los 2.0 hasta los 2.7 litros, generando potencias que podían oscilar entre los 120 y los 177 CV aproximadamente.
El Rover 800 estaba equipado con transmisiones manuales de 5 velocidades o automáticas de 4 velocidades, dependiendo de la versión y las preferencias del comprador.
Las velocidades máximas para las distintas variantes del Rover 800 podían variar, abarcando un rango que podía ir desde aproximadamente 190 hasta 220 km/h, dependiendo del tipo de motor y la configuración del vehículo.
El Rover 800 típicamente ofrece una configuración de asientos para 5 personas, incluyendo el conductor, con un diseño interior espacioso y cómodo.
La eficiencia de combustible del Rover 800 varía según el motor y la transmisión, pero generalmente se sitúa en un rango que podría considerarse promedio para los estándares de los vehículos de su época.
Los modelos Rover 800 de aquellos años incluían características de seguridad como cinturones de seguridad, frenos de disco en las cuatro ruedas, y en algunos modelos, sistemas de frenos antibloqueo (ABS) y airbags para el conductor.
Sí, el Rover 800 incluía variantes con acabados de lujo, destacando materiales de alta calidad en el interior, y también versiones deportivas como el Rover 820 Fastback, que disponía de prestaciones y un diseño orientado a ofrecer una experiencia de conducción más dinámica.