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El Rover 400 Automático ha sido un contendiente respetable en el mercado de berlinas medianas, destacando por su refinamiento y comodidad. Con opciones de motorización que abarcan desde eficientes unidades de gasolina hasta diésel robustos, el automóvil se adaptó bien tanto a la conducción urbana como a largas distancias. Los modelos automáticos ofrecieron una experiencia de conducción relajada, con transiciones suaves y una gestión de la potencia adaptativa. Los interiores estaban bien equipados, con un diseño que enfatizaba la elegancia británica y la calidad de los materiales.
El Rover 400 Automático fue una opción popular desde mediados de los años 90 hasta principios de los 2000, representando la colaboración entre Rover y Honda. Originalmente lanzado en 1995, el modelo recibió varias actualizaciones a lo largo de los años, incluyendo mejoras mecánicas y de diseño. A medida que el siglo avanzaba, el Rover 400 evolucionó para incluir más tecnologías modernas y elementos de seguridad, aunque manteniendo su distintivo carisma británico. A pesar de la competencia feroz, muchos modelos de Rover 400 Automático han resistido la prueba del tiempo y aún se ven en las carreteras.
Dentro de la gama del Rover 400 Automático, existieron variantes que satisfacían diversas necesidades y preferencias. Destacan el 414 SLi, 416 Si y 418 SDi, cada uno con diferentes configuraciones de motor y equipamiento. Los coleccionistas y aficionados de la marca suelen buscar los modelos con acabados más altos y especificaciones completas.
¿Quieres algo con carácter y un toque de distinción británica? Mira el Rover 400 Automático. Con su diseño elegante y sus interiores cómodos y bien acabados, te sentirás como en un club inglés sobre ruedas. Además, la suspensión se encarga de que los baches no te molesten durante tu paseo. Y, por supuesto, está el cambio automático, que convierte el tráfico en un juego de niños.
Comodidad8,7
Seguridad8,9
Calidad/Precio9,1
Diseño9,1
Al hablar de precios, el Rover 400 Automático ofrecía una buena relación calidad-precio. Su gama de precios variaba en función del año, la versión y el estado del vehículo, con opciones accesibles para aquellos que buscaban un coche de segunda mano con clase y confort.
Las fichas técnicas y los acabados del Rover 400 Automático destacaban por su detalle y precisión británica. Las medidas ofrecían un habitáculo amplio y una capacidad de maletero razonable, situándolo como una opción equilibrada en su segmento.
El Rover 400 Automático se vistió con una paleta de colores sobria y elegante, típica de la marca. Los colores oscuros, como el British Racing Green, le daban un aire de distinción y tradición, mientras que tonos más claros y metalizados apelaban a un público más contemporáneo que buscaba combinar elegancia con modernidad.
La elección de las llantas para el Rover 400 Automático no era menos importante que el resto de sus características. Las llantas de aleación ligera eran comunes en los modelos de gama alta, añadiendo estilo y beneficios en términos de peso y rendimiento. Las dimensiones variaban, pero generalmente mantenían un equilibrio perfecto entre estética y funcionalidad, complementando el diseño clásico con una huella moderna y deportiva. Además, las llantas contribuían a la buena maniobrabilidad y estabilidad del vehículo, características que muchos propietarios apreciaban en su conducción cotidiana.
La gama Rover 400 Automático se distingue por su enfoque en el confort interior. Los asientos ofrecen soporte ergonómico y vienen en una variedad de tapicerías, desde tejidos durables hasta pieles finas y suaves. Los detalles específicos que realzan el ambiente del Rover 400 incluyen:
El Rover 400 Automático incorpora sistemas de seguridad activa y pasiva, incluyendo airbags múltiples y frenos ABS de serie.
El equipamiento de serie en conectividad y audio del Rover 400 Automático abarca un sistema de sonido de alta fidelidad y conexiones para dispositivos móviles.
Los opcionales exteriores incluyen llantas de aleación de diseño exclusivo y pinturas metalizadas o perladas de alta duración.
En el interior, se pueden añadir elementos de alta tecnología como navegación por satélite avanzada y asistencia al aparcamiento.
Los paquetes opcionales ofrecen combinaciones de confort, tecnología y estética para personalizar su experiencia de conducción.
Adicionalmente, el Rover 400 Automático puede personalizarse con una amplia gama de opcionales que mejoran el rendimiento y la experiencia de conducción. Los opcionales incluyen suspensión deportiva, kits aerodinámicos y un paquete premium de sonido. El cliente puede seleccionar mejoras de rendimiento como el control de tracción avanzado y un modo de conducción deportiva. Para aquellos interesados en la estética, existen paquetes de personalización interior con diferentes temas de color y textura. Rover también ofrece paquetes de servicio extendido y garantía, proporcionando tranquilidad a largo plazo.
Descubre a través de vídeos dinámicos la experiencia de conducción y las características destacadas del Rover 400 Automático en acción.
Mantente al día con las últimas innovaciones, lanzamientos y actualizaciones de la serie Rover 400 Automático en el mercado automotriz.
Para asegurar tu Rover 400 Automático, calcula la cobertura ideal considerando factores clave como valor del vehículo, uso previsto y antecedentes de conducción.
Explora alternativas y modelos competidores que ofrecen prestaciones similares a las del Rover 400 Automático para una decisión de compra informada.
Las variantes del Rover 400 Automático ofrecen potencias que van aproximadamente desde los 100 CV hasta los 150 CV, dependiendo del año de fabricación y del motor específico de cada versión.
La cilindrada de los motores del Rover 400 Automático suele oscilar entre 1.4 y 2.0 litros, abarcando diversas motorizaciones para adaptarse a distintas necesidades y preferencias de conducción.
El Rover 400 Automático es un vehículo diseñado para acomodar cómodamente a 5 pasajeros incluyendo al conductor, con un esquema de asientos típico de 2 delanteros y 3 traseros.
El consumo de combustible del Rover 400 Automático puede variar dependiendo de la motorización y las condiciones de conducción, pero de manera general, se sitúa en un rango que puede ser considerado moderado para la época en que se fabricaba, ajustándose a la eficiencia de los motores de aquel entonces.
La velocidad máxima del Rover 400 Automático puede variar según el modelo y motor, pero generalmente se encuentra en un rango que va desde los 170 km/h hasta los 200 km/h aproximadamente.
El Rover 400 Automático se equipa generalmente con una caja de cambios automática convencional de 4 o 5 velocidades, dependiendo del modelo y año de fabricación, proporcionando una conducción fluida y cómoda.
Aunque el Rover 400 Automático incluía características de seguridad avanzadas para su tiempo, como airbags y frenos ABS, no cuenta con los sistemas de asistencia y seguridad modernos encontrados en los vehículos más actuales.