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Si buscas un clásico británico, el Rover 100 de 1990 te podría interesar. Este modelo conserva ese aire ‘retro’ con una dulce mezcla de elegancia y simplicidad. Con opciones de motores que van desde lo modesto a lo decentemente zippy, este pequeño coche tiene su encanto. Interior cómodo, manejo sencillo y un consumo que no te dejará tirado, el Rover 100 es una opción a considerar para los amantes de la nostalgia.
La serie Rover 100 no llega para pasar desapercibida. Ofrece diferentes variantes para ajustarse a cada gusto y necesidad:
Cada una de estas se caracteriza por ajustes y detallitos que las hacen únicas en su clase. ¡Encuentra la tuya y presume de estilo británico!
Desde su lanzamiento en , el Rover 100 marcó su territorio como un competidor digno en la gama de coches accesibles, fusionando estilo y practicidad, una dupla ganadora.
La línea del Rover 100 escondía bajo su capó variantes como el , cada uno con sus propios encantos y perfiles para distintos tipos de conductores y presupuestos.
Hablemos de lo que el Rover 100 tiene para ofrecer:
El automóvil viene cargado con y , lo que lo convierte en una opción atractiva para quien busca calidad y buen precio.
Comodidad9,3
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,2
Diseño9,1
Los precios del Rover 100 se sitúan en una gama , ajustados para aquellos que buscan calidad y prestigio sin romper la hucha.
Las fichas técnicas, acabados y medidas del Rover 100 revelan una gama , ofreciendo versatilidad y practicidad para todos los gustos.
El Rover 100 se presentaba en una paleta de colores que realzan su diseño clásico. Desde el sobrio Gris Metropolitano hasta el vibrante Rojo Carmín. Con las , era fácil encontrar un tono que reflejara tu personalidad y añadiera carácter a tu conducción.
Las llantas no sólo complementaban el look, sino que también garantizaban una experiencia de conducción robusta y segura. Con opciones de llantas de aleación o de acero, el Rover 100 ofrecía para satisfacer tanto la estética como la funcionalidad.
Los asientos del Rover 100 de 1990 ofrecían un nivel de confort y estética bien considerados para su época. La firma británica puso énfasis en la ergonomía y la calidad de los acabados. Los asientos venían tapizados en materiales que equilibraban durabilidad y una sensación de lujo moderado. Las opciones de tapicería variaban entre tejidos de calidad estándar y los más exclusivos acabados en tejido de tartán o vinilo. Los asientos delanteros incorporaban ajustes manuales para garantizar una posición de conducción óptima, y la disposición de los asientos traseros se diseñó pensando en maximizar el espacio para las piernas y la comodidad general de los pasajeros.
La seguridad en el Rover 100 de 1990 estaba en línea con las expectativas del mercado en aquellos años. Contaba con cinturones de seguridad delanteros y traseros de serie, así como un chasis reforzado que brindaba una protección razonable en caso de impactos. A pesar de que los sistemas de seguridad activa y pasiva no eran tan avanzados como lo son hoy, el Rover 100 incorporaba elementos básicos de seguridad que, si bien parecen elementales ahora, cumplían con las normativas de seguridad de la época.
En el ámbito de la conectividad y el audio, el Rover 100 estaba equipado decentemente para satisfacer las necesidades de entretenimiento de los usuarios de principios de los años 90. Contaba con un sistema de radio AM/FM y cassettes, y algunas versiones ofrecían mejoras en el sistema de altavoces. Aunque no había opciones de conectividad moderna como Bluetooth o puertos USB, los entusiastas de la música podían disfrutar de sonidos con una calidad aceptable para la época en la que este vehículo fue lanzado al mercado.
El Rover 100 permitía personalizar su apariencia exterior con diversos opcionales. Estos incluían una gama de colores y acabados de pintura, así como la opción de añadir llantas de aleación de diseño exclusivo. También se podían incorporar accesorios como spoilers, faros antiniebla y espejos retrovisores con ajuste eléctrico, detalles que agregaban un toque de distinción y funcionalidad extra al modelo estándar.
En cuanto a los opcionales interiores, el Rover 100 ofrecía la posibilidad de personalizar el habitáculo con diferentes estilos de tapicería y acabados de los paneles de las puertas. Los clientes también podían optar por elementos más lujosos, como volantes forrados en cuero y la adición de elementos en madera en el salpicadero, dotando al vehículo de una sensación más premium.
Para aquellos que buscaban una experiencia de conducción mejorada y mayor confort, el Rover 100 ofrecía paquetes que agrupaban opciones y accesorios complementarios. Entre estos, destacaban el paquete de seguridad, que añadía elementos como refuerzos adicionales en las puertas y airbags, y el paquete de confort, que incluía un mejor aislamiento acústico, elevalunas eléctricos y cierre centralizado. Estos paquetes estaban diseñados para mejorar la experiencia de conducción y el bienestar de los ocupantes.
Entre los opcionales más destacados se encontraban el techo solar eléctrico, que ofrecía una experiencia más aireada y luminosa, y el aire acondicionado, un lujo que marcaba la diferencia en los calurosos días de verano.
Calcular el seguro del Rover 100 (1990) implica evaluar varios factores clave para determinar la prima adecuada. Es importante considerar el historial de conducción del asegurado, la ubicación geográfica y el uso previsto del vehículo. Adicionalmente, las compañías aseguradoras analizan las características específicas del vehículo, como su edad, la cilindrada del motor, y las medidas de seguridad instaladas. Debido a su antigüedad, el Rover 100 puede clasificarse como un coche clásico, lo que puede afectar el tipo de póliza y la cobertura ofrecida. En cualquier caso, se recomienda realizar una comparación exhaustiva de ofertas para obtener la mejor relación calidad-precio.
La gama de motores del Rover 100 de 1990 varía desde 1.1 litros hasta 1.4 litros, ofreciendo opciones para diferentes necesidades de rendimiento y eficiencia.
Los modelos Rover 100 ofrecen un rango de potencia que va desde los 60 CV hasta los 95 CV, dependiendo de la versión y el año de fabricación.
El Rover 100 típicamente cuenta con 5 asientos, con una configuración de dos asientos delanteros y un asiento trasero con capacidad para tres pasajeros.
El nivel de equipamiento en el Rover 100 puede variar, pero los modelos de gama alta suelen incluir elementos como elevalunas eléctricos, cierre centralizado y sistema de audio, entre otros.
Los Rover 100 suelen estar equipados con transmisiones manuales de 5 velocidades, aunque algunos modelos podrían contar con opciones de transmisión automática.
La velocidad máxima del Rover 100 varía según el motor y la configuración, pero generalmente oscila entre 150 km/h y 170 km/h.
El Rover 100 se ofreció principalmente en carrocería hatchback de 3 y 5 puertas, con dimensiones compactas ideales para la conducción urbana y facilidad de aparcamiento.