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El Porsche 911 de 1990 es una bestia en la carretera, un clásico que aún hoy día pone los pelos de punta. Con su diseño atemporal y ese motor bóxer rugiendo detrás de ti, es más que un coche: es una experiencia. Y es que este modelo no solo mantiene la esencia de Porsche, sino que también aporta ese toque vintage al asfalto, haciéndolo irresistible para coleccionistas y aficionados a la velocidad por igual.
Este ícono automotriz no se quedó quieto en una sola versión, nos regaló variantes como el Carrera, el Targa o el Turbo, cada uno con su propio encanto y especificaciones.
1990 fue un gran año para Porsche, con modelos que ya incorporaban mejoras significativas en rendimiento y confort, sin perder ese espíritu deportivo que tanto caracteriza a la marca.
Cada versión del Porsche 911 de 1990 tiene su magia, desde el Carrera 2 hasta el potente Turbo, pasando por el elegante Targa.
Motor | Bóxer 6 cilindros |
---|---|
Potencia | Hasta 250 CV en el Carrera 2 |
Transmisión | Manual de 5 velocidades o Tiptronic |
Tracción | Trasera o integral (Carrera 4) |
Comodidad9,2
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,1
Diseño8,9
En su momento, el Porsche 911 de 1990 no era precisamente barato, pero hoy se ha convertido en un clásico cotizado. Dependiendo del estado, puede variar significativamente, con modelos que pueden superar fácilmente los 100.000 euros si están en condiciones excepcionales. Es un inversión para el disfrute y, para muchos, incluso una apuesta financiera.
La ficha técnica de un Porsche 911 de 1990 es casi poesía para los amantes de los coches: con sus dimensiones perfectamente equilibradas y un acabado que grita lujo y deportividad.
Los colores disponibles para el Porsche 911 de 1990 incluían tonos clásicos y llamativos, con acabados que aún hoy despiertan pasiones.
Las llantas del Porsche 911 de 1990 son una declaración de intenciones, con diseños que van desde lo clásico a lo atrevido, pero siempre manteniendo la esencia Porsche.
Los asientos deportivos son una marca registrada del Porsche 911 (1990), ofreciendo una ergonomía optimizada para el conductor y el pasajero. La tapicería de calidad, a menudo en cuero premium, combinada con materiales duraderos, proporciona una experiencia de lujo y confort. Los ajustes manuales o eléctricos permiten una personalización detallada del soporte y la postura.
En 1990, Porsche enfatizó en la seguridad activa y pasiva del 911. Este modelo incluía frenos antibloqueo (ABS), un elemento clave para el control en situaciones de emergencia. Reforzamientos estructurales y la precisión en el manejo son pilares en la protección que ofrece.
Mientras que la tecnología avanzada de infoentretenimiento no era común en los 90, el Porsche 911 ofrecía un sistema de audio de calidad con posibilidad de incorporar un reproductor de CD. Los controles sencillos, ubicados estratégicamente, permitían una gestión intuitiva sin distraer de la experiencia de conducción.
Exteriormente, el Porsche 911 (1990) podía personalizarse con una variedad de opcionalidades. Los clientes podían elegir entre diferentes tipos de llantas, colores de carrocería exclusivos y elementos de diseño como alerones deportivos o paquetes aerodinámicos, para destacar la singularidad de cada vehículo.
Para el interior, las opciones incluían mejoras en el sistema de audio, materiales de alta calidad para la tapicería como el cuero, inserciones de madera o carbono, y otros elementos que realzaban la atmósfera premium como sistemas de iluminación ambiente.
Paquetes de mejora como el “Sport” o “Comfort” estaban disponibles, orientados a potenciar la performance o el bienestar a bordo.
Entre otros opcionales, se ofertaban distintas configuraciones de suspensión, sistemas de escape deportivos y frenos mejorados. La personalización incluía detalles sutiles pero distintivos, como umbrales de puertas con el logotipo o inserciones especiales en el tablero. Para aquellos buscando prestaciones adicionales, se ofrecían kits de potenciación del motor, y para los entusiastas de la conducción en circuito, había incluso paquetes de seguridad con jaulas antivuelco y cinturones de seguridad de competición.
Calcular el seguro del Porsche 911 (1990) requiere considerar factores técnicos específicos del vehículo. Elementos como la potencia del motor, el historial de fiabilidad y las características de seguridad son cruciales para obtener una cotización precisa.
El Porsche 911 de 1990 ofrece una gama de motorizaciones de seis cilindros bóxer, con cilindradas que van desde los 3.4 hasta los 3.6 litros y potencias que oscilan entre los 250 y 330 CV (caballos de vapor), dependiendo del modelo específico.
La velocidad máxima del Porsche 911 de 1990 varía según el modelo y la configuración de su motor, pero generalmente se encuentra en un rango de 240 a 280 km/h.
El diseño interior del Porsche 911 de 1990 combina un estilo deportivo con un enfoque en la funcionalidad, destacando materiales de calidad y ofreciendo asientos para dos adultos en la parte frontal y dos asientos adicionales más reducidos en la parte trasera.
El Porsche 911 de 1990 está equipado habitualmente con una transmisión manual de 5 velocidades, aunque algunos modelos pueden contar con una transmisión Tiptronic de 4 velocidades.
Sí, el Porsche 911 de 1990 está disponible en varias variantes, incluyendo el Carrera, el Targa y el Turbo, cada uno con características únicas en términos de rendimiento, diseño y equipamiento.
El Porsche 911 de 1990 incluye varias características de seguridad como frenos antibloqueo (ABS), bolsas de aire para el conductor y el pasajero delantero y un chasis con diseño que mejora la seguridad en caso de impacto.
El rango de precios del Porsche 911 de 1990 en el mercado de segunda mano puede variar considerablemente, desde aproximadamente 30.000 hasta más de 100.000 euros, dependiendo de su estado, kilometraje, historial de mantenimiento y rareza del modelo específico.