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Marca | Porsche |
Modelo | 911 |
Año | 1968 |
Tipo de carrocería | Coupé |
Configuración del motor | Trasero |
Potencia | 130 CV |
Motor | 6 cilindros boxer |
Transmisión | Manual de 5 velocidades |
El Porsche 911 de 1968 ofrecía variantes que atendían a diferentes preferencias y necesidades. La versión base contaba con un motor de seis cilindros boxer de 130 CV, mientras que el modelo S elevaba la potencia a 160 CV. También existía un modelo T con menor potencia, destinado a ser más asequible. La carrocería coupé era la estándar, pero también se podía optar por el Targa, con su distintivo techo desmontable. A nivel técnico, estas variantes compartían la reputación de excelente manejo y rendimiento que definió al 911 desde su lanzamiento.
El Porsche 911 de 1968 es una pieza icónica en la historia automotriz. Representa el refinamiento continuo de un modelo que se introdujo en 1963 y que ha evolucionado sin perder su esencia.
Las versiones del Porsche 911 de 1968 incluyen el 911T, el 911L y el más potente 911S. Cada una aporta su propia combinación de rendimiento y lujo, manteniendo el carácter deportivo y la calidad de Porsche.
Velocidad máxima | 210 km/h |
Aceleración 0-100 km/h | 8,3 segundos |
Consumo promedio | 12 L/100 km |
Tracción | Trasera |
Comodidad9,3
Seguridad8,9
Calidad/Precio9,4
Diseño9,1
El precio original del Porsche 911 de 1968 reflejaba su estatus como un vehículo de lujo y rendimiento. Aunque el modelo base era más accesible, las versiones S y el modelo Targa, con características mejoradas y mayor potencia, incrementaban el costo significativamente. Hoy en día, estos vehículos son altamente cotizados por coleccionistas y entusiastas, y su valor en el mercado de autos clásicos puede superar con creces el precio original, dependiendo de su estado de conservación, historia y originalidad.
Las fichas técnicas del Porsche 911 de 1968 detallan las especificaciones precisas, acabados de calidad y medidas exactas que definen a este clásico.
El Porsche 911 de 1968 se ofrecía en una gama de pinturas y colores que realzaban sus líneas elegantes y deportivas. Los colores clásicos como el Rojo Polo, el Azul Golf y el Plata Metálico eran populares y se complementaban con un acabado brillante que destacaba la calidad de la carrocería.
Las llantas del Porsche 911 de 1968 eran elementos distintivos que contribuían a su estética y rendimiento. Inicialmente, montaba llantas de 15 pulgadas con tapacubos de diseño clásico, pero se podían solicitar opciones de llantas Fuchs de aleación ligera que no solo mejoraban el aspecto sino que también reducían el peso no suspendido, mejorando así la dinámica de conducción.
El interior de un Porsche 911 de 1968 era sinónimo de lujo y deportividad. Los asientos diseñados para ofrecer un soporte prominente, estaban tapizados en materiales de alta calidad que variaban desde cuero genuino hasta tejidos sofisticados. La ergonomía avanzada para su época, con ajustes milimétricos, permitía una experiencia de conducción única, centrada en el placer del pilotaje.
En materia de seguridad, el Porsche 911 de 1968 se beneficiaba de un diseño robusto y una construcción meticulosa. Aunque los estándares de seguridad han evolucionado considerablemente desde entonces, este modelo contaba con características tales como un eficiente sistema de frenos y una carrocería diseñada para mejorar la protección de los ocupantes. Las características de seguridad activa y pasiva, sin embargo, eran limitadas en comparación con las tecnologías actuales.
El sistema de audio del Porsche 911 de 1968 era un elemento distintivo de lujo en esa era. Aunque carecía de las capacidades de conectividad modernas, como conectividad Bluetooth o pantallas táctiles, ofrecía una experiencia acústica purista con radios AM/FM y reproductores de casete, asegurando entretenimiento a los afortunados pasajeros mientras recorrían las carreteras al ritmo de la música de la época.
¿Quieres personalizar tu 911? Mira la lista de chucherías: llantas de aleación con acabados únicos, faros antiniebla para cortar la bruma como si nada, y un techo solar para enseñarle al mundo tu peinado mientras te das una vuelta. Cada opcional era un paso más hacia un coche hecho justo a tu medida.
Dentro del 911, podías escoger extras que harían que tu vecino de al lado se pusiera verde de envidia. Desde relojes adicionales en el salpicadero para controlar cada aspecto del coche, hasta un volante deportivo que te hacía sentir como un verdadero piloto de carreras.
En cuanto a paquetes, Porsche ofrecía conjuntos de opciones que mejoraban tanto el rendimiento como la estética. Un paquete deportivo, por ejemplo, afinaba el coche para un comportamiento aún más dinámico.
Si estás pensando en añadirle un toque único a tu Porsche 911, ¡las posibilidades son casi infinitas! Puedes elegir desde detalles exteriores como pinturas especiales o insignias personalizadas, hasta sistemas de escape de alto rendimiento que ronronean al acelerar. ¿Y qué me dices de un interior personalizado con tus iniciales grabadas? Ah, y no olvides el sistema de sonido Hi-Fi para llevar tus pistas favoritas al límite.
Para calcular el seguro de un Porsche 911 de 1968 es imprescindible considerar factores claves como el valor histórico del vehículo, su condición y uso potencial. Las aseguradoras especializadas a menudo requieren evaluaciones detalladas y ofrecen coberturas ajustadas a los coches clásicos, enfocándose en la restauración y conservación en caso de siniestro.
El Porsche 911 de 1968 ofrecía distintas variantes de motor con seis cilindros opuestos (boxer) y cilindradas que iban desde los 2.0 hasta los 2.2 litros, generando un rango de potencia que oscilaba entre los 110 y los 160 CV aproximadamente.
Este modelo venía equipado con una transmisión manual de cinco velocidades que proporcionaba una experiencia de conducción deportiva y directa, característica de los vehículos de la época.
El Porsche 911 de 1968 es un coche deportivo que típicamente cuenta con cuatro asientos, aunque los traseros son más reducidos y adecuados para trayectos cortos o para niños.
La velocidad máxima del Porsche 911 de 1968 puede variar dependiendo del modelo y la configuración del motor, pero generalmente se sitúa en un rango que va de los 200 km/h a los 230 km/h aproximadamente.
El Porsche 911 de 1968 está equipado con un sistema de suspensión independiente en las cuatro ruedas, lo que ayuda a mantener el comportamiento dinámico y la manejabilidad por la que el modelo es conocido.
El diseño interior del Porsche 911 de 1968 es bastante minimalista y funcional, con un foco en la experiencia de conducción. Cuenta con instrumentos analógicos claramente visibles y acabados que pueden variar dependiendo del nivel de equipamiento y personalización.
Sí, además del clásico coupé, en 1968 el Porsche 911 también estaba disponible en variantes Targa, que ofrecían un techo desmontable para una experiencia de conducción al aire libre.