¡El CEO está de vacaciones! Hemos decidido REGALARTE 250€ si firmas con nosotros ANTES DE FIN DE AÑO (o cuando vuelva)
Así que estás pensando en un clásico americano, ¿eh? Pues el Pontiac Fiero Gasolina es ese deportivo de los 80 que te hace girar la cabeza. ¡Vamos, es un icono! Compacto, pero con una actitud que grita “pura diversión”. La idea era simple: un carro ágil, accesible y, por supuesto, chulísimo. Era el intento de Pontiac para entrar en el mercado de coches deportivos de motor central, y vaya si dejó huella. Con su diseño único y su ingeniería especial, el Fiero prometía y cumplía emociones fuertes para el conductor cotidiano.
Ah, el Fiero. Un coche que vivió una vida breve pero intensa. Debutó en 1984 y, aunque solo duró hasta 1988, dejó su marca en la historia automovilística. Cada añada traía algo nuevo, , en el mundo Fiero. Desde motores más potentes hasta actualizaciones en el diseño, Pontiac no dejaba de intentar afinar esa mezcla de rendimiento y estilo. El ’88 es especialmente famoso por su suspensión mejorada, que corrigió muchos de los problemas de manejo de los modelos anteriores.
Pontiac no se quedó de brazos cruzados con el Fiero; ofrecieron varias versiones para tentar a diferentes gustos y bolsillos.
Modelo | Año | Características |
Fiero 2M4 | 1984-1988 | Básico pero carismático |
Fiero 2M6 | 1985-1988 | V6 para más potencia |
Fiero GT | 1985-1988 | Deportivo a tope |
Fiero Formula | 1988 | La joya de la corona |
El Pontiac Fiero destacó por ser un modelo que rompía moldes en su época. Estamos hablando de un coche que apostó por una distribución de peso óptima y una disposición audaz con el motor en posición central. Era ligero, ágil y perfecto para quien buscaba algo más que un simple coche para ir de A a B. El Fiero venía con que garantizaban su reputación como un coche deportivo accesible. Y claro, no podemos olvidar , que lo convertía en una opción aún más atractiva.
Comodidad9,4
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,1
Diseño9,3
¿Interesado en los precios? Cuando era nuevo, el Fiero era la opción deportiva y accesible. Hoy, es un clásico coleccionable y su valor puede variar considerablemente. Los modelos de 1988, especialmente el Fiero GT y el Formula, pueden alcanzar precios más altos debido a su deseabilidad y mejoras mecánicas. Los primeros modelos son más asequibles, pero cualquier Fiero en buen estado puede ser una inversión divertida y potencialmente rentable.
Para los aficionados a los detalles, las fichas técnicas del Fiero son un sueño. Potencia, torque y dimensiones, todo pensado para ofrecer una experiencia deportiva. Los acabados variaban desde opciones modestas hasta el lujoso interior del GT. Y las medidas, aunque compactas, estaban diseñadas para ofrecer una ventaja en rendimiento y comodidad.
Una de las formas de personalizar tu Fiero era a través de la amplia gama de pinturas y colores. Desde el clásico rojo brillante hasta tonos más sobrios como el gris plata, había colores para todos los gustos. Pontiac quería que cada Fiero fuera tan único como su dueño. Y si te encuentras uno hoy en día, las opciones de color te dirán mucho sobre el estilo y la época que representaba.
Las llantas del Fiero eran otro detalle que podía cambiar totalmente su apariencia. Desde opciones básicas de fábrica hasta las más deportivas del GT, había para elegir. Unas buenas llantas no solo añaden carácter, sino que pueden mejorar la conducción y el rendimiento del coche.
A pesar de ser un vehículo de una era pasada, el Pontiac Fiero incorporaba características de seguridad básicas como estructura reforzada, cinturones de seguridad y en algunos modelos, faros emergentes para una visibilidad mejorada, cumpliendo con los estándares de su tiempo.
En una época donde la tecnología incipiente empezaba a abrirse paso, el Pontiac Fiero ofrecía opciones limitadas de conectividad. Sin embargo, el sistema de audio era una fuente de orgullo, con radios AM/FM, caseteras y en algunos modelos, sistemas de sonido mejorados. Aunque hoy en día parezcan modestos, en su momento eran componentes que aportaban un plus a la experiencia de conducción.
Los aficionados al Pontiac Fiero podían personalizar su vehículo con una serie de opcionales exteriores que incluían diferentes paquetes aerodinámicos, variedad de colores y acabados, así como llantas de aleación con distintos diseños, ofreciendo un toque personal y mejorando la estética ya deportiva del coche.
Internamente, los opcionales iban desde la elección de un salpicadero más deportivo, inserciones de madera o fibra de carbono, hasta sistemas de climatización mejorados, apuntando a un confort superior y una personalización más refinada del habitáculo.
Los paquetes opcionales disponibles para el Fiero permitían a los compradores seleccionar combos predefinidos que mejoraban el rendimiento, la comodidad o el estilo del vehículo, simplificando el proceso de personalización.
Control de crucero, techo solar y ventanas eléctricas formaban parte de los opcionales más populares entre los propietarios para maximizar la experiencia de manejo del Pontiac Fiero.
Calcular el seguro para un Pontiac Fiero requiere considerar la antigüedad del vehículo, su estado de conservación y la rareza de algunas versiones. Es esencial acudir a compañías que ofrezcan pólizas para coches clásicos, capaces de proporcionar coberturas adecuadas para joyas de la automoción que, como el Fiero, son más que un simple medio de transporte.
El Pontiac Fiero ofrecía una gama de motores con potencias que iban desde aproximadamente 92 CV hasta 205 CV, dependiendo de la versión y el año de fabricación.
Los motores del Pontiac Fiero varían en cilindrada, oscilando entre 2.5 y 2.8 litros dependiendo del modelo y el año.
El Pontiac Fiero es un vehículo deportivo biplaza, por lo que ofrece asientos para el conductor y un pasajero.
La velocidad máxima del Pontiac Fiero puede variar entre los modelos, pero en general se encuentra en un rango de 180 km/h a 225 km/h.
No, el Pontiac Fiero no se ofreció con variantes turbo o sobrealimentadas de fábrica, sus motores eran atmosféricos.
El consumo de combustible del Pontiac Fiero varía según el motor y la conducción, pero en promedio se puede esperar un consumo entre 8 y 12 litros por cada 100 kilómetros.
El Pontiac Fiero se podía adquirir tanto con transmisiones manuales de 4 y 5 velocidades, como con una transmisión automática de 3 velocidades.