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El Peugeot 505 fue una revolución en su época: espacioso, confortable y con una línea que gritaba modernidad. Podías elegir entre un motor a gasolina o diésel, y si querías más chispa, el turbo era tu amigo. ¡No olvidemos su suspensión! Comía baches para desayunar. Incluso hoy, sigue siendo una opción confiable para los amantes de los clásicos.
El Peugeot 505 se presentó en diversas variantes de carrocería, adaptándose a las necesidades de cada usuario. Contaba con la versión sedán, ideal para familias y ejecutivos; el break (familiar), perfecto para quienes necesitaban más espacio; y hasta una variante pickup en algunos mercados. Cada modelo ofrecía distintas configuraciones de motor y acabados, brindando un abanico de opciones para los consumidores más exigentes.
El 505 se lanzó en 1979 y rápidamente se convirtió en una referencia dentro de la gama media-alta. Durante su producción, vio varias actualizaciones y mejoras.
El Peugeot 505 arrancó su andadura con varias versiones que atendían a diferentes segmentos. Desde el modelo base, pasando por el más equipado SR, hasta el deportivo GTI y el poderoso STI con inyección de combustible. También se ofreció una variante más lujosa conocida como el V6. Cada versión aportaba algo único, desde un mayor confort o mejoras mecánicas hasta más potencia y prestaciones deportivas, asegurando que hubiera un 505 para cada tipo de conductor.
Motor: | Variaban desde 1.8 hasta 2.8 litros |
Potencia: | Hasta 170 CV en el V6 |
Transmisión: | Manual de 4 o 5 velocidades y automática de 3 velocidades |
Tracción: | Rear-wheel drive (RWD) |
Comodidad8,8
Seguridad8,9
Calidad/Precio9,2
Diseño8,9
El precio del Peugeot 505 variaba considerablemente según la versión y el equipamiento. En su lanzamiento, el 505 tenía un precio competitivo que lo hacía accesible a una amplia gama de compradores, situándose entre los sedanes de gama media-alta.
Las fichas técnicas del 505 detallaban una gama de motores de cuatro y seis cilindros, con opciones de inyección y turbo. Los acabados variaban desde los básicos hasta los más lujosos, con elementos como aire acondicionado, elevalunas eléctricos y tapicería de alta calidad. Las medidas del 505 eran generosas, ofreciendo un habitáculo amplio y un maletero capaz, lo que le confería gran funcionalidad y versatilidad.
La paleta de colores del Peugeot 505 era tan variada como sus versiones. Desde el clásico blanco hasta el elegante azul oscuro, pasando por tonos metálicos y acabados brillantes. La pintura no solo era cuestión de estética, sino que también cumplía con una función protectora contra la corrosión, algo que Peugeot tomó muy en serio para preservar la durabilidad de su vehículo.
Las llantas del 505, especialmente en las versiones más deportivas, no solo eran un componente clave en su estética, sino también en su rendimiento en carretera. Los diseños iban desde prácticos y robustos hasta más sofisticados y ligeros para mejorar la respuesta y el manejo.
El Peugeot 505 se distinguía por su elegancia y confort interior, aspectos que se reflejaban claramente en sus asientos y tapicerías. Los asientos delanteros, reclinables y de ajuste manual, ofrecían un soporte adecuado para la época y una comodidad que resaltaba durante viajes largos. La tapicería, disponible en diferentes materiales, incluía opciones como tela de alta calidad y, en algunos modelos más lujosos, la posibilidad de tener acabados en cuero. El espacio para los pasajeros traseros era notablemente amplio, brindando una experiencia de viaje placentera. Adicionalmente, algunos detalles como reposabrazos y ceniceros integrados marcaban la diferencia en la categoría de vehículos de su tiempo.
El Peugeot 505 incorporaba medidas de seguridad que eran avanzadas para su momento. Disponía de frenos de disco en las ruedas delanteras y, en muchas versiones, también en las traseras, lo cual aseguraba una mejor capacidad de frenada. El diseño de su estructura y chasis proporcionaba protección en impactos, mientras que elementos como el volante colapsable y los cinturones de seguridad delanteros de serie resaltaban su compromiso con la protección de los ocupantes.
Aunque la conectividad como la entendemos hoy no era una característica del Peugeot 505, su sistema de audio constituía un atractivo para la época. Con un radio AM/FM y la posibilidad de incorporar un reproductor de cassettes, los amantes de la música podían disfrutar de su banda sonora preferida mientras recorrían las carreteras. La calidad del sonido estaba en línea con las expectativas de un vehículo de su nivel.
En cuanto a sus opcionales exteriores, el Peugeot 505 podía personalizarse con una serie de elementos que incrementaban su ya notable presencia en la calle. Los clientes podían elegir entre distintos diseños de llantas, techo solar y faros antiniebla. Además, En versiones específicas se ofrecían paquetes de acabados cromados y protectores de parachoques, que no solo embellecían sino que también brindaban un extra en durabilidad.
Para el interior, los opcionales del Peugeot 505 incluían elementos como aire acondicionado, un lujo en aquellos tiempos, y ventanas eléctricas, que aportaban un nivel superior de comodidad y conveniencia. Además, los usuarios podían optar por un techo interior deslizante que aumentaba la sensación de espacio y libertad durante el viaje.
Los paquetes opcionales se centraban en potenciar tanto la estética como la funcionalidad del vehículo, ofreciendo a los clientes la posibilidad de ensalzar aún más el nivel de equipamiento con paquetes que combinaban distintos opcionales tanto interiores como exteriores.
Opcionales como el control de crucero y la ajustabilidad del volante permitían una experiencia de conducción personalizada y más relajada, evidenciando la orientación de Peugeot hacia la innovación y la satisfacción del conductor.
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El Peugeot 505 contó con una gama de motorizaciones que incluía opciones de gasolina de 4 cilindros, algunas variantes con un motor de 6 cilindros e incluso motores diésel, con potencias que iban desde los 70 CV hasta más de 150 CV según la versión y el año de fabricación.
El Peugeot 505 se ofrecía en dos variantes principales de carrocería: sedán y familiar. La versión familiar disponía de una mayor capacidad de carga y la posibilidad de contar con más asientos.
Para su época, el Peugeot 505 incorporaba características de seguridad consideradas avanzadas, como frenos de disco en las ruedas delanteras, y en muchas versiones, frenos de disco también en las ruedas traseras, junto con la posibilidad de contar con ABS en los modelos posteriores.
El Peugeot 505 se ofrecía con transmisiones manuales de 4 o 5 velocidades y, en algunos modelos, con una opción de transmisión automática de 3 o 4 velocidades.
La velocidad máxima del Peugeot 505 variaba según la motorización, pero generalmente oscilaba entre 160 km/h y 200 km/h para las versiones más potentes.
El Peugeot 505 era conocido por su confortable marcha, en parte gracias a su suspensión independiente en las cuatro ruedas, con una combinación de esquemas McPherson en el eje delantero y eje trasero rígido con brazos tirados y barra Panhard.
El Peugeot 505 se considera un coche muy fiable y robusto, apto para diferentes condiciones de uso, lo que se refleja en su popularidad en diversos mercados, especialmente en África, donde aún se valora por su resistencia y durabilidad.