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El Opel Frontera de 1998 se posiciona como una opción robusta y versátil dentro del segmento de los SUV. Este modelo alemán destaca por su capacidad de adaptarse tanto a la ciudad como a terrenos más hostiles. Equipado con un chasis sólido y una tracción integral eficiente, el Frontera es apreciado por aquellos que buscan un vehículo con buena capacidad off-road sin sacrificar el confort. Sus motores diésel y gasolina ofrecen un equilibrio entre rendimiento y economía, mientras que su diseño interior y exterior se mantiene alineado con la estética funcional característica de la época.
El Frontera de ’98 tiene dos caras: la urbana y la aventurera. Puedes elegir entre la versión corta, más ágil para la ciudad, o la larga, para esos viajes con todo y la mascota.
En 1998, el Opel Frontera se consolidó como un competidor digno en el mercado de los todoterrenos. En este año, el modelo recibió algunas actualizaciones que mejoraron su desempeño y comodidad. El Frontera siguió ofreciendo esa mezcla de utilidad y placer de conducción que lo ha caracterizado desde su lanzamiento a principios de la década de los 90. Con la llegada del nuevo milenio, este vehículo demostró que podía seguir estando a la altura de las expectativas y necesidades de los conductores más exigentes.
Descubre la gama del Frontera: desde el básico hasta el tope de gama, cada uno pensado para adaptarse a tu estilo de vida.
Si buscas espacio y comodidad, el Frontera es tu colega. Viene con un interior espacioso y un maletero que se traga tus bártulos sin pestañear. Y de serie, no está nada mal; trae lo justo y necesario para hacerte el día a día más fácil.
Comodidad9,1
Seguridad9,1
Calidad/Precio9,0
Diseño9,1
En su lanzamiento, el Opel Frontera de 1998 ofrecía una excelente relación calidad-precio. Aunque el coste podía variar significativamente entre las versiones básicas y las más equipadas, los potenciales compradores podían acceder a un todoterreno robusto sin desembolsar una fortuna. Los precios competitivos lo situaban como una opción atractiva frente a sus rivales, asegurando que los amantes del off-road pudieran disfrutar de aventuras sin preocupaciones financieras. Hoy en día, el mercado de segunda mano refleja la depreciación natural del vehículo, pero sigue manteniendo un valor sólido para aquellos que buscan un clásico todoterreno asequible.
Las fichas técnicas del Frontera ’98 revelan un vehículo sólido, con acabados que resisten el paso del tiempo. Sus medidas lo hacen perfecto para la familia y la aventura.
Elige entre una paleta de colores que van desde el discreto plata metálico hasta el atrevido azul eléctrico. Tu Frontera, tu personalidad.
Las llantas del Opel Frontera ’98 no son solo un complemento estético; están diseñadas para soportar las exigencias del terreno. Con opciones que van desde las básicas de acero hasta las elegantes de aleación, hay un estilo para cada conductor. La durabilidad y el rendimiento son clave, y las llantas juegan un rol crucial en la capacidad todoterreno del vehículo. Los tamaños y diseños varían, asegurando que tanto el aspecto como la funcionalidad estén en armonía con las expectativas de los usuarios más aventureros. Con las llantas adecuadas, el Frontera se convierte en el compañero perfecto para la exploración sin límites.
Imagínate que te montas en tu Opel Frontera ’98 y lo primero que notas es esa sensación de robustez. Los asientos son cómodos, con tapicerías que aguantan tu ritmo de aventura. ¿Eres de los que se lleva medio barro del camino? No pasa nada, porque los materiales son resistentes y fáciles de limpiar. Vamos, que si te mola el rollo de las rutas complicadas o si tu perrete no entiende de patas limpias, el Frontera te cubre las espaldas… ¡y el trasero!
En cuestión de seguridad, el Frontera ’98 incorpora los básicos de la época: frenos ABS, airbags delanteros y cinturones de seguridad pretensados. ¡Viaja con tranquilidad!
No te esperes milagros tecnológicos en el Frontera ’98, pero oye, que no falte música en el viaje. Cuenta con un sistema de audio que, aunque básico, cumple con su cometido.
Para aquellos que deseen personalizar su Opel Frontera (1998), la marca ofrece una gama de opcionales exteriores. Entre estos, se incluyen llantas de aleación de diferentes diseños y tamaños, barras de techo, y faros antiniebla para mejorar la visibilidad en condiciones adversas.
En el interior, los usuarios pueden elegir entre diversos accesorios para aumentar el confort y la funcionalidad, como asientos con ajustes eléctricos, un sistema de climatización más avanzado y detalles en madera o aluminio para un aspecto más refinado.
Los paquetes opcionales del Frontera permiten a los compradores obtener un conjunto de mejoras a un precio más ajustado, enfocados en confort, seguridad o estética.
Entre los opcionales se incluyen elementos como el techo solar, para aquellos que buscan un extra de luz natural y aire fresco.
La cotización del seguro para un Opel Frontera (1998) dependerá de factores como el historial del conductor, uso del vehículo y coberturas seleccionadas.
Los motores del Opel Frontera de 1998 ofrecen una gama de potencia que va aproximadamente desde los 115 CV hasta los 205 CV, dependiendo de la versión y configuración del motor.
El Opel Frontera de 1998 cuenta con motorizaciones tanto diésel como gasolina, con cilindradas que varían entre los 2.0 litros y los 3.2 litros, acorde con el modelo específico.
El Opel Frontera de 1998 generalmente tiene capacidad para 5 pasajeros, incluyendo al conductor, aunque la configuración puede variar ligeramente según el modelo específico.
La velocidad máxima del Opel Frontera de 1998 puede oscilar entre unos 150 km/h y 175 km/h, dependiendo de la versión del motor y otros factores de rendimiento.
El Opel Frontera de 1998 se caracteriza por ofrecer tracción a las cuatro ruedas (4×4), lo que lo convierte en un vehículo apto para terrenos difíciles y condiciones adversas.
El Opel Frontera de 1998 está disponible con transmisiones manuales de cinco velocidades o automáticas, estas últimas generalmente de cuatro velocidades.
El consumo de combustible del Opel Frontera de 1998 puede variar, pero típicamente se encuentra en un rango de aproximadamente 10 a 13 litros por cada 100 kilómetros, dependiendo del tipo de motor y uso del vehículo.