El GMC Safari Gasolina surgió como una respuesta robusta y versátil a las necesidades de transporte familiar y comercial. Este vehículo, con su tracción trasera o a las cuatro ruedas opcional y su motor de 6 cilindros en línea, fue diseñado para proveer un rendimiento constante y confiable. Sus configuraciones de asientos adaptables y su amplio espacio de carga lo hacían particularmente atractivo para una amplia gama de usuarios.
El GMC Safari Gasolina se fabricó desde principios de la década de 1980 hasta mediados de la década de 2000, atravesando varias evoluciones a lo largo de su ciclo de producción.
El GMC Safari Gasolina se ofrecía en distintas versiones a lo largo de sus años de fabricación: desde modelos básicos enfocados en la funcionalidad hasta versiones más equipadas orientadas al confort familiar. Entre las variantes, se destacaban el SLX, que era una introducción al modelo, y el SLE/SLT que ofrecían mayores comodidades. Existían también ediciones especiales y adaptaciones para el uso comercial, demostrando la versatilidad del Safari como un vehículo tanto para el trabajo como para la vida cotidiana.
Comodidad9,3
Seguridad8,7
Calidad/Precio8,9
Diseño9,3
Los precios del GMC Safari Gasolina variaban ampliamente dependiendo del año, la versión y el equipamiento. Los modelos de entrada eran relativamente accesibles, haciéndolos populares para usos comerciales y flotas. A medida que se ascendía en el rango de modelos hacia las versiones SLE y SLT, el precio aumentaba, reflejando las mejoras en confort y funcionalidades. Los modelos de segunda mano presentan una depreciación, pero su robustez y fiabilidad los mantienen como una opción viable para quienes buscan un vehículo de trabajo o familiar a un costo razonable. Las versiones mejor conservadas o con bajos kilómetros pueden mantener un valor de reventa sorprendentemente alto, considerando la edad del vehículo.
Las fichas técnicas del GMC Safari Gasolina reflejan su orientación práctica y la diversidad de configuraciones disponibles para adaptarse a distintas necesidades.
La gama de pinturas y colores para el GMC Safari Gasolina era representativa de su época, con opciones que iban desde el clásico blanco hasta el verde oscuro y azul noche, pasando por colores más atrevidos como el rojo intenso. Los acabados variaban desde el mate industrial hasta el brillo que ofrecían los acabados metálicos. Estas opciones permitían personalizar el vehículo tanto para el ámbito profesional como familiar.
Las llantas del GMC Safari Gasolina se diseñaron para soportar el peso y la carga del vehículo, proporcionando estabilidad y seguridad. Estaban disponibles en diferentes tamaños y diseños, desde opciones básicas y funcionales hasta modelos más estéticos con acabados de aleación, que agregaban un toque de distinción al vehículo. Las llantas más robustas se reservaban para las versiones equipadas con paquetes de remolque y tracción en todas las ruedas.
El interior del GMC Safari Gasolina destaca por ofrecer un amplio espacio y comodidad. Sus asientos están diseñados para proporcionar un apoyo adecuado en largas distancias, y las tapicerías, disponibles en diferentes materiales, añaden un tacto y una estética de calidad. Los ajustes manuales o eléctricos (según la versión) permiten personalizar la posición de conducción, y las filas traseras gozan de flexibilidad para adaptarse a diversas necesidades de carga y pasajeros.
El GMC Safari Gasolina incorporó en sus distintos modelos características de seguridad como airbags, frenos ABS y un chasis robusto. A lo largo de su evolución, se añadieron asistencias de conducción y sistemas de alerta que mejoraron la seguridad activa y pasiva del vehículo.
Los sistemas de audio y conectividad del GMC Safari se fueron actualizando con la tecnología disponible de cada época, incluyendo la radio, reproductores de CD y opciones de entrada auxiliar.
Entre los opcionales exteriores, el GMC Safari ofrecía ruedas de aleación de distintos tamaños, barras portaequipajes y accesorios para la personalización del aspecto exterior.
Para el interior, se podía optar por mejoras en el sistema de audio, añadir GPS o seleccionar acabados de lujo en madera o metal para consola y paneles de puertas.
La gama de paquetes opcionales del GMC Safari permitía a los compradores personalizar su vehículo ajustándose a sus necesidades y preferencias. Los paquetes de confort incluían control de clima mejorado y asientos con calefacción, mientras que los de aventura añadían protecciones y accesorios para terrenos difíciles. Paquetes de apariencia incluían detalles cromados y pinturas especiales, y paquetes de tecnología ofrecían sistemas avanzados de navegación y entretenimiento.
Existían opcionales específicos como la suspensión ajustada para diferentes tipos de manejo, sistemas de arranque remoto y paquetes de remolque mejorados.
Al calcular el seguro del GMC Safari Gasolina, es importante considerar su robustez y confiabilidad como factores que pueden influir en el coste de la póliza. Las agencias de seguros tendrán en cuenta:
Analizar estos aspectos ayudará a obtener una estimación adecuada y una cobertura que se ajuste a las necesidades específicas del dueño del Safari Gasolina.
Los motores del GMC Safari Gasolina varían en potencia, ofreciendo un rango aproximado de 150 a 200 CV, dependiendo del año y de la variante del modelo.
La cilindrada de los motores del GMC Safari Gasolina suele estar en un rango de 4300 a 4600 cc, también dependiendo de la versión específica y el año de fabricación.
El GMC Safari Gasolina típicamente ofrece configuraciones de 7 a 8 asientos, permitiendo un transporte cómodo para familias grandes o para uso como vehículo de transporte de pasajeros.
La velocidad máxima de un GMC Safari Gasolina puede variar, pero generalmente se sitúa en torno a los 160 a 180 km/h, sujeto a las regulaciones específicas y las condiciones del vehículo.
El GMC Safari Gasolina suele estar equipado con transmisión automática, aunque las opciones y disponibilidad pueden variar con los años y los modelos específicos.
El consumo de combustible del GMC Safari Gasolina no es uno de los más eficientes, con un rango estimado que puede ir desde los 10 hasta los 14 litros por cada 100 kilómetros, dependiendo de factores como el estilo de conducción, las condiciones de la carretera y el mantenimiento del vehículo.
El GMC Safari Gasolina incluye características de seguridad estándar como airbags frontales, frenos ABS y control de tracción. Los modelos más recientes podrían incluir además asistencia de estabilidad y otros avances en seguridad pasiva y activa.