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El Moskvich 423 Kombi es un vehículo que marcó su época por su funcionalidad y diseño práctico. Producido en 1957, este modelo de la Unión Soviética destaca por su robustez y la capacidad de adaptarse a las necesidades de transporte de mercancías pequeñas y medianas, manteniendo la comodidad de un coche familiar.
El 423 Kombi no venía solo; este carrito tenía sus hermanitos, distintas versiones que compartían la esencia pero traían su propio sazón. Ya fuera la versión estándar o aquellas adaptadas para distintos usos comerciales, el Kombi supo cómo diversificarse. Y oye, que si necesitabas más plazas o más espacio, siempre podías contar con alguna de sus variantes.
1957 fue el año en que el Moskvich 423 Kombi empezó a dejar su huella en el mercado automovilístico. Un clásico que, hasta hoy, nos remonta a una era de diseño simple pero efectivo.
El Moskvich 423 Kombi ofreció diversas versiones a lo largo de su producción, entre las que destacan:
Vamos a ver qué es lo que traía bajo el capó y por fuera este clásico:
Comodidad9,2
Seguridad8,5
Calidad/Precio9,6
Diseño8,6
Hablar de precios del Moskvich 423 Kombi es hablar de historia automovilística. En su momento, el Kombi ofrecía un coste accesible para las familias y empresas soviéticas, una inversión en movilidad y versatilidad. Hoy día, el valor de un 423 Kombi bien conservado puede ser significativo para coleccionistas y entusiastas de clásicos, transformándose en una pieza de museo más que un mero medio de transporte.
Los datos técnicos del Moskvich 423 Kombi reflejan su sencillez y efectividad para la época, con acabados funcionales y medidas pensadas para maximizar su utilidad.
En cuanto a pinturas y colores, el 423 Kombi era bastante sobrio, equipado con una paleta de colores que reflejaba la estética de la época.
Las llantas del Moskvich 423 Kombi eran tan duras como el vodka ruso, diseñadas para resistir los baches más brutales. Ya fueran de acero estampado o con tapacubos decorativos, estas ruedas eran clave para soportar el peso y la carga, manteniendo una estabilidad envidiable para cualquier coche de su tiempo.
El interior del Moskvich 423 Kombi se caracterizaba por su sencillez y robustez, acorde con los vehículos de su época. Los asientos estaban diseñados para proporcionar una comodidad básica en largos viajes, pero no contaban con las sofisticaciones modernas. Poseían una tapicería resistente, acorde a la capacidad de trabajo del coche, aunque sin muchos alardes estéticos. El modelo no fue conocido por su lujo interior, sino por su utilidad como vehículo familiar y de carga, proporcionando un espacio versátil para pasajeros y mercancías. Su habitáculo era práctico, con una configuración simple y sin pretensiones.
En cuanto a la seguridad, el Moskvich 423 Kombi reflejaba los estándares típicos de la era en la que fue fabricado, sin sistemas avanzados como los que conocemos hoy. No obstante, su estructura era sólida y estaba diseñada para soportar impactos dentro de las expectativas de la época. La ausencia de cinturones de seguridad o airbags, componentes que se convertirían en estándar años después, era común en aquellos días. La seguridad pasiva se basaba en la robustez del chasis y la carrocería.
El concepto de conectividad y audio es prácticamente inexistente en el Moskvich 423 Kombi de 1957 comparado con los estándares modernos. Las opciones eran limitadas a radios AM que ofrecían entretenimiento básico y noticias a sus ocupantes durante la conducción.
Entre los opcionales exteriores, el Moskvich 423 ofrecía variaciones en colores y algunos detalles en acabados como molduras cromadas, reflejando la personalización limitada de la época.
Los opcionales interiores se limitaban a elecciones de tapicería y algunos accesorios prácticos como estanterías y sujeciones de carga para aumentar la funcionalidad del vehículo.
Los paquetes opcionales estaban prácticamente ausentes, con la mayoría de los elementos ya integrados en el diseño estándar del vehículo.
En la era de fabricación del Moskvich 423 Kombi, el concepto de opcionales era bastante diferente al actual. En lugar de los múltiples paquetes y configuraciones personalizadas de hoy, los opcionales solían ser adiciones más prácticas y centradas en la funcionalidad. Los compradores podían solicitar ruedas de repuesto adicionales, herramientas específicas para el mantenimiento o adaptaciones que mejoraran la capacidad de carga. En algunos casos, había mejoras en elementos del motor o de la suspensión, orientadas a un rendimiento específico o a condiciones de manejo en terrains más exigentes, pero siempre dentro de un catálogo limitado y con menor énfasis en la estética o la tecnología avanzada.
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El Moskvich 423 Kombi estaba equipado con un motor de cuatro cilindros en línea y ofrecía una potencia que variaba en un rango aproximado de 35 a 50 CV, dependiendo de la variante y del año de fabricación.
La cilindrada del motor del Moskvich 423 Kombi se situaba en torno a los 1200 cc, característica común en los vehículos de su época y clase.
El Moskvich 423 Kombi disponía normalmente de cinco asientos, con un enfoque en la practicidad y un espacio interior que buscaba maximizar la capacidad de carga.
La velocidad máxima del Moskvich 423 Kombi podía variar, pero generalmente se encontraba en un rango de 90 a 100 km/h, suficiente para las necesidades de transporte de la época.
El consumo de combustible del Moskvich 423 Kombi se consideraba moderado para su época, oscilando generalmente entre 7 y 10 litros por cada 100 kilómetros recorridos.
Sí, el Moskvich 423 Kombi tuvo varias versiones que presentaban cambios tanto en el diseño exterior como en la configuración del interior, adaptándose a distintos usos y preferencias de los consumidores.
El Moskvich 423 Kombi estaba equipado con una transmisión manual, que era lo más común en los vehículos de la época, proporcionando una experiencia de conducción más involucrada.