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El Mitsubishi Starion es un icono de la década de los 80, conocido por ser uno de los pioneros en el mercado de los deportivos con turbocompresor. Este coupé de tracción trasera se distinguía por su diseño agresivo, con amplios pasos de rueda y líneas rectas, característicos de esa época. Equipado con un motor 2.6L de cuatro cilindros intercooler turbo, el Starion fue una respuesta contundente a sus competidores, ofreciendo rendimiento y estilo a un público entusiasta de la velocidad y la ingeniería japonesa.
El Mitsubishi Starion ofreció distintas variantes a lo largo de su historia, cada una con detalles específicos que atraían a diferentes segmentos del mercado. Algunas de las diferencias más notables incluían:
– Opciones de transmisión, tanto manual como automática.
– Diferentes niveles de potencia, ajustados según los requerimientos de cada mercado.
– Varios paquetes de acabado que añadían elementos estéticos y de confort.
Desde su lanzamiento en 1982 hasta el final de su producción, el Mitsubishi Starion evolucionó adaptándose a las exigencias de sus usuarios. En sus primeros años destacó por su innovación técnica, integrando cada vez más mejoras en sus sistemas de turbocarga y gestión electrónica del motor. A finales de los 80, el Starion recibió actualizaciones estéticas y mecánicas, buscando mantener su competitividad frente a los deportivos emergentes de la época.
Chicos, ¿recordáis el Starion? Después de todo, tuvo sus momentazos con varias versiones que pasaron a la historia. ¿Quién puede olvidar el JA, JD o incluso el potente GSR-VR? ¡Clásicos de los 80!
El Mitsubishi Starion (1982) destacó por sus especificaciones técnicas avanzadas para la época. Disponía de dirección asistida, suspensión delantera independiente tipo McPherson y una suspensión trasera independiente multi-link, un conjunto que ofrecía una experiencia de conducción deportiva y precisa. El motor 2.6L turbocargado era capaz de entregar potencias que iban desde los 150 CV hasta los 200 CV, según el mercado y las legislaciones de emisiones. El coche también venía con un diferencial de deslizamiento limitado como parte del equipamiento estándar en muchos modelos.
Comodidad9,0
Seguridad9,4
Calidad/Precio9,0
Diseño9,2
En su momento, el Mitsubishi Starion ofrecía un excelente balance entre precio y rendimiento. Su costo era competitivo con otros deportivos de la época, situándose como una opción atractiva para los entusiastas del motor que buscaban un vehículo con prestaciones deportivas sin pagar un precio desorbitado por marcas premium.
El Starion se destacó por sus fichas técnicas exhaustivas que prometían y cumplían en rendimiento. Sus acabados reflejaban la filosofía deportiva de Mitsubishi, con medidas que optimizaban la aerodinámica, y un habitáculo que, sin ser excesivamente espacioso, era confortable y estaba orientado claramente hacia el conductor.
La gama de pinturas y colores disponibles para el Starion era típicamente ochentera, con opciones que iban desde los sobrios tonos grises y negros, hasta los vibrantes rojos y azules.
Las llantas del Mitsubishi Starion eran un fuerte componente de su estética deportiva. Se ofrecían diferentes diseños y tamaños, que no solo influían en el aspecto, sino que también tenían un impacto significativo en el comportamiento dinámico del vehículo. Algunas versiones venían equipadas con llantas de aleación ligera, que reducían el peso no suspendido y mejoraban la maniobrabilidad y la respuesta de la dirección. Los neumáticos, bien seleccionados para las prestaciones del coche, completaban un conjunto que garantizaba agarre y seguridad en la conducción a altas velocidades.
Los asientos del Mitsubishi Starion de 1982 fueron diseñados con un enfoque deportivo, manteniendo una postura ergonómica que ofreciese confort y sujeción en la conducción deportiva. Utilizando materiales de alta calidad, la tapicería era robusta y duradera, a menudo con opciones de tela o cuero que podían añadir un nivel extra de lujo al interior. Diseñados para abrazar el cuerpo, los respaldos de los asientos presentaban ajustes que permitían a los conductores y pasajeros encontrar su posición ideal para un viaje placentero o una sesión intensa de conducción.
Aunque la seguridad de los vehículos de los 80 no es comparable con los estándares actuales, el Mitsubishi Starion incorporó características de protección relevantes para su época. Incluía sistemas básicos de seguridad pasiva, tales como cinturones de seguridad y una estructura de carrocería con zonas de deformación controlada, pensadas para absorber impactos y proteger a los ocupantes.
Aunque en la década de los 80 la conectividad era un concepto aún en desarrollo, el Starion no dejaba de lado el entretenimiento. Ofrecía un sistema de audio que, para su tiempo, era considerado de alta fidelidad, con radio AM/FM y casetera, altavoces integrados y, en algunos modelos, ecualizador gráfico. La música y la radio proporcionaban la banda sonora de cada viaje.
Si buscas un toque más personal o deportivo, podrías equipar tu Starion con elementos opcionales como llantas de aleación de distintos diseños, alerones traseros para mejorar la aerodinámica o incluso faros antiniebla para condiciones adversas.
En cuanto al interior, existía la posibilidad de incrementar el lujo y la comodidad con opciones como aire acondicionado, elevalunas eléctricos o un sistema de sonido mejorado. Todo ello para que te sientas el rey de la carretera.
Los paquetes opcionales eran el secreto para tener un Starion completamente a tu medida. Podías optar por paquetes de confort con mejoras en climatización y asientos, o ir por paquetes de rendimiento que incluían mejoras en la suspensión y la transmisión. Al final, el cliente tenía la posibilidad de convertir un Starion base en una máquina mucho más enfocada en rendimiento o en comodidad, según sus preferencias y necesidades.
Aparte de los mencionados, el Mitsubishi Starion ofrecía una amplia gama de opcionales que cubrían desde elementos prácticos como el control de velocidad de crucero, hasta detalles que realzaban la experiencia de manejo como el volante deportivo. La personalización era clave, y Mitsubishi entendió que cada conductor tenía sus preferencias. Incluso, elementos como una suspensión ajustable podían ser añadidos, permitiendo a los entusiastas del motor y la velocidad ajustar su vehículo para distintas situaciones, ya fuese para una conducción más deportiva o un manejo más confortable en ciudad.
La contratación de un seguro para un clásico como el Mitsubishi Starion requiere tener en cuenta factores como:
Es aconsejable consultar con aseguradoras especializadas en vehículos clásicos para obtener la mejor oferta.
Cuando se trata de coches similares al Mitsubishi Starion, podemos pensar en modelos deportivos de la misma época como el Toyota Supra, el Nissan 300ZX o el Mazda RX-7. Todos ellos ofrecían alternativas interesantes en el segmento de coches deportivos con un fuerte enfoque en rendimiento y estilo.
El Mitsubishi Starion se produjo entre 1982 y 1989, ofreciendo varias actualizaciones y versiones a lo largo de esos años.
El Starion contaba con motores de cuatro cilindros en línea turboalimentados, con cilindradas que iban desde 2.0 a 2.6 litros, dependiendo del mercado y del año de fabricación.
La potencia del Mitsubishi Starion variaba entre aproximadamente 150 y 200 CV, en función de la versión y las especificaciones del modelo.
El Mitsubishi Starion era un coche deportivo de 2+2 asientos, con una carrocería coupé de tres puertas.
La velocidad máxima del Starion rondaba entre 190 y 240 km/h, dependiendo de la versión del modelo y su configuración mecánica.
Sí, se lanzaron algunas ediciones especiales y limitadas, como el Starion ESI-R y el 2000GSR-VR, que ofrecían mejoras en rendimiento y equipos específicos.
El Mitsubishi Starion estaba equipado con transmisiones manuales de cinco velocidades, aunque algunos modelos estaban disponibles con una automática de cuatro velocidades.