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El Mitsubishi Lancer de 1995 se consolida como un referente en su segmento, ofreciendo fiabilidad, un diseño atractivo y una experiencia de conducción equilibrada. Disponible en varios niveles de acabado, el Lancer apuesta por la versatilidad con motores que oscilan desde opciones económicas hasta las más potentes y deportivas. Los interiores, aunque sencillos, están bien ensamblados, destacando por su funcionalidad y comodidad. Los sistemas de seguridad cumplen con las expectativas de la época, incluyendo airbags y frenos ABS en las configuraciones superiores.
El Mitsubishi Lancer de 1995 ofrece distintas de carrocería que se adaptan a las necesidades de los clientes. Estas incluyen la tradicional sedán de cuatro puertas y la más versátil variante station wagon. También existe una coupé para aquellos que buscan un diseño más deportivo. Las diferencias entre estas opciones residían no sólo en la estética, sino también en la configuración del espacio interior y la capacidad de carga.
El año representó para el Mitsubishi Lancer un período de consolidación en los mercados internacionales. Este modelo, perteneciente a la sexta generación, continuaba con la herencia de una línea que había comenzado su andadura en los años 70, adaptándose a los estándares y gustos de la década de los 90.
El Lancer de 1995 destacó por ofrecer una amplia gama de , desde las básicas y económicas hasta las altamente cotizadas variantes deportivas como el Lancer Evolution, que se ganó el corazón de entusiastas del automovilismo. Cada versión estaba diseñada para satisfacer un perfil de conductor específico, desde el urbano pragmático hasta el amante de la velocidad y la adrenalina.
Las del Mitsubishi Lancer de 1995 incluyen una gama de motores de cuatro cilindros capaces de ofrecer un rendimiento equilibrado entre economía y potencia. La calidad de construcción del vehículo es sólida, lo que garantiza durabilidad y resistencia. En lo que respecta al equipamiento de , el modelo básico ofrecía lo necesario para un confort aceptable, mientras que las versiones más altas incorporaban mejoras en la calidad de los materiales y tecnología avanzada para la época.
Comodidad9,2
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,0
Diseño9,2
En cuanto a , el Lancer de 1995 presentaba una excelente relación calidad-precio. Su coste de adquisición competitivo frente a rivales de la época hacía de este modelo una opción inteligente para quienes buscaban un vehículo fiable sin desembolsar grandes sumas.
Las del Mitsubishi Lancer de 1995 eran ampliamente elogiadas por su detallada precisión. Los acabados disponibles ofrecían diversas opciones de personalización, y las medidas del vehículo respondían a un diseño que maximizaba el espacio interior sin comprometer la estética.
En cuanto a las , el Lancer de 1995 estaba disponible en una variedad de colores que enfatizaban su líneas. Podías escoger desde tonos sobrios hasta más vibrantes, permitiendo a cada conductor encontrar aquel que mejor reflejara su personalidad y estilo.
Las eran un complemento clave en la estética del Mitsubishi Lancer de 1995. Con diseños que variaban desde lo funcional y modesto en los modelos base, hasta opciones más deportivas y llamativas en las versiones de gama alta, las llantas aportaban un toque distintivo y mejoraban la experiencia de manejo.
El interior del Mitsubishi Lancer (1995) estaba diseñado para ofrecer comodidad y funcionalidad. Los asientos, con una ergonomía enfocada en el soporte durante la conducción, venían recubiertos en materiales resistentes, ofreciendo una experiencia agradable al tacto y visuales acordes a la estética de la época. Además, existía la posibilidad de optar por tapicerías más sofisticadas en los acabados superiores.
La seguridad del Mitsubishi Lancer (1995) estaba en líneales con los estándares de su tiempo, equipando sistemas de frenos ABS y airbags frontales para el conductor y el copiloto. Además, incorporaba cinturones de seguridad con pretensores y limitadores de carga, distribución de frenado electrónico y carrocería con zonas de deformación programada para absorber mejor el impacto. Todas estas características contribuían a un mayor nivel de protección para los ocupantes.
En materia de conectividad y audio, el Mitsubishi Lancer (1995) ofrecía un sistema de sonido básico pero funcional, con radio AM/FM y reproductor de cintas, además de altavoces integrados que proporcionaban una calidad de sonido coherente con la gama del vehículo.
El Mitsubishi Lancer (1995) permitía personalizar su aspecto exterior con distintos opcionales, como llantas de aleación de varios diseños y tamaños, spoilers traseros que acentuaban el carácter deportivo y diversos tipos de faros, incluyendo unidades antiniebla para una mejor visibilidad en condiciones adversas. Estos elementos potenciaban el atractivo y la individualidad del vehículo.
Dentro del habitáculo, se podían añadir opciones como el aire acondicionado, elevalunas eléctricos y cierre centralizado para mejorar la comodidad y la funcionalidad del interior. También se ofertaban mejoras en el sistema de audio y acabados interiores de mayor calidad que elevaban el nivel de lujo del vehículo.
Existían paquetes opcionales que combinaban varias mejoras tanto estéticas como funcionales, desde paquetes de confort con mejoras en la climatización hasta paquetes deportivos con suspensiones afinadas y detalles distintivos en la carrocería.
Los opcionales del Mitsubishi Lancer (1995) abarcaban desde los más prácticos como sistemas de alarma antirrobo hasta aquellos que potenciaban la experiencia de conducción, como la dirección asistida o el techo solar eléctrico, proporcionando así una sensación más placentera y personalizada al volante.
Al calcular el seguro del Mitsubishi Lancer (1995), es imprescindible considerar factores como la potencia del motor, la versión específica del modelo y las características de seguridad con las que cuenta el vehículo. Estos aspectos técnicos influirán directamente en el tipo de seguro y las coberturas recomendadas.
El Mitsubishi Lancer de 1995 cuenta con diferentes opciones de motorización que varían según la versión y el mercado. Los motores pueden ser de 4 cilindros en línea con cilindradas que van desde aproximadamente 1.3L hasta 2.0L, ofreciendo un rango de potencia que oscila entre los 75 CV y los 280 CV en el caso del Lancer Evolution II.
El Mitsubishi Lancer de 1995 podía equiparse con transmisiones manuales de 5 velocidades o automáticas de 3 o 4 velocidades, dependiendo del modelo y las especificaciones del mercado.
El Mitsubishi Lancer de 1995 tiene capacidad para 5 pasajeros, incluyendo al conductor, en todas sus variantes de carrocería, que incluyen sedán, coupé y station wagon.
La velocidad máxima del Mitsubishi Lancer de 1995 varía según la versión del motor y el tipo de transmisión. Los modelos estándar pueden alcanzar entre 170 km/h y 190 km/h, mientras que las versiones de alto rendimiento como el Lancer Evolution pueden superar los 240 km/h.
El consumo de combustible del Mitsubishi Lancer de 1995 varía según el tipo de motor y la transmisión. En general, se puede esperar un consumo promedio que puede ir desde los 6 a los 10 litros por 100 km, siendo los modelos con motores más pequeños y eficientes los que presentan un menor consumo.
El Mitsubishi Lancer de 1995 incluye características de seguridad como cinturones de seguridad delanteros con pretensores, barras de protección en las puertas y, en algunos modelos, airbags frontales para conductor y pasajero. Sin embargo, la disponibilidad de estas características puede variar según el mercado y la versión del vehículo.
El Mitsubishi Lancer de 1995 generalmente cuenta con una suspensión independiente tipo McPherson en el eje delantero y una suspensión multilink o de ballestas en el eje trasero, dependiendo del modelo y la configuración del vehículo.