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El Mitsubishi Chariot de 1991 es un vehículo reconocido por su robustez y versatilidad. Equipado con motores que van desde los 2.0 hasta los 2.4 litros, y opciones de transmisión manual o automática, este monovolumen destaca por su capacidad interior y su comportamiento equilibrado en carretera.
GLX | Equipamiento básico, motor 2.0L |
Super Exceed | Mayor equipamiento y motor 2.4L |
Exceed | Equilibrio entre prestaciones y precio |
El 1991 fue un año de consolidación para el Mitsubishi Chariot. Con una reputación creciente, supo mantener su posición en el mercado de los monovolúmenes.
– GLX: La versión de entrada con todo lo necesario para un viaje confortable.
– Exceed: Añade comodidades y mejoras en la estética interna y externa.
– Super Exceed: La versión tope de gama, con la mejor experiencia de lujo y confort.
El Mitsubishi Chariot de 1991 ofrece una comodidad superior y una experiencia de conducción refinada. Con un diseño orientado hacia la funcionalidad, cuenta con un interior espacioso capaz de albergar hasta siete pasajeros. Su suspensión ajustada proporciona un viaje suave, mientras que los motores proveen la potencia necesaria para un rendimiento óptimo en diversas condiciones.
Comodidad9,1
Seguridad9,2
Calidad/Precio9,1
Diseño9,1
El precio del Mitsubishi Chariot de 1991 variaba según la versión y el equipamiento. Ofreciendo una relación calidad-precio competitiva, el Chariot se posicionaba como una opción atractiva para familias en busca de un vehículo espacioso y confiable.
El Chariot contaba con varias fichas técnicas, detallando las características mecánicas y dimensiones de cada variante. Los acabados del interior se pensaron para maximizar la comodidad, mientras que las medidas exteriores estaban optimizadas para una buena maniobrabilidad sin sacrificar espacio interior.
La gama de colores para el Mitsubishi Chariot de 1991 incluía opciones clásicas y sobrias, adaptándose a un perfil de consumidor práctico y familiar. Los acabados de pintura garantizaban una buena resistencia y un aspecto duradero a lo largo del tiempo.
Las llantas del Chariot de 1991 estaban diseñadas para combinar funcionalidad con estilo. Disponibles en varias dimensiones y acabados, complementaban la estética robusta del vehículo.
El Mitsubishi Chariot de 1991 ofrecía una experiencia interior confortable y funcional. Con capacidad para hasta siete pasajeros, sus asientos estaban diseñados para proporcionar un buen soporte y eran configurables para maximizar el espacio de carga. La tapicería, aunque no lujosa, era duradera y adecuada para el uso familiar intensivo. Opcionalmente, se podían adquirir acabados más refinados, incluyendo asientos con tapizados de mayor calidad. La segunda fila de asientos contaba con una funcionalidad de deslizamiento para facilitar el acceso a la tercera fila, y los respaldos se podían abatir para crear una superficie más plana para la carga.
Aunque el Mitsubishi Chariot de 1991 no contaba con las tecnologías de seguridad actuales, ofrecía características básicas como cinturones de seguridad para todos los ocupantes y un chasis con zonas de deformación programada para absorber impactos.
En la era previa a la conectividad digital, el Mitsubishi Chariot de 1991 se centraba en brindar una experiencia de audio agradable. Venía equipado con un sistema de sonido que incluía radio AM/FM y, en algunos casos, reproductor de cassettes o CD como opcionales. Los controles de audio estaban dispuestos ergonómicamente en el tablero para un fácil acceso por parte del conductor y los pasajeros. Aunque modesto comparado con los estándares actuales, el sistema ofrecía una calidad de sonido decente para la época.
Los opcionales exteriores disponibles para el Mitsubishi Chariot de 1991 incluían una variedad de ruedas de aleación, barras de techo para carga adicional y faros antiniebla para mejorar la visibilidad en condiciones adversas.
Dentro de los opcionales interiores se podían encontrar sistemas de aire acondicionado mejorados, elevalunas eléctricos y un techo solar eléctrico para proporcionar una mayor sensación de amplitud y luminosidad en el habitáculo.
Existían diversos paquetes opcionales que permitían al comprador personalizar su Mitsubishi Chariot de 1991. Estos paquetes incluían mejoras en el confort interior, decoraciones exteriores y mejoras en el rendimiento, como suspensiones deportivas y sistemas de escape mejorados.
El vehículo también podía incluir accesorios como fundas de asiento y organizadores de maletero para aumentar la versatilidad y comodidad del viaje.
Para calcular el seguro del Mitsubishi Chariot de 1991, es importante considerar que este vehículo se distingue por ser una opción versátil y práctica para familias o grupos. Los seguros valorarán su fiabilidad y el coste moderado de sus repuestos a la hora de determinar la prima.
El Mitsubishi Chariot de 1991 ofrecía una gama de motorizaciones que incluía motores de gasolina con cilindradas que iban desde los 1.8 hasta los 2.4 litros, proporcionando una potencia que podía variar aproximadamente entre los 100 y los 150 CV.
El Mitsubishi Chariot de 1991 se diseñó como un vehículo multipropósito y cuenta con 7 asientos distribuidos en tres filas, ofreciendo flexibilidad para pasajeros y carga.
La velocidad máxima del Mitsubishi Chariot de 1991 puede variar según la motorización, pero generalmente se situaba en un rango entre los 170 y los 190 km/h.
El Mitsubishi Chariot de 1991 estaba disponible con transmisiones manuales de 5 velocidades o automáticas de 4 velocidades.
El Mitsubishi Chariot de 1991 se ofrecía tanto con tracción delantera como con tracción a las cuatro ruedas, dependiendo del modelo y la configuración elegida por el comprador.
Las opciones de equipamiento para el Mitsubishi Chariot de 1991 variaban desde modelos básicos con los elementos esenciales hasta versiones más lujosas que incluían aire acondicionado, elevalunas eléctricos, sistema de audio mejorado y otros complementos de confort y conveniencia.
El consumo de combustible del Mitsubishi Chariot de 1991 dependía del tipo de motor y la transmisión, pero típicamente se encontraba en un rango de 8 a 12 litros por cada 100 kilómetros, variando entre uso urbano y en carretera.