Si buscas un todoterreno con pinta de duro y alma aventurera, el Mitsubishi Challenger del ’96 es tu colega. Este mastodonte es capaz de llevarte a cualquier rincón sin despeinarse. Con su aspecto robusto y una mecánica fiable, el Challenger se convirtió en el mejor amigo de los que buscaban un vehículo práctico y todoterreno.
El Mitsubishi Challenger del ’96 se plantó en el mercado con distintas carrocerías que se adaptaban a todo tipo de aventureros. Aquí algunas de las variantes:
Estas distintas caras del Challenger lo hicieron especial en su categoría.
El ’96 fue un año clave para Mitsubishi Challenger. Este fiera pisó la calle por primera vez, ganando popularidad por su versatilidad y rendimiento en cualquier tipo de terreno. Era la mezcla perfecta de potencia, resistencia y comodidad.
En cuanto a versiones, el Mitsubishi Challenger del ’96 estaba lejos de ser monótono. Se ofrecían distintas opciones de motorización y equipamiento, cada cual ajustándose a las necesidades y bolsillos de los consumidores.
El corazón de este gigante venía en diversas cilindradas, asociado a una transmisión que no te dejaba tirado. Detalles como su suspensión o habitabilidad, hacían la diferencia.
Comodidad9,1
Seguridad9,1
Calidad/Precio8,8
Diseño8,8
Por aquella época, el Mitsubishi Challenger seducía no solo por su potencia sino por una relación calidad-precio bastante atractiva para los entusiastas del todoterreno.
Cada ficha técnica del Mitsubishi Challenger era un mundo: distintos acabados y medidas para que cada quien encontrase su joya perfecta.
El ’96 trajo una paleta de colores que se integraban a la perfección con el espíritu salvaje del Challenger. Desde tonos tierra que camuflaban el polvo del camino, hasta colores vivos que reflejaban la luz del sol intensa en travesías desérticas, había un Challenger para cada gusto y aventura al aire libre. Los acabados de la pintura ofrecían además protección extra contra los rigores del uso en terrenos difíciles.
Por supuesto que un guerrero como el Mitsubishi Challenger del ’96 necesitaba calzar llantas a la altura. Las opciones iban desde las más básicas y funcionales, hasta las llantas de aleación de diseño exclusivo. No importaba si elegías una para la ciudad o te decidías por una más resistente para la tierra; las llantas del Challenger eran todo un statement de durabilidad y estilo.
El interior del Mitsubishi Challenger de 1996 era una declaración de comodidad y funcionalidad.
En materia de seguridad, el Challenger de aquel año venía con lo básico. Airbags, frenos ABS y cinturones de seguridad que brindaban tranquilidad en cada viaje.
Los amantes de la música y la tecnología encontraban en el Challenger de ’96 un aliado.
Era el inicio de una era donde todavía no soñábamos con conexiones Bluetooth o pantallas táctiles.
Algunos detalles diferenciadores del Challenger ’96 incluían
y
para destacar sobre el asfalto o la trocha.
En el interior, podías optar por
y
que eran un lujo de la época.
Mitsubishi ofrecía paquetes que incluían
,
y
.
Los opcionales realmente marcaban la diferencia. Podías contar con
,
, y
para aquellos días soleados. Los más aventureros podían equipar su Challenger con
y
, mientras que los más exigentes podían incluir
o
.
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La potencia de los motores del Mitsubishi Challenger de 1996 puede variar entre aproximadamente 115 y 200 CV, dependiendo del modelo y de la configuración del motor.
El Mitsubishi Challenger generalmente viene con tracción trasera o con un sistema de tracción en las cuatro ruedas (4WD), permitiendo una conducción más versátil y segura en distintos terrenos.
El Mitsubishi Challenger normalmente ofrece una configuración de 5 asientos, proporcionando un interior espacioso para los pasajeros.
Los modelos de Mitsubishi Challenger de 1996 suelen estar equipados con motores de cuatro cilindros en línea o V6, y la cilindrada puede oscilar entre 2.5 y 3.0 litros.
La velocidad máxima de un Mitsubishi Challenger de 1996 puede variar, pero generalmente se sitúa en un rango que va desde los 170 hasta los 190 km/h, dependiendo de la versión del motor y otros factores.
El Mitsubishi Challenger de 1996 está disponible con transmisión manual o automática, ofreciendo versatilidad para adaptarse a las preferencias de conducción de cada individuo.
Sí, ciertas versiones del Mitsubishi Challenger están equipadas con características como la tracción en las cuatro ruedas (4WD), la suspensión elevada y otras mejoras que lo hacen apto para la conducción todoterreno.