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El Mercury Villager de 1999 se presenta como una interesante propuesta en el segmento de los monovolúmenes. Este modelo ofrece una combinación equilibrada entre comodidad, funcionalidad y rendimiento. Entre sus características técnicas más destacadas se encuentran:
Sin duda, un vehículo práctico para la familia.
El Mercury Villager de 1999 está disponible en distintas variantes para satisfacer diversas necesidades:
El Mercury Villager fue lanzado originalmente en el año 1993 y sufrió una reestilización en 1999, ofreciendo mejoras significativas en diseño y mecánica.
Las versiones del Mercury Villager de 1999 se clasifican en diferentes niveles de equipamiento, desde la versión base, hasta la más lujosa y completa. Estas versiones son:
El Villager de 1999 destaca por su versatilidad interior y su buen manejo en carretera. Entre las características generales podemos mencionar:
Comodidad9,3
Seguridad8,7
Calidad/Precio8,6
Diseño9,5
Los precios del Mercury Villager de 1999 variaban considerablemente en función del nivel de acabado y los paquetes de opciones seleccionados. Era más asequible en su versión base, ascendiendo de precio a medida que se incorporaban elementos de confort y lujo. Este vehículo tenía un excelente valor en cuanto a la relación precio-calidad, situándose como una opción competitiva frente a sus rivales directos en el mercado de monovolúmenes. Su depreciación con el tiempo permitió que se convirtiera en una opción atractiva en el mercado de vehículos de segunda mano.
Todos los acabados del Mercury Villager de 1999 contaban con una hoja técnica detallada y especificaciones claras sobre sus medidas y capacidades.
El diseño exterior del Villager de 1999 ofrecía diversas opciones de pintura, permitiendo a los compradores personalizar su vehículo con colores que iban desde los clásicos hasta los más vibrantes. La paleta de colores estaba pensada para atraer una amplia gama de gustos y preferencias, buscando siempre dar un toque de elegancia y distinción.
Las llantas del Mercury Villager de 1999 eran otro punto destacado en su diseño. Disponibles en diferentes estilos y medidas, acentuaban la estética robusta y elegante del vehículo. Diseñadas para complementar el aspecto general y mejorar la experiencia de conducción, las llantas del Villager también contribuían a la seguridad y al rendimiento general del monovolumen.
El Mercury Villager de 1999 cautiva desde el interior con su terminación cuidada y un ambiente que mezcla confort con funcionalidad. Los asientos tapizados en tela o piel disponible ofrecen un tacto suave y proporcionan un apoyo confortable incluso en viajes prolongados. El conductor se beneficia de un asiento con ajuste eléctrico, lo que posibilita encontrar la posición ideal de conducción con facilidad. El habitáculo está diseñado pensando en la versatilidad, con asientos traseros removibles y plegables que permiten configurar el espacio de carga según las necesidades del momento.
A pesar de ser un modelo con algunos años de historia, el Mercury Villager de 1999 no escatimaba en medidas de seguridad. Contaba con bolsas de aire frontales para conductor y pasajero, frenos ABS y cinturones de seguridad con pretensores. Además, la estructura reforzada de la carrocería pretendía ofrecer una mejor protección en caso de impacto. Esto, junto a la incorporación de barras de protección lateral en las puertas, buscaba resguardar la integridad de los ocupantes.
Para la época, el Mercury Villager ofrecía un sistema de audio digno, con opciones de radio AM/FM y cassette. En algunos modelos, se incluía un cambiador de CDs, permitiendo disfrutar de una selección más amplia de música durante el camino.
El exterior del Mercury Villager podía personalizarse con varios opcionales:
En el apartado interior, los opcionales del Mercury Villager destacaban por su versatilidad:
Los paquetes opcionales incluían combinaciones de confort y estética, como el paquete de piel, que elevaba el nivel de lujo del interior.
La lista de opcionales del Mercury Villager de 1999 era amplia, permitiendo a los compradores personalizar su vehículo a gusto. Entre ellos se encontraban el techo solar eléctrico, que aportaba luz natural y ventilación, así como la opción de asientos con calefacción, privilegio para los días más fríos. El entretenimiento para los pasajeros traseros tampoco se olvidaba, con sistemas de video disponibles para aquellos largos viajes en carretera. El control de crucero, un detalle imprescindible para el descanso del conductor en trayectos largos, y el espejo retrovisor electrocrómico, que atenuaba el deslumbramiento de los faros traseros, completaban el conjunto de comodidades posibles para este clásico monovolumen.
Si estás considerando hacerte con un clásico como el Mercury Villager, no olvides calcular el seguro. Es fácil y rápido, solo tienes que ingresar algunos datos en línea y podrás obtener una idea aproximada del costo. Además, podrás personalizar tu seguro en función de tus necesidades. ¡Es un paso esencial antes de llevar este espacioso compañero de viajes a la carretera!
El Mercury Villager 1999 dispone de una potencia que varía aproximadamente entre 150 y 200 caballos de vapor, dependiendo de la versión y configuración del motor.
Los motores del Mercury Villager 1999 suelen tener una cilindrada de alrededor de 3.0 litros, aunque puede haber ligeras variaciones según la variante específica del modelo.
El Mercury Villager 1999 está diseñado para acomodar de manera cómoda hasta 7 pasajeros, incluyendo al conductor.
La velocidad máxima del Mercury Villager 1999 puede oscilar entre 175 y 185 km/h, sujeto a las condiciones del vehículo y especificaciones del motor.
Sí, el Mercury Villager 1999 cuenta con varias variantes, incluyendo modelos básicos y de lujo, con diferencias en acabados interiores, sistemas de entretenimiento y paquetes de comodidad y conveniencia.
El Mercury Villager 1999 generalmente está equipado con una transmisión automática de 4 velocidades.
El consumo de combustible del Mercury Villager 1999 varía, pero generalmente se sitúa en un rango de aproximadamente 11 a 14 litros por cada 100 kilómetros, dependiendo de las condiciones de manejo y mantenimiento del vehículo.