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Marca | Mercury |
Modelo | Tracer |
Año | 1997 |
Categoría | Compacto |
Motores | 1.9L I4 / 2.0L I4 |
Transmisiones | Manual de 5 velocidades / Automática de 4 velocidades |
Sistema de tracción | Delantera |
Configuración | Sedán, Hatchback, Familiar |
Comodidad9,7
Seguridad9,3
Calidad/Precio9,1
Diseño9,0
El Mercury Tracer de ’97 era un compacto que no escatimaba en comodidad. Sus asientos venían con un mullido que te abrazaba en cada viaje urbano o escapada de fin de semana. ¿Y la tapicería? Aunque no era cuero de alta gama, su tela resistente aguantaba lo suyo sin perder la dignidad. Además, las opciones de ajuste en el asiento del conductor aseguraban una postura agradable para no terminar con la espalda hecha un ocho. Para ser un coche de su segmento, ofrecía un interior bastante digno y un habitáculo curiosamente espacioso.
Los ’90 trajeron consigo una creciente preocupación por la seguridad vehicular, y el Mercury Tracer de 1997 no era ajeno a ello. Equipado con airbags para conductor y pasajero, buscaba ofrecer una protección básica en caso de colisión. Si bien su paquete de seguridad no era tan avanzado como los sistemas actuales, representaba un esfuerzo decente para la época. La carrocería estaba diseñada para absorber impactos, y los cinturones de seguridad eran de tres puntos en todas las plazas, una práctica aún no universal en aquellos tiempos.
El Tracer de aquella época no tenía pantallas táctiles ni conectividad Bluetooth, pero oye, ¡que no falte la música! Su sistema de audio AM/FM con casetera (sí, has leído bien) mantenía el ambiente durante los viajes. Además, algunos modelos se podían encontrar con un reproductor de CDs, todo un plus en aquel entonces. Eso sí, si querías seguir con las cintas de tus grupos favoritos, este coche era un santuario de la nostalgia auditiva.
Para aquellos que querían algo más personalizado, el Mercury Tracer ofrecía varios opcionales exteriores. Podías elegir entre diferentes tipos de ruedas y añadir spoilers para darle un toque más deportivo. También había disponible una gama de colores que iban desde los clásicos hasta tonalidades más atrevidas, ideales para destacar en la carretera.
En cuanto a los opcionales interiores, había posibilidades como elevar la calidad con acabados en determinadas zonas del tablero, así como incluir un control de crucero para los largos viajes por autopista. Además, se podían incorporar sistemas de seguridad adicionales, cosa que nunca está de más.
Los paquetes de opcionales permitían combinar mejoras exteriores e interiores, dando lugar a Tracers más equipados. Algunos paquetes incluían tanto mejoras estéticas como funcionales para aquellos conductores que buscaban un extra en su vehículo.
Los opcionales del Tracer eran el toque final para dejar el coche a tu gusto con accesorios como alarmas o sistemas de sonido mejorados.
Proteger tu Mercury Tracer es tan único como él. Al calcular el seguro, considera que este coche ofrece una excelente relación calidad-precio y un nivel de seguridad acorde a su época. Es un vehículo compacto y eficiente, aspectos que lo hacen atractivo para aseguradoras que premian la economía y la fiabilidad. Encuentra la póliza que mejor se adapte a tu Tracer y asegura tus viajes con confianza y tranquilidad.
El Mercury Tracer de 1997 estaba disponible con motorizaciones de cuatro cilindros que variaban entre 1.8 y 2.0 litros, ofreciendo diferentes niveles de potencia que podían ir desde aproximadamente 88 a 127 CV.
El Mercury Tracer de 1997 cuenta con una configuración de asientos para cinco pasajeros, incluyendo el conductor.
Este modelo podía equiparse con una transmisión manual de cinco velocidades o una automática de cuatro velocidades, dependiendo de la preferencia del comprador y la configuración del vehículo.
Aunque variaba según la motorización y transmisión, el Mercury Tracer de 1997 podía alcanzar velocidades máximas en el rango de 170 a 190 km/h.
El Mercury Tracer de 1997 se ofrecía en variantes de carrocería sedan y station wagon, proporcionando opciones para diferentes necesidades de espacio y estilo.
El consumo de combustible del Mercury Tracer de 1997 podía variar, pero en general se encontraba en el rango de 6 a 9 litros por 100 kilómetros, dependiendo del tipo de conducción, la motorización y si el trayecto era urbano o en carretera.
Sí, el Mercury Tracer de 1997 ofrecía varios niveles de equipamiento, que podían incluir desde las opciones más básicas hasta otras más completas con mejoras en confort y tecnología.