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El universo de los Mercury Crossover se expandió durante los años con modelos como el Mercury Milan y el Mercury Mariner. Cada uno ofrecía su propio conjunto de cualidades que los distinguía. El Milan, por ejemplo, presumía de un diseño interior refinado y una experiencia de manejo suave, mientras que el Mariner se enfocaba en la versatilidad y capacidad todoterreno, con opciones de trenes motrices híbridos que atraían a un público consciente del medio ambiente. Estos vehículos demostraban el compromiso de Mercury con la innovación y la satisfacción del cliente, antes de que la marca se despidiera del mercado.
Cuando piensas en un Mercury Crossover, te vienen a la mente términos como confort y eficiencia. Estos carros solían venir con motores V6 o variantes de cuatro cilindros, ofreciendo un buen equilibrio entre respuesta y economía de combustible. Disponían de tracción integral en algunos modelos, ideales para aquellos trayectos más aventureros. Dentro, el espacio era amplio, con asientos que prometían confort incluso en los viajes más largos, además de un sistema de entretenimiento que no te dejaba indiferente. Era fácil sentirse a gusto al volante de un Mercury Crossover.
Comodidad9,0
Seguridad9,3
Calidad/Precio9,1
Diseño9,5
Aunque Mercury ya no fabrica vehículos, los precios de modelos Crossover de segunda mano pueden variar según el estado y el año.
Para los aficionados a los detalles técnicos, las fichas de los Mercury Crossover son un tesoro de información.
Los Crossover de Mercury destacaban por sus opciones de pintura que irradiaban elegancia. Podías elegir entre una paleta de colores sobrios y elegantes que reflejaban la filosofía de la marca: ofrecer lujo y clase a precios razonables. Desde tonos plateados metálicos hasta negros intensos, había una opción para cada personalidad, asegurando que el vehículo no solo fuera funcional sino también un reflejo del estilo del conductor.
Las llantas de los Mercury Crossover eran un elemento que contribuía notablemente a su presencia en la carretera. Frecuentemente venían en diseños de aleación con dimensiones generosas que no solo mejoraban la estabilidad del vehículo, sino que también aportaban un toque estético llamativo. Algunos modelos podían equiparse con llantas de hasta 18 pulgadas, combinando ingeniería y arte para ofrecer un rendimiento y una apariencia sin compromisos. Las llantas no solo cumplían con su función práctica sino que también eran un claro reflejo de la sofisticación y el detalle que Mercury ponía en cada vehículo.
El interior de los vehículos Mercury Crossover se diseñó con un enfoque funcional y sofisticado. En cuanto a los asientos, fueron elaborados con materiales de alta calidad, ofreciendo un confort supremo tanto al conductor como a los pasajeros. La ergonomía se tuvo muy en cuenta, por lo que los ajustes eléctricos y la sujeción lateral están presentes en casi todas sus variantes. La tapicería, por otro lado, podía elegirse entre tejidos premium o cuero de primera, con detalles de costura que resaltaban su aspecto lujoso.
La marca Mercury siempre se ha tomado la seguridad en serio, y sus crossovers no son la excepción. Cada modelo estaba equipado con sistemas de protección integral, incluyendo múltiples airbags, control de estabilidad y tecnología de absorción de impactos. Además, incorporaban asistentes de conducción que contribuían a prevenir accidentes.
La tecnología multimedia en los Mercury Crossover no dejaba indiferente a nadie. La conectividad con smartphones era un estándar, con sistemas de infoentretenimiento que permitían la sincronización a través de Bluetooth o USB. Contaban con pantallas táctiles intuitivas, desde donde se podía acceder a la navegación GPS, controles de voz y, en algunos modelos, a servicios de concierge. El sistema de audio, generalmente firmado por marcas de renombre, ofrecía una experiencia acústica nítida y potente, con altavoces distribuidos estratégicamente por el habitáculo.