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El Mazda RX-3, lanzado en 1971, es una singular pieza de la ingeniería automotriz japonesa, destacando por su motor rotativo Wankel. Con un diseño estilizado y una presencia notable en el mercado de deportivos de la época, ofrecía:
Estos detalles posicionaron al RX-3 como un vehículo distinto y codiciado.
El Mazda RX-3 del 71 vino en tres sabores distintos, vamos, como tu helado favorito pero en coches. Tenías el coupé para los que buscaban líneas deportivas, el sedán para quien quería chulería pero con sitio pa’ la familia, y la station wagon que era como un todoterreno antes de que se pusieran de moda los SUV.
Cuando hablamos del año 1971 para el RX-3, estamos hablando de los inicios de uno de los iconos japoneses en rotativos. Era el momento en que Mazda metía toda la carne en el asador con su tecnología revolucionaria.
En el mundo de los coches deportivos de los 70, el Mazda RX-3 se lanzó con fuerza. Sus versiones, desde la básica hasta las más equipadas, destacaban por integrar el innovador motor rotativo que dejaba a los entusiastas del motor con un brillo en los ojos.
El Mazda RX-3 era un vehículo adelantado a su tiempo, con:
Comodidad9,4
Seguridad8,7
Calidad/Precio9,3
Diseño8,7
Si estás pensando en hacerte con uno de estos clásicos hoy día, prepárate para abrir la cartera. Originalmente, el RX-3 estaba posicionado de forma atractiva en el mercado, pero su estatus de ícono y la baja producción han hecho que los precios se disparen. Un ejemplar bien mantenido o restaurado puede costarte un buen pellizco, y si buscas una versión especial, como la versión de carreras Savanna, la cifra puede ser de órdago.
La ficha técnica del Mazda RX-3 refleja su peculiaridad mecánica y su carácter deportivo. Con dimensiones compactas, ofrecía una experiencia de conducción ágil y directa, un lujo en aquellos tiempos.
Los colores de aquel entonces eran la guinda del pastel. Mazda ofrecía una paleta que iba desde el clásico blanco hasta tonos más atrevidos como el amarillo o el verde, siempre con acabados que resaltaban la esencia deportiva del RX-3.
Las llantas del RX-3 eran mucho más que un complemento; eran una declaración de intenciones. De serie venían sencillas, pero robustas. Los modelos más potentes calzaban ruedas más anchas con llantas que gritaban a los cuatro vientos su pedigrí de carreras.
El Mazda RX-3, lanzado en 1971, proporcionaba una experiencia interior que aunque modesta, destacaba por su funcionalidad y un cierto enfoque deportivo. Los asientos ofrecían soporte y ergonomía, diseñados para un agarre óptimo durante la conducción. La tapicería, disponible en varios colores y patrones, era típica de la época, con materiales que priorizaban durabilidad y fácil mantenimiento. Este Mazda también contaba con detalles distintivos como los relojes del tablero con diseño exclusivo y una distribución centrada en el conductor, lo que subrayaba la filosofía de “jinba ittai” o la unión entre el caballo y su jinete.
La seguridad en el Mazda RX-3 de 1971 era básica, acorde a las normativas y tecnologías de la época. Incluía cinturones de seguridad estándar y un diseño de carrocería que empezaba a tener en consideración la absorción de impactos. Además, su bajo centro de gravedad y distribución equilibrada de peso contribuían a una mayor estabilidad en carretera, lo que indirectamente mejoraba la seguridad activa del vehículo.
Aunque la conectividad moderna no era un aspecto del Mazda RX-3 de 1971, este coche contaba con un sistema de audio que ofrecía entretenimiento y noticias a través de la radio AM/FM, algo que empezaba a estandarizarse en los vehículos de aquel entonces. La claridad y la potencia del sistema eran adecuadas para la época y significaban un añadido importante para la experiencia de conducción.
Los paquetes opcionales para el Mazda RX-3 incluían mejoras en rendimiento y estética, como kit de carrocería deportivo, suspensión mejorada y sistema de escape con mayor rendimiento.
El Mazda RX-3 ofrecía opciones para aumentar tanto su rendimiento como su comodidad. Entre ellas, se podían encontrar sistemas de carburación mejorados, escapes deportivos y frenos de disco en las cuatro ruedas que mejoraban la capacidad de frenado. En el interior, los consumidores podían optar por incorporar elementos como aire acondicionado, algo poco común en la época, y asientos con regulación adicional para mejorar la ergonomía. Estos opcionales reflejaban la flexibilidad de Mazda para adaptarse a las necesidades específicas de cada cliente, creando un coche que podía ser tanto un vehículo de uso diario como una máquina más orientada al disfrute en carretera.
Modelo | Mazda RX-3 1971 |
Motorización | Motor rotativo Wankel |
Características | Tracción trasera, 2 puertas |
Cobertura | Responsabilidad Civil, cobertura total o parcial |
El Mazda RX-3 está equipado con un motor rotativo Wankel, que generalmente tiene una cilindrada que va desde los 982 cc hasta los 1146 cc, dependiendo de la versión específica del modelo.
La potencia del Mazda RX-3 varía entre aproximadamente 100 y 130 CV, en función de la variante y el año de producción.
El Mazda RX-3 es un vehículo que típicamente ofrece un acomodo para 4 pasajeros, incluyendo al conductor.
El Mazda RX-3 fue ofrecido con opciones de transmisión manual de 4 o 5 velocidades y, en algunos casos, con una transmisión automática de 3 velocidades.
La velocidad máxima del Mazda RX-3 puede variar, pero generalmente se encuentra en el rango de 160 a 190 km/h.
El consumo de combustible del Mazda RX-3 puede considerarse elevado comparado con los motores de pistón convencionales, situándose en diferentes rangos dependiendo de las condiciones de manejo y mantenimiento del vehículo.
El Mazda RX-3, al ser un coche de los años 70, tiene características de seguridad básicas en comparación con los estándares modernos, tales como cinturones de seguridad y una construcción robusta, pero carece de tecnologías avanzadas de seguridad activa y pasiva presentes en modelos más recientes.