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El Mazda 929 de 1979 marcó una era gracias a su diseño robusto y prestaciones destacadas para su época. Entre sus cualidades se encontraban:
Este conjunto de características le confería al Mazda 929 un carácter distintivo.
El Mazda 929 de 1979 se ofrecía en diferentes tipos de carrocería que se adaptaban a distintas necesidades y gustos:
El año 1979 fue significativo para Mazda, ya que marcó la introducción de una nueva generación de su serie 929. Este vehículo no solo demostró ser un paso adelante en términos de diseño y tecnología, sino que también estableció un nuevo estándar para los sedanes de tamaño medio de la marca japonesa. Su lanzamiento fue un reflejo de los avances de la industria automotriz de la época.
La gama del Mazda 929 de 1979 se destacaba por varias versiones que respondían a las expectativas de distintos segmentos de mercado. Cada versión se diseñó con un enfoque específico en desempeño y lujo, asegurando de este modo satisfacer una amplia gama de preferencias y necesidades de los consumidores.
Las características generales del Mazda 929 de 1979 incluían aspectos destacados tales como:
Estos detalles hacían del Mazda 929 un vehículo diferenciado en su clase.
Comodidad9,6
Seguridad9,7
Calidad/Precio9,2
Diseño9,2
En su lanzamiento, el Mazda 929 de 1979 ofreció una buena relación calidad-precio, posicionándose como una opción competitiva dentro de los sedanes de tamaño medio. Sus precios variaban según el mercado, los acabados y las especificaciones técnicas de cada versión, pero en general se consideraba un vehículo accesible para aquellos que buscaban calidad y confort sin un costo exorbitante. Con el paso de los años, el valor del Mazda 929 ha sido objeto de apreciación por parte de coleccionistas y entusiastas del automovilismo.
Las fichas técnicas del Mazda 929 de 1979 ofrecían una visión detallada de cada aspecto del vehículo. Desde sus dimensiones exteriores e internas, hasta sus capacidades de motorización y acabados de interiores, cada elemento estaba diseñado para proporcionar la mayor comodidad y eficiencia. Además, el modelo disponía de diferentes medidas que lo hacían práctico tanto para la ciudad como para viajes más largos.
La paleta de colores y pinturas disponible para el Mazda 929 de 1979 incluía opciones que podían ir desde tonos sobrios hasta más llamativos, permitiendo así personalizar el vehículo al gusto del consumidor.
Las llantas del Mazda 929 de 1979 eran un componente crucial en su diseño, no solo en términos estéticos sino también por su funcionalidad y rendimiento en distintos tipos de superficie.
En el corazón de la experiencia de conducción del Mazda 929 (1979), se encontraban sus asientos cuidadosamente diseñados, ofreciendo un equilibrio entre confort y soporte. La tapicería utilizada en estos asientos era de una calidad que aspiraba a rivalizar con la de vehículos de gama superior. Con un enfoque en la durabilidad y la estética, los materiales seleccionados buscaban ofrecer al conductor y pasajeros un ambiente acogedor y refinado, adecuado para viajes largos y cortos por igual. Esta atención al detalle en el diseño interior era parte de lo que hacía al Mazda 929 destacarse en su era.
Mientras que la tecnología de seguridad automotriz no era tan avanzada en 1979 como lo es hoy, el Mazda 929 fue diseñado con las características de seguridad de la época. Con un robusto chasis y una estructura que buscaba proteger a sus ocupantes, el 929 incluía sistemas básicos de seguridad pasiva. A pesar de que los adelantos como los airbags o los controles de tracción aún no eran comunes, este vehículo incorporó cinturones de seguridad y un diseño orientado a la seguridad en el evento de un impacto.
El sistema de audio del Mazda 929 (1979) estaba diseñado para entregar entretenimiento y conectividad acorde a la época, con radio AM/FM y cassette.
El Mazda 929 (1979) ofrecía varios opcionales exteriores, como ruedas de aleación distintas y color personalizado.
Entre los opcionales interiores se encontraban la elección de tapicería de mayor calidad y acabados de madera.
Los paquetes opcionales del Mazda 929 (1979) incluían mejoras de confort y lujo para una experiencia de conducción premium.
El Mazda 929 fue un modelo que buscó ofrecer una experiencia de personalización para sus usuarios. Los opcionales eran diversos y abarcaban desde cambios estéticos hasta mejoras funcionales. Se podía optar por diferentes tipos de pintura exterior, diseños de tapizado y adornos interiores que le daban a cada vehículo un toque único. Además, había opcionales que mejoraban la experiencia de conducción, como suspensiones deportivas y sistemas de escape mejorados. Otras opciones incluían sistemas de audio avanzados para la época y paquetes de accesorios exteriores, como spoilers y faldones laterales, que no solo añadían un aspecto más deportivo sino que también podían influir en la aerodinámica del vehículo.
Calcular el seguro para un Mazda 929 (1979) puede ser una experiencia única por tratarse de un vehículo vintage. Este clásico japonés se distingue por su diseño atemporal y su fiabilidad, lo que puede influir en las condiciones del seguro. Es importante tener en cuenta factores como su antigüedad y valor histórico al momento de asegurarlo.
La cilindrada de los motores del Mazda 929 de 1979 varía desde aproximadamente 1.8 litros hasta 2.0 litros, dependiendo de la versión específica del modelo.
La potencia de los modelos Mazda 929 puede variar de alrededor de 90 a 120 cv, dependiendo del tipo de motor y de la configuración específica.
El Mazda 929 de 1979 estaba equipado con transmisiones manuales de 4 o 5 velocidades, así como con opciones de transmisión automática para algunos modelos.
El Mazda 929 tradicionalmente cuenta con 5 asientos, ofreciendo comodidad tanto para el conductor como para los pasajeros.
La velocidad máxima de un Mazda 929 de 1979 puede oscilar entre 160 y 180 km/h, dependiendo de la motorización y las condiciones del vehículo.
En esa época, las características de seguridad eran más básicas, pero el Mazda 929 incluía elementos como cinturones de seguridad y una construcción robusta para la protección de sus ocupantes.
El Mazda 929 de 1979 utiliza gasolina como combustible, como era común en los vehículos de esa generación.