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Motorización | Variaba desde económicos motores de 1.8 litros hasta potentes 2.5 V6. |
Diseño | Estilo conservador con líneas suaves y un perfil aerodinámico. |
Confort | Amplio espacio interior y equipamiento adecuado para la época. |
Seguridad | Incorporaba airbags y ABS en sus versiones más equipadas. |
Rendimiento | Balance entre eficiencia de combustible y prestaciones satisfactorias. |
El 626 de 1998 se ofrecía en diversas variantes de carrocería, incluyendo la configuración sedán y hatchback, además de una versión coupé conocida en algunos mercados como Mazda Capella. Cada variante ofrecía un equilibrio diferente entre estilo y funcionalidad, ampliando así su atractivo entre diferentes compradores. |
Comodidad9,3
Seguridad9,0
Calidad/Precio8,9
Diseño9,2
El Mazda 626 de 1998 resalta por su interior confortable y funcional, perfectamente ajustado a las necesidades de su época. Con asientos ergonómicos que brindan un óptimo soporte durante el viaje, el 626 se preocupaba por el bienestar del conductor y pasajeros. La tapicería de calidad, disponible en diversos materiales, garantizaba durabilidad y una agradable textura al tacto.
El Mazda 626 no solo proporcionaba comodidad, sino que también se enfocaba en la seguridad. Equipado con sistemas de seguridad pasiva, como airbags frontales y cinturones de seguridad pretensados, era un modelo adelantado a su tiempo en protección.
Aunque en 1998 la tecnología de conectividad no estaba tan avanzada como hoy, el Mazda 626 incorporaba un sistema de audio competente con radio AM/FM y reproductor de cassette. Los altavoces estaban estratégicamente distribuidos para asegurar una experiencia auditiva envolvente y de alta fidelidad.
Los paquetes de opcionales permitían personalizar el Mazda 626 a gusto del consumidor. Desde mejoras estéticas hasta funciones añadidas para la comodidad y seguridad, había un conjunto adecuado para cada tipo de conductor.
El Mazda 626 también ofrecía opcionales como el control de tracción, para una conducción más segura en superficies complicadas.
Si estás pensando en conseguirte un clásico como el Mazda 626, una de las primeras cosillas que deberías mirar es el seguro. Hoy en día, hay un montón de comparadores online que te sacan precios en un plis plas. Recuerda, el coste va a depender del modelo exacto y de tu perfil como conductor.
El Mazda 626 de 1998 cuenta con una gama de motorizaciones que incluyen opciones de gasolina con cuatro y seis cilindros, abarcando una horquilla de potencia que va aproximadamente desde los 90 CV hasta los 165 CV, y cilindradas que oscilan entre 1.8 y 2.5 litros. También existe una versión diésel con motor de 2.0 litros para quienes priorizan la eficiencia en el consumo.
El Mazda 626 de 1998 es un coche diseñado para albergar cómodamente a cinco pasajeros, incluyendo el conductor. Los asientos son diseñados para proporcionar confort incluso en viajes largos, con suficiente soporte lumbar y ajustes en las versiones más equipadas.
Las variantes del Mazda 626 de 1998 ofrecen tanto transmisiones manuales de cinco velocidades como automáticas de cuatro velocidades, permitiendo a los conductores elegir según sus preferencias y necesidades de conducción.
La velocidad máxima del Mazda 626 de 1998 puede variar según el tipo de motorización, pero en general, este modelo puede alcanzar una velocidad máxima que oscila entre los 185 km/h y los 210 km/h, dependiendo de la versión específica y las condiciones de uso.
El Mazda 626 de 1998 incluye características de seguridad como airbags frontales, cinturones de seguridad con pretensores y ABS en algunas de sus versiones. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los estándares de seguridad han evolucionado desde entonces, por lo que sus sistemas pueden no ser comparables con los de los vehículos modernos.
El consumo de combustible del Mazda 626 de 1998 varía en función de la motorización y el tipo de transmisión. En general, los modelos de gasolina tienen un consumo medio que puede ir desde aproximadamente 7 litros/100 km en carretera hasta más de 10 litros/100 km en ciudad. La versión diésel tiende a ser más económica en términos de consumo de combustible.
El Mazda 626 de 1998, como cualquier vehículo, requiere revisiones periódicas que incluyen el cambio de aceite y filtros, la inspección de los frenos, la verificación de niveles de líquidos y el control de la presión de los neumáticos, entre otros. Se recomienda seguir el plan de mantenimiento especificado por el fabricante para optimizar la vida útil y el rendimiento del vehículo.