El Mazda 626 de 1988 ofreció una combinación sobresaliente de diseño funcional y mecánica fiable. Esta generación, conocida como la Serie GC, se destacaba por sus líneas aerodinámicas y refinadas que mejoraban la eficiencia del combustible y reducían el ruido del viento. Con opciones de propulsores que iban desde el económico 1.6L hasta un más potente 2.0L, el Mazda 626 se posicionó como un sedán familiar con aspiraciones deportivas. Sus suspensiones independientes prometían un manejo equilibrado y confortable, satisfaciendo tanto a conductores prácticos como a entusiastas.
El Mazda 626 de 1988 estuvo disponible en diversas variantes de carrocería, cada una diseñada para diferentes necesidades y preferencias. Se ofrecía como un sedán de cuatro puertas clásico, una opción predilecta para familias y profesionales. La versión coupé de dos puertas atraía a aquellos en busca de un perfil más deportivo y dinámico. Asimismo, el hatchback de cinco puertas proporcionaba una solución versátil, combinando estilo y funcionalidad con su amplio espacio de carga. Esta flexibilidad en la oferta de versiones permitió al Mazda 626 captar una amplia gama de clientes.
A lo largo de 1988, el Mazda 626 consolidó su reputación como un vehículo confiable y versátil. Este año fue particularmente significativo en la evolución de este modelo, ya que cada variante llevaba las distintas características que definieron una generación notable en la historia automotriz. Mazda continuó mejorando su buque insignia con innovaciones y refinamientos, respondiendo a las crecientes demandas del mercado global.
Las versiones del Mazda 626 de 1988 se desglosan en:
Cada una ofreciendo un nivel de equipamiento y refinamiento distintivo.
Motor: | Opciones desde 1.6L hasta 2.0L |
Transmisión: | Manual de 5 velocidades o automática opcional |
Carrocería: | Sedán, Coupé, Hatchback |
Tracción: | Delantera |
Frenos: | Discos delanteros y traseros en versiones GT |
Estas características se complementaban con un equipamiento de serie orientado a la comodidad y seguridad.
Comodidad9,3
Seguridad9,4
Calidad/Precio9,4
Diseño9,4
Los precios del Mazda 626 de 1988 variaban según la versión y el equipamiento seleccionado. El modelo base ofrecía una relación valor-precio destacable, en tanto que las versiones superiores se situaban en un segmento más premium. Los clientes podían acceder a un coche bien equipado a precios competitivos, potenciando la atractiva propuesta de valor del Mazda 626.
Las fichas técnicas del Mazda 626 de 1988 revelaban un abanico de especificaciones que cubrían desde los económicos y eficientes motores de 1.6L hasta los más capaces de 2.0L. Los acabados iban desde los tejidos duraderos en los modelos DX hasta los lujosos detalles en las versiones GT. En cuanto a medidas, el 626 mantenía unas dimensiones equilibradas, proporcionando un habitáculo espacioso y un maletero adecuado para las necesidades de su categoría.
La paleta de colores y acabados para el exterior del Mazda 626 de 1988 se orientó a gustos universales, ofreciendo tonos desde los clásicos hasta los más vivos. Los colores disponibles resaltaban la elegancia del diseño y promovían una imagen moderna y atemporal que aún hoy resulta atractiva. Los acabados de pintura demostraban la calidad y la atención al detalle que Mazda ponía en sus vehículos.
Las llantas del Mazda 626 de 1988 no solo cumplían una función práctica sino que también añadían un toque distintivo al diseño general del coche. Disponibles en diferentes estilos y tamaños, las llantas reforzaban la apariencia elegante o deportiva, dependiendo de la versión elegida. La marca ofrecía desde llantas de acero con tapacubos en los modelos de entrada hasta atractivas llantas de aleación en las versiones superiores, aportando un valor estético y funcional fuerte.
Oye, que tal, ¿has echado un vistazo a los del Mazda 626 del 88? Te cuento, estos cacharros venían con una tapicería que ahora la llamaríamos “vintage”. Los asientos eran la caña, con un mullido que te abrazaba en cada curva. Eso sí, nada de piel sintética ni tonterías modernas, todo bien clásico. ¡Y el espacio! Podías estirarte sin problema, que para eso se curraron un interior amplio y cómodo.
En cuestión de , el Mazda 626 no estaba nada mal para su época, con cinturones para todos y una estructura que aguantaba lo suyo. Claro que hoy en día hemos avanzado un montón, pero para los 80, este carro te daba cierta tranquilidad en el asfalto.
Lo de la era un poco más básico. Vamos, no esperes conectar el móvil ni nada de eso. Tenías una radio AM/FM y si tenías suerte, un reproductor de cassettes para ir cantando ‘La Lambada’ mientras te movías por la ciudad.
Donde realmente podías flipar era con los . Que si quieres llantas de aleación, que si prefieres faros antiniebla para esos días de meigas y brebajes, o incluso un techo solar para cuando el sol aprieta y quieres sentir la brisa.
Dentro del carrito, los no se quedaban atrás. Podías optar por aire acondicionado (que en aquellos tiempos era el no va más), elevalunas eléctricos para no desgastarte dando manivelas, y claro, unos buenos altavoces para que la música sonase como es debido.
Y sobre los , Mazda se sacó de la manga unas combinaciones de equipamiento que te resolvían la papeleta. Paquetes de confort, de seguridad, incluso alguno deportivo por si te creías el rey del mambo sobre el asfalto.
En definitiva, con los , cada cual podía dejar su Mazda 626 tan soso o tan pijo como quisiera. Un alerón por aquí, un pomo de cambio en cuero por allá… ¡y que viva la personalización!
Para calcular el seguro de un Mazda 626 de 1988 es importante considerar la historia del vehículo, su estado actual y la cobertura deseada. Gracias a herramientas online, es posible obtener una estimación ajustada a las necesidades específicas de cada conductor. Para una cotización precisa, recomendamos contactar con aseguradoras especializadas o utilizar comparadores en línea.
El Mazda 626 de 1988 estaba disponible con una gama de motores que incluían opciones de cuatro cilindros en línea con cilindradas que podían ir desde los 1.6 hasta los 2.2 litros, ofreciendo potencias que variaban aproximadamente entre los 80 y 110 CV (caballos de vapor).
La velocidad máxima del Mazda 626 de 1988 podía variar dependiendo de la motorización y el tipo de transmisión, pero generalmente se situaba en un rango aproximado de 180 a 200 km/h.
El Mazda 626 de 1988 se ofrecía con transmisión manual de 5 velocidades o con una automática de 4 velocidades, dependiendo del modelo y las preferencias del comprador.
El Mazda 626 de 1988 estaba disponible en múltiples carrocerías, incluyendo sedán de cuatro puertas, hatchback de cinco puertas y una versión coupé de dos puertas.
El consumo de combustible del Mazda 626 de 1988 variaba dependiendo del tipo de motor y la transmisión, pero en general, el consumo medio podía oscilar entre los 7 y 10 litros por cada 100 kilómetros.
El Mazda 626 de 1988 estaba diseñado para acomodar cómodamente a 5 pasajeros, incluyendo el conductor.
Las características de seguridad del Mazda 626 de 1988 incluían elementos básicos para la época como cinturones de seguridad y barras de protección en las puertas, y en algunas versiones se podían encontrar opciones como frenos ABS o airbag para el conductor.