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El Mazda 626 irrumpió en el mercado automovilístico como una respuesta innovadora a las necesidades de un sedán mediano. Con su debut en 1979, este modelo se destacó por combinar un diseño sobrio y elegante con una mecánica fiable y eficiente. Su capacidad para proporcionar un manejo suave y estable, junto con un interior confortable y práctico, situó al 626 como un competidor formidable en su segmento. La dedicación de Mazda a la calidad y el rendimiento quedó patente en este coche, forjándose una reputación de durabilidad y satisfacción del usuario.
La gama del Mazda 626 ofrecía variantes para distintos gustos y necesidades, incluyendo opciones de carrocería como el sedán tradicional, el más espacioso liftback y el elegante coupé.
El Mazda 626 de 1979 marcó el comienzo de una era, estableciendo un legado que perduraría a través de varias décadas con actualizaciones y mejoras constantes.
Los modelos que componían la gama del Mazda 626 eran variantes cuidadosamente diseñadas para distintos conductores:
El Mazda 626 de 1979 se presentaba con rasgos que resaltaban su enfoque en la calidad y el confort:
Comodidad8,6
Seguridad9,3
Calidad/Precio9,2
Diseño9,6
La propuesta de valor del Mazda 626 se reflejaba en su precio competitivo, accesible para un rango amplio de compradores interesados en calidad y rendimiento.
Las especificaciones técnicas del Mazda 626 se complementaban con sus acabados y medidas que potenciaban la experiencia de conducción y habitabilidad del vehículo.
La gama de colores disponible para el Mazda 626 destacaba por ofrecer tonalidades que combinaban elegancia con personalidad, satisfaciendo así un amplio espectro de preferencias estéticas.
Las llantas del Mazda 626 no solo reforzaban la estética del vehículo, sino que también contribuían a su rendimiento y seguridad en carretera, siendo un elemento clave en su diseño general.
Cuando se desliza dentro del Mazda 626, es recibido por una armoniosa combinación de confort y estilo. Los asientos ergonómicos vienen con una tapicería que invita a disfrutar de largos trayectos sin sacrificar la comodidad. Detalles técnicos como la regulación en altura del asiento del conductor y un soporte lumbar ajustable, aseguran una posición óptima al volante. Con el Mazda 626, cada viaje es una experiencia de conducción diseñada pensando en el bienestar del ocupante.
Mantener a los pasajeros seguros ha sido una prioridad para Mazda desde sus inicios. El Mazda 626 no es la excepción, ofreciendo características de seguridad avanzadas para su época. A pesar de las limitaciones tecnológicas de la época, el énfasis estaba en la robustez estructural y la integridad del habitáculo.
Conéctese con la música y disfrute de una experiencia sonora clásica. El sistema de audio del Mazda 626 fue creado para los amantes de la música que aprecian la sencillez y la funcionalidad.
El Mazda 626 les ofrecía a sus clientes una variedad de opciones para personalizar su vehículo. Faros halógenos para una mejor visión nocturna, llantas de aleación que añadían tanto estilo como rendimiento, y una selección de colores y acabados de pintura para que cada coche destacara de una forma única.
El confort interno podía ser potenciado con diversos extras. Desde aire acondicionado hasta sistemas de audio mejorados, Mazda daba a los conductores la oportunidad de mejorar su experiencia de conducción a través de una gama de opcionales enfocados en el confort y la funcionalidad.
La opción de paquetes de equipamiento permitía a los propietarios del Mazda 626 diseñar su experiencia de conducción ideal. Paquetes deportivos, de lujo o de confort, cada uno con características distintivas y detalles técnicos, proporcionaban una completa personalización, desde el rendimiento del motor hasta las comodidades interiores.
Mejorar el Mazda 626 era posible gracias a la amplia gama de opcionales disponibles. Techo solar eléctrico, elevalunas eléctricos o sistemas de cierre centralizado, cada adición estaba pensada para satisfacer las necesidades y los deseos de los conductores más exigentes.
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El Mazda 626 de 1979 se ofrecía con una gama de motores que podían ser de 4 cilindros con cilindradas que iban desde aproximadamente 1.6 hasta 2.0 litros, ofreciendo potencias que variaban entre los 75 CV (caballos de vapor) y los 110 CV, dependiendo del modelo y la configuración específica.
El Mazda 626 estaba disponible tanto con transmisión manual, que podía ser de 4 o 5 velocidades, como con transmisión automática de 3 velocidades, dependiendo del modelo y las preferencias del mercado.
El Mazda 626 se podía encontrar en varias opciones de carrocería, incluyendo sedán de dos o cuatro puertas, coupé y hatchback, lo que ofrecía a los compradores una variedad de estilos para elegir.
El Mazda 626 de 1979 típicamente ofrecía una capacidad de asientos para 5 pasajeros, con dos asientos en la parte delantera y un banco de asientos para tres pasajeros en la parte trasera.
El Mazda 626 de 1979 venía equipado con una suspensión independiente en las cuatro ruedas, lo cual era bastante avanzado para la época y contribuía a un manejo y confort de marcha superiores.
La velocidad máxima del Mazda 626 podía variar según el tipo de motor y la transmisión, pero generalmente los modelos de este año alcanzaban velocidades máximas en el rango de 160 km/h a 180 km/h.
Para los estándares de 1979, el Mazda 626 incluía características de seguridad como cinturones de seguridad y una estructura de carrocería diseñada para absorber impactos, aunque no contaba con las tecnologías de seguridad avanzadas que se encuentran en los vehículos actuales.