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El Lamborghini Diablo, lanzado en 1990, es un testimonio de la ingeniería italiana y un ícono de la velocidad y el lujo. Su motor V12 de 5.7 litros, con una potencia de 492 caballos, lo catapulta de 0 a 100 km/h en apenas 4,5 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 325 km/h. Con una silueta agresiva y aerodinámica, este superdeportivo es una obra maestra que ofrece una experiencia de conducción electrizante, combinando un rendimiento excepcional con el estilo y exclusividad que solo un Lamborghini puede brindar.
El Diablo evolucionó a lo largo de su vida útil, ofreciendo variantes que incluyen la versión VT con tracción integral, la más ligera y enfocada en la pista SV, y la lujosa SE30. Cada una de estas variantes del Diablo se distingue por ajustes específicos en motorización, aerodinámica y acabados, cumpliendo con las expectativas de los conductores más exigentes.
A lo largo de los años, el Lamborghini Diablo se ha refinado con actualizaciones en diseño y tecnología, manteniéndose siempre en la cúspide del rendimiento automotriz.
Desde su debut, el Diablo fue sinónimo de potencia y exclusividad. Con versiones como el Diablo VT, el radical Diablo SV y el conmemorativo Diablo SE30, cada una ofrecía mejoras en rendimiento y estética, satisfaciendo a coleccionistas y aficionados de la alta velocidad.
El Lamborghini Diablo destacó por su motor V12, diseño de cabina avanzada y sistemas de suspensión optimizados para un manejo excepcional. Este superdeportivo marcó una era y definió el linaje de Lamborghini en los años 90.
Comodidad9,2
Seguridad9,0
Calidad/Precio8,9
Diseño9,0
El precio del Lamborghini Diablo refleja su exclusividad y rendimiento sin parangón. En su lanzamiento, el precio era acorde a su estatus de superdeportivo de élite, y en la actualidad, su valor en el mercado de coches clásicos sigue siendo notablemente alto, ya que se ha convertido en una pieza codiciada por coleccionistas.
Las fichas técnicas del Diablo detallan sus impresionantes prestaciones y acabados de lujo, mientras que sus medidas reflejan el compromiso con la aerodinámica y el diseño agresivo.
El Diablo se ofrecía en una gama de colores vibrantes que acentuaban su diseño audaz, desde el clásico rojo Lamborghini hasta tonalidades exclusivas que resaltaban su presencia en la carretera.
Las llantas del Lamborghini Diablo fueron diseñadas para complementar su estética poderosa y mejorar su rendimiento en carretera. Con opciones de aleación ligera y diseños que varían según el modelo, las llantas no solo soportan la alta velocidad y el manejo preciso sino que también añaden un toque distintivo al vehículo.
El Lamborghini Diablo de 1990 destacó por su interior exuberante y deportivo. Los asientos, envolventes y con ajuste manual, estaban tapizados en cuero de alta calidad, ofreciendo una estética lujosa y una sujeción notable. Detalles como costuras contrastantes, paneles de puerta a juego y emblemas bordados, añadían un toque distintivo y personalizado al habitáculo.
A pesar de su enfoque en la velocidad y el rendimiento, el Lamborghini Diablo no descuidó la seguridad. Incorporaba elementos como frenos ABS, cinturones de seguridad robustos y un diseño estructural que ofrecía una protección considerable en caso de accidente.
En una época anterior a la era digital moderna, la conectividad en el Diablo era limitada. No obstante, contaba con un sistema de audio de calidad que permitía disfrutar de la música incluso a altas velocidades.
Los opcionales exteriores del Diablo incluían una variedad de colores de pintura exclusivos, llantas de diseño especial y la posibilidad de incorporar alerones traseros ajustables. Se podían seleccionar mejoras aerodinámicas y sistemas de escape de alto rendimiento para personalizar aún más la experiencia de conducción.
En el interior, los clientes podían optar por personalizaciones como elección de colores en la tapicería, inserciones de madera o carbono y un sistema de climatización mejorado. La atención al detalle era palpable en cada componente seleccionable.
Los paquetes opcionales para el Diablo se enfocaban en mejorar la experiencia de manejo y el confort. Incluían desde mejoras en la suspensión y la transmisión hasta sistemas de sonido avanzados y paquetes de lujo para el interior, con el fin de satisfacer a los más exigentes.
Entre los opcionales, se ofrecían también sistemas de alarma, cubiertas para el vehículo y kits de mantenimiento Lamborghini, asegurando que cada Diablo fuera único.
Para calcular el seguro del Lamborghini Diablo, considera factores como edad del conductor, historial de conducción, ubicación y uso previsto del vehículo. Las coberturas varían desde la responsabilidad civil hasta seguros a todo riesgo.
La potencia del motor del Lamborghini Diablo varía entre unos 492 CV para los modelos iniciales y puede llegar hasta 595 CV en las versiones más potentes lanzadas posteriormente, como el Diablo GT.
El Lamborghini Diablo es un vehículo deportivo biplaza, contando con espacio para el conductor y un pasajero.
Los motores del Lamborghini Diablo tienen una cilindrada que parte desde los 5.7 litros y llega hasta los 6.0 litros en las versiones más avanzadas y potentes.
La velocidad máxima del Lamborghini Diablo oscila entre los 320 km/h y los 330 km/h, dependiendo del modelo y de las especificaciones concretas de cada versión.
Inicialmente, el Lamborghini Diablo venía equipado con una transmisión manual de cinco velocidades, aunque más tarde se introdujeron variantes con una transmisión manual de seis velocidades.
El diseño exterior del Lamborghini Diablo es reconocido por sus líneas agresivas y aerodinámicas, los característicos faros escamoteables y la presencia de una gran variedad de tomas de aire destinadas a optimizar el rendimiento y la refrigeración del motor.
Sí, a lo largo de su producción se lanzaron diversas variantes del Lamborghini Diablo que incluyen: Diablo VT, Diablo SV, Diablo GT y Diablo 6.0, entre otras, cada una con sus propias características técnicas y estéticas.