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El Kia Shuma de 1998 emergió como una opción interesante en el segmento de los compactos. Con un diseño contemporáneo para su época y una apuesta por una relación calidad-precio atractiva, este modelo surcoreano ofrecía una alternativa económica sin descuidar elementos como el confort y la practicidad.
La chispa del Shuma estaba en sus variantes de carrocería, colega. Había para elegir entre el dinámico sedán y el práctico hatchback, cada uno con su rollo técnico particular.
Lanzado en un año donde los compactos estaban en pleno furor, el Kia Shuma de 1998 se hacía hueco con su estilo y su propuesta de valor.
El Shuma se presentaba en distintos sabores para complacer a los conductores:
Con motores que iban desde los modestos 1.5 hasta los más vivaces 1.8 litros, el Shuma se mostraba competente en su gama.
Comodidad9,2
Seguridad9,3
Calidad/Precio9,3
Diseño9,4
El precio siempre ha sido un punto fuerte para Kia, y el Shuma de 1998 no fue excepción. Posicionado de manera estratégica, ofrecía una alternativa accesible sin sacrificar elementos fundamentales. Los precios variaban en función del modelo y el equipamiento seleccionado, pero en general, el Shuma se consideraba una buena compra para aquellos que buscaban un coche funcional y económico. Los concesionarios, además, solían ofrecer promociones y financiación que ponían al Shuma aún más al alcance del consumidor medio. Con la opción de añadir paquetes de equipamiento adicionales, el cliente podía personalizar su vehículo a un coste razonable.
Las fichas técnicas del Kia Shuma revelaban un coche bien pensado, donde cada centímetro estaba optimizado para el confort y la eficiencia.
La paleta de colores del Shuma incluía opciones desde el clásico Blanco Alaska hasta el atrevido Rojo Volcán, ofreciendo variabilidad para todos los gustos.
Las llantas del Shuma no solo cumplían su función práctica, sino que también aportaban carácter al vehículo. Disponibles en diversos diseños y tamaños, las llantas podían realzar la estética del coche y mejorar su comportamiento dinámico en carretera.
A ver, chavales, que os cuento del interior del Kia Shuma. Los asientos son un punto fuerte, ofreciendo una comodidad decente para la época. La tapicería, sin ser de alta gama, cumple con lo que promete: resistencia y un toque de elegancia modesta. Vamos, que no es un Mercedes, pero tampoco te vas a clavar un muelle en el trasero. El espacio está bien aprovechado, así que puedes estirar las piernas sin problemas. Ideal para viajes largos o si eres de esos que lleva siempre el coche lleno de trastos.
En cuanto a seguridad, el Kia Shuma no iba mal para su tiempo. Contaba con airbags frontales, que eran un plus, y un chasis que cumplía con los estándares de la época. Aunque no esperes milagros de tecnología, este bólido se las apañaba para mantenerte entero en un viaje normal.
El sistema de audio del Kia Shuma no estaba nada mal, con una radio que pillaba todas las emisoras del dial y unos altavoces que, aunque no iban a revolucionar la industria, sonaban bastante bien. No teníamos aún maravillas como Bluetooth o pantallas táctiles, pero para los amantes de los CDs y cintas, esto era la caña. ¿Conectividad? Bueno, tenías encendedor de cigarrillos que podías usar para enchufar algún adaptador y cargar el móvil, ¡tecnología punta en el ’98, colega!
Si querías tunear un poco tu Kia Shuma, podías añadir llantas de aleación, faros antiniebla o un spoiler trasero para darle un aire más deportivo. También estaban disponibles los techo solar y cristales tintados para darle un toque más pijo.
Por dentro, podías optar por un aire acondicionado (que era un lujo en aquel entonces), o mejorar el sistema de audio con un cargador de CDs múltiple. También había asientos calefactables, para esos días de frío que te congelan hasta los huesos.
Los paquetes de opcionales del Kia Shuma te permitían personalizar tu coche a tu gusto. Había paquetes que incluían mejoras en seguridad y confort, como cierre centralizado con mando a distancia y elevalunas eléctricos, para que te sintieras un poco más en el siglo XXI.
Además, podías sumar a tu Shuma un poco más de confort con un sistema de alarma para los más paranoicos, o un control de crucero para esos viajes largos por la autopista sin tener que estar pisando todo el rato el acelerador.
Calcular el seguro para tu Kia Shuma es fácil y rápido. Solo necesitas unos minutos para tener una idea de lo que te costará proteger tu coche.
El Kia Shuma 1998 ofrece una potencia que varía entre aproximadamente 75 y 110 CV, dependiendo de la variante y configuración del motor.
Los motores del Kia Shuma 1998 tienen una cilindrada que oscila entre 1.5 y 1.8 litros.
El Kia Shuma 1998 está diseñado para acomodar cómodamente a 5 pasajeros.
La velocidad máxima del Kia Shuma 1998 varía según el modelo y la motorización, alcanzando un rango que va desde aproximadamente 170 km/h hasta 190 km/h.
El consumo de combustible del Kia Shuma 1998 puede variar significativamente según el tipo de uso, pero generalmente se sitúa en un rango de 6 a 9 litros cada 100 kilómetros, combinando conducción urbana y en carretera.
Sí, el Kia Shuma 1998 se encuentra disponible con opciones de transmisión manual y automática.
El Kia Shuma 1998 incluye características básicas de seguridad como airbags frontales, cinturones de seguridad y sistema de frenos ABS en algunas de sus versiones.