¡El CEO está de vacaciones! Hemos decidido REGALARTE 250€ si firmas con nosotros ANTES DE FIN DE AÑO (o cuando vuelva)
El HSV Calais de 1988 marcó un hito importante en la industria automovilística australiana al combinar una estética deportiva con la comodidad y el lujo. Este vehículo se distinguió por detalles exclusivos como su potente motor V8, una suspensión mejorada y un interior refinado con acabados de primera calidad. El exterior exhibía un perfil bajo y agresivo, con un kit aerodinámico que incluía spoilers y faldones laterales, y las insignias de HSV destacaban su carácter especial. Además, la atención al detalle y el equipamiento tecnológico de alta gama subrayaron su posicionamiento como un vehículo premium dentro del segmento.
El HSV Calais de ese año no se quedó corto en variedades. Podías escoger entre:
– Sedán: clásico con cuatro puertas.
– Wagon: para más espacio y versatilidad.
1988 fue el año señalado para el HSV Calais. Un punto de inflexión en la gama HSV con modelos que se convirtieron en íconos.
Diversas versiones destacaron en el catálogo del HSV Calais de 1988, cada una con su toque único.
El HSV Calais (1988) se caracterizaba por:
– Motorización V8 potente y robusta.
– Transmisión automática o manual.
– Suspensión deportiva exclusiva.
– Diseño de interior de lujo con funcionalidades avanzadas.
– Sistema de audio de alta fidelidad.
Comodidad9,5
Seguridad9,7
Calidad/Precio8,9
Diseño9,3
En su año de lanzamiento, el HSV Calais se posicionó en el mercado como un modelo premium y su precio estaba acorde con su exclusividad y características superiores. Ajustándose a la inflación actual, su valor se mantiene elevado en comparación con vehículos estándar de la época. Los coleccionistas y aficionados a la marca valoran especialmente estos modelos por su herencia y significado en la historia automotriz australiana. Adquirir un HSV Calais de 1988 hoy en día puede requerir una inversión considerable, especialmente si el vehículo se encuentra en buen estado de conservación con todos sus componentes originales intactos.
Las fichas técnicas del HSV Calais de 1988 ofrecen un desglose detallado de sus especificaciones. Los acabados reflejan la calidad superior y la artesanía enfocada al detalle. En cuanto a medidas, el HSV Calais proporcionaba un equilibrio entre elegancia y presencia, con dimensiones que lo hacían destacar sin sacrificar la maniobrabilidad.
El HSV Calais del 88 se ofrecía en una gama selecta de pinturas y colores que realzaban sus líneas deportivas. Los esquemas de color iban desde sólidos y atrevidos hasta metalizados sutiles, todos con el objetivo de captar la esencia tanto de la velocidad como del lujo. La calidad de la pintura y el acabado impactaban fuertemente en la estética general del vehículo.
Las llantas del HSV Calais de 1988 fueron diseñadas no solo para complementar su aspecto deportivo sino también para optimizar el rendimiento. Con opciones que combinaban estilo y funcionalidad, cada selección de llantas agregaba un nivel distinto de carácter al vehículo.
El HSV Calais de 1988 ofrecía un acogedor y lujoso interior, diferenciándose por su cuidado en los detalles. Los asientos venían tapizados en materiales de alta calidad, proporcionando gran confort y una experiencia de viaje inigualable. Entre sus características distintivas se encontraban:
– Asientos de cuero seleccionado, con ajustes eléctricos para el conductor.
– Detalles en madera o fibra de carbono en el salpicadero y puertas.
– Alfombrillas personalizadas con la insignia de HSV para un toque exclusivo.
– Costuras y acabados refinados, evidenciando el compromiso de HSV con la calidad y la artesanía.
La seguridad siempre ha sido una prioridad para HSV, y el modelo Calais no fue la excepción. En su versión de 1988, incluía una serie de características que lo hacían destacar en su época:
– Sistema antibloqueo de frenos (ABS) para una mayor seguridad en situaciones de frenado de emergencia.
– Estructura reforzada del chasis diseñada para absorber impactos y proteger a los pasajeros.
– Airbags para conductor y pasajero delantero, un elemento de seguridad innovador para la época.
– Cinturones de seguridad pretensados y ajustables en altura, complementando el sistema de protección pasiva.
Aunque la tecnología de 1988 no nos puede ofrecer las conexiones modernas de hoy en día, el HSV Calais no se quedaba atrás en términos de audio y conectividad para la época. Contaba con:
– Sistema de sonido premium con múltiples altavoces y ecualización ajustable.
– Radio AM/FM con capacidad de casete, y en algunos casos, reproductor de CD.
– Antena eléctrica que mejoraba la recepción y añadía un toque de sofisticación.
– Opciones de control del sistema de sonido desde el volante, para mayor comodidad y seguridad del conductor.
El HSV Calais venía con una gama de elementos opcionales para personalizar la apariencia exterior del vehículo, incluyendo:
Para el interior, los clientes podían elegir entre una variedad de opciones que mejoraban la funcionalidad y el lujo del Calais:
Existían paquetes de opciones que agrupaban elementos estéticos y de rendimiento, ofreciendo una conveniente mejora integral para aquellos que buscaban esa distinción adicional.
Los opcionales podían abarcar desde el techo corredizo hasta sistemas de entretenimiento en los asientos traseros, adaptándose a las preferencias individuales de cada propietario.
Obtener un seguro que cubra adecuadamente un clásico como el HSV Calais requiere considerar su valor histórico y prestaciones. Al calcular el seguro de este vehículo, es importante destacar:
Edad del vehículo | Antigüedad clásica, especial para coleccionistas. |
Características de seguridad | Tecnologías avanzadas para su tiempo, como ABS y airbags. |
Valor sentimental | Inestimable para aficionados y conocedores de HSV. |
El HSV Calais de 1988 venía equipado con un motor V8 con una cilindrada que variaba entre 5.0 y 6.0 litros, ofreciendo una potencia que podría oscilar entre 230 y 300 cv, según la variante específica del modelo.
La velocidad máxima del HSV Calais de 1988 puede variar dependiendo de la configuración del motor, pero generalmente se sitúa en un rango que va desde los 210 km/h hasta los 230 km/h aproximadamente.
El HSV Calais está diseñado como un vehículo de lujo y suele contar con 5 asientos cómodos, distribuidos entre la fila delantera y trasera.
El HSV Calais de 1988 se ofrecía con opciones de transmisión manual de 5 velocidades o automática de 4 velocidades.
El modelo HSV Calais de 1988 se caracteriza por contar con una suspensión deportiva optimizada para ofrecer un buen equilibrio entre confort y rendimiento en conducción.
Si bien los estándares de seguridad han evolucionado significativamente desde 1988, el HSV Calais de aquellos años incluía características como frenos de disco, suspensión mejorada y, en algunas versiones, sistemas ABS.
El HSV Calais de 1988, como un coche de su era, no tenía las tecnologías de infotenimiento modernas, pero ofrecía sistemas de sonido avanzados para la época, con radio AM/FM y reproductor de cassette.